lunes, 28 de julio de 2025

Estás en mis ojos. Angélica Morales

 


     "París, 27 de enero de 1985 
     En los labios de Hélène Roger-Viollet bailaba una sonrisa. 
     Estaba un poco ebria porque se había pasado la mañana mezclando los ansiolíticos con la ginebra y moviéndose al compás de las canciones de Édith Piaf. El vaso medio vacío sobre la mesa; en el aire, el olor del sudor y ese aroma rancio de las casas mal ventiladas, que se mezclaba con las voces de Los tres mosqueteros que surgían de la televisión. Hélène había puesto un vídeo de una de sus películas favoritas; la versión clásica, naturalmente, ya que le horrorizaba la crudeza del color. Desde niña había navegado en la melancolía del blanco y negro y nadie podía sacarla de allí. Por eso todas las fotografías de la agencia Roger-Viollet eran eso, luces y sombras que se habían multiplicado en el tiempo hasta convertirse en ese patrimonio ingente que amenazaba con devorarlos".

     Suelo acercarme a los libros que novelan biografías que me parecen interesantes, de personas desconocidas que, tal vez, hicieron algo sorprendente. Hoy traigo a mi estantería virtual, Estás en mis ojos.

     Conocemos a Hélène Roger. O, para ser exactos, se encuentra su cuerpo. Hélène es una fotógrafa muy conocida con una brillante trayectoria y fundadora de una prestigiosa agencia de noticias. Casada en un matrimonio un poco peculiar, la investigación sobre su muerte recae sobre Isabel, que se ve fascinada por la figura de la difunta. Y, ahora sí, conocemos a Hélène, ya que serán sus memorias las que recorran las páginas de la novela más allá de la investigación del asesinato.

     Siempre resulta interesante descubrir cómo figuras internacionales llegaron a serlo. En mi caso reconozco que no conocía a la protagonista de la novela, pero aún así me ha gustado transitar por su pasión, el momento en que decide abrir un estudio fotográfico y la transición del estudio a agencia. Hélène acompañada de su amor, que como suele pasar no es tan idílico como dejan ver a un mero observador, lucha contra las adversidades casi de forma literal. Y la primera de ellas es, por supuesto, ser mujer. La novela torna casi en novela de aventuras por distintos escenarios y con secundarios que llegan a brillar más que los protagonistas, que la autora va desnudando poco a poco en una tormentosa intimidad. Y, sin embargo, lo que más me ha gustado es ver el tránsito a una concepción moderna de la fotografía, un mundo que cambió y que sigue cambiando ahora con los programas de edición. Ahí crece Hélène casi como una última romántica, lo que provoca reacciones encontradas y muestra una cara quizás no tan benévola pero en  la que la credibilidad aumenta, porque somos personas y nos reconocemos entre nosotros.
     La novela es amena, hay que tener claro que no se trata de una investigación trepidante para coger al asesino con la lengua fuera tras una carrera y dos luchas, aquí se trata de descubrir la figura protagonista de una forma más pausada y dominada por la narración. Si el lector llega esperando la trama policial, algo que puede pasar tras la escenificación del hallazgo del cuerpo, posiblemente se lleve una decepción, así que mejor ir sabiendo que se trata de un viaje muy diferente para rescatar un nombre del olvido que, si uno lo pone en Google, seguramente le de un par de pequeñas sorpresas.

     Estás en mis ojos es una novela entretenida que deja ese regusto a haber descubierto algo. Seguiré leyendo a Angélica Morales.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

1 comentarios:

Nitocris Blog dijo... [Responder]

Hola, pues no conocía la obra ni la protagonista, acabo de cotillear por Internet, pero la verdad es que no me llama mucho el personaje. A pesar de todo, gracias por el descubrimiento.
Un besazo