"En Kellner Books, en el Upper East Side de Nueva York, pocos minutos antes de su muerte, John Webber estaba leyendo El conde de Montecristo. Se encontraba sentado a su mesa de siempre, en el centro de la librería, con el abrigo bien doblado sobre el respaldo de la silla y la novela apoyada en la mesa que tenía delante. Se detuvo un momento para beber un sorbo de café, cerró el libro y colocó un suave marcapáginas de cuero en el lugar correspondiente.
—¿Cómo está, señor Webber? —preguntó Cassie mientras se
movía por la tienda con una pila de libros bajo el brazo.
Era tarde y el señor Webber era el único cliente.
—Viejo, cansado y cayéndome a pedazos —respondió como
hacía cada vez que la joven le preguntaba cómo le iba—. Pero,
por lo demás, no puedo quejarme".
Creo que he visto este libro durante semanas en las librerías sin terminar de animarme a comprarlo, pero al final caí. Hoy traigo a mi estantería virtual, El libro de las puertas.
Conocemos a Cassie, quien trabaja en una librería bastante tranquila donde tiene trato con los clientes habituales. Uno de estos clientes, un peculiar anciano, fallece y le deja un libro muy especial, uno con el que cualquier puerta que uno recuerde, puede ser abierta. Y así, Cassie y su amiga Izzy, emprenden una aventura que hubiera sido algo maravilloso de no ser porque existen más libros mágicos, con poderes distintos en el mundo y, como no, alguien quiere tenerlos todos. Así que la aventura se vuelve peligrosa y las chicas tienen que buscar a una persona que las ayude.
Sí, yo también vi The Lost Room y este libro me la ha recordado en muchos momentos, pero con libros. Supongo que eso le ha quitado encanto. El caso es que el autor nos presenta a Cassie y la convierte en el personaje perfecto para enamorar; huérfana, simpática, empática y un poco imperfecta para no pasarse, pero de la forma adecuada "dejemos que se equivoque por egoísta, ¿quién no lo haría?"... vamos, el pack completo. Y, puestos a concebir un libro, coloquemos a un viejo excéntrico y bibliotecario que sepa mucho y se esconda porque sabe precisamente mucho. Y ahora añadamos unos malos, algunos malos malísimos, viajes en el tiempo, un poco de fantasía y algo de sentimentalismo, y ya tenemos el libro en las manos. Con estos ingredientes Brown escribe una novela en la que no todo terminó de cuajarme, pero a la que reconozco su punto de originalidad. Hay, además, que tener en cuenta que es su debut, lo que hace que todo esto gane mérito pese a que una empieza a estar un tanto cansada de libros sobre libros que no siempre son lo que parecen. En este caso, me hubiera gustado que desarrollase el origen de estos libros mágicos, que se mojara más en la parte original y menos en lo típico de "cuidado si vas al pasado no vayas a cambiar el presente", porque eso ya me lo sé y, sobre todo, si no terminas de dominar el tema.
En cuanto a los personajes, he sentido que les faltaba vida, o al libro la capacidad de dársela con el pulso de escritura. Veo las escenas de acción, veo la intriga, veo sentimientos, pero no he notado nada. Es como leer con un cristal que no te permite sentir a los personajes, y eso en un libro es una gran falta para mi ya que me cuesta mucho perdonar la indiferencia. Si me paro a pensarlo, supongo que ese es uno de los motivos por los que sentí que la lectura iba de más a menos, como si llegase con las miras altas y no estuviera a la altura de lo esperado.... solo que yo no sabía qué esperar cuando lo empecé.
El libro de las puertas es una novela entretenida que casi he sentido como juvenil de una forma candorosa. No he conectado con esta lectura, pero, como siempre digo, lo mío es una simple opinión y este seguro que es el libro perfecto para muchos lectores.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
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