Mostrando entradas con la etiqueta Arrancad las semillas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Arrancad las semillas. Mostrar todas las entradas
viernes, 11 de enero de 2019
Arrancad las semillas, fusilad a los niños. Kenzaburo Oé
"Dos de los nuestros habían huido durante la noche, y por eso os pusimos en camino antes de que amaneciera, como era habitual. Para matar el rato, tendimos al débil sol de la mañana nuestros bastos capotes verdes, todavía húmedos a causa del diluvio caído la noche anterior, y contemplamos las turbias aguas del río, que entreveíamos más allá de unas higueras que se alzaban al otro lado del camino, del que nos separaba un seto bajo".
Me faltan pocos libros por leer de este escritor, así que voy poco a poco. Hoy traigo a mi estantería virtual, Arrancad las semillas, fusilad a los niños.
Durante la Segunda Guerra Mundial un grupo de adolescentes son evacuados de su reformatorio y comienzan su camino a un pueblo lejano situado entre montañas. en el pueblo, y ante el rumor de una epidemia, los niños son abandonados en el pueblo bajo amenaza. Ahora les toca intentas sobrevivir.
A través de este grupo de jóvenes conflictivos a los que el autor ni siquiera concede un hombre, veremos cómo sobreviven, sus reacciones, penurias y organización como si se tratase de una microsociedad surgida de la más absoluta necesidad. Es decir, que frente a El señor de las moscas, obra con la que se ha comparado hasta la saciedad, que defendía el cáos y la competencia más dura y cruel en un estado de guerra casi permanente, Oé nos habla de una convivencia casi idílica una vez que se han suprimido el orden social y las jerarquías externas habituales. Es por eso que los habitantes del pueblo al regresar descubren que los niños siguen vivos y no solo eso, sino que se han organizado bastante bien. Unos habitantes que, comandados por el cruel alcalde, representan la fuerza y el poder en la versión más cruel y tirana. Un poder que es capaz de sobornar o amenazar, de hacer cualquier cosa con tal de conseguir que se restablezca "su" orden social basado en el miedo y el poder. Una sociedad en la que estos niños no son más que despojos de la sociedad que han de ser sometidos cuando no aplastados, y ese es justo el lugar que se les otorga, escuchándose tan solo a uno de ellos defenderse. Nuestro protagonista.
Para narrar todo esto y unas cuantas cosas más Oé no necesita muchas páginas, al igual que tampoco necesita decirnos el nombre de los personajes. Y quizás por eso es por lo que la narración resulta tan impactante. La historia es dura, sí, el autor no busca suavizarla en ningún momento. Las cosas suceden y se plasman tal cual son, sin florituras o adornos que suavicen el golpe al lector. Lo que busca es la mirada limpia del protagonista para relatarnos lo que sucede y evita la explicaciones o reflexiones permanentes que son tan habituales en este tipo de novelas, en las que da la sensación a veces de que el autor teme que el lector no sea capaz de juzgar por si mismo los hechos. Oé consigue que el lector se sumerja en la historia, de hecho casi puede sentirse en esa aldea cuando los vecinos regresan al pueblo y la tensión del lector en ese momento es incluso superior a la de los niños que son plasmados con una mirada limpia en esta historia.
Arrancad las semillas, fusilad a los niños, es una historia dura y triste que hace reflexionar al lector. Puede que tenga un final un tanto precipitado, pero terminada la lectura también nos damos cuenta de que ese era el final inevitable para una historia cuyo trasfondo supera con creces a las palabras en ella escritas.
Antes comentaba que cuando un escritor me gusta voy leyendo toda su obra, pero poco a poco para que no se me termine. Y vosotros, ¿también os apena cuando no quedan más libros de los escritores que os gustan, o pasáis al siguiente sin mirar atrás?
Gracias.
Etiquetas:
Anagrama,
Arrancad las semillas,
books,
fusilad a los niños,
Kenzaburo Oé,
libros,
Mientrasleo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)