Adoro a este hombre. Cada libro es una experiencia y a la vez encuentras lo mismo. En cada libro de Baricco encuentro la frase más bonita del mundo, el momento más extraño, el romanticismo (no hablo de amor) más puro. Y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La Esposa joven.
Conocemos a la esposa joven cuando, al cumplir 18, tiene que regresar de Argentina para presentarse ante la familia del hombre con el que prometió casarse. En algún lugar del sur de Italia. En algún momento del siglo pasado. La familia: padre, madre, hija e hijo, tiene dinero gracias a las telas. Son distantes, temerosos de la noche y, sobre todo, muy desapegados. Adoran la calma y los desayunos y ninguno de ellos tiene nombre. El hijo ahora no está, entra en mayordomo, Modesto. Este si que tiene nombre. No son infelices, no se permite. Y tampoco se permiten los libros, de hecho leer está prohibido. Esto a la novia no le termina de parecer bien. Se relaciona con la familia en la que también hay un tío. Empecemos de nuevo: Modesto es quien la explica, la madre es una presencia hermosa, al padre le sucede algo, eso está claro, la hermana está lisiada y el hermano, no está. Ahora quizás se ha comprendido mejor, o tal vez no y por eso el propio Baricco se asoma a la novela un momento. Hay mucho que explicar...
"La infelicidad roba tiempo a la alegría, y en la alegría se construye la prosperidad".
Lo primero que hay que decir es que si vas a leer a Baricco, tiene que gustarte Baricco. En caso contrario, lo odiarás. Por eso uno empieza con Seda y se empalaga con palabras rebuscadas y situaciones imposibles en las que eso que otros llaman verosimilitud saltan por los aires. Sus libros son poesía y a la vez un cuento para adultos, fantasía alfombrando las calles de ciudades conocidas cuyas gentes no reconocemos pero a las que no gustaría encontrar. Yo por ejemplo, llevo años soñando con encontrarme al maestro que hace bombillas a mano, personalizadas en color, intensidad y duración para la persona que la encargaba. Lo cierto es que ni siquiera recuerdo de qué iba esa novela. Creo que había una cama y unos amantes, quizás uno posaba para el otro, qué más da... a mi, quien me enamoró, fue el hombre que hacía bombillas. Eso es leer a Baricco, enamorarse de una letra colgante, de un personaje escondido, un supuesto npc que te roba el corazón al apoderarse de un trocito de tu alma.
"Un jugador profesional, que ganaba con cartas invisibles".
La esposa joven es más de lo mismo y a la vez muy diferente. Un cuento a ratos retorcido, se le ha criticado mucho la cantidad de sexo que tiene, supongo que por la falta de costumbre, pero yo he entendido que forma parte del proceso de cambio en la novia (y aquí me planto que no quiero dar detalles). La novela trata sobre la superioridad moral, la indiferencia, pero no para el lector quien no puede quedarse a un lado de lo que se relata. Los sueños son vitales, un personajes solo vive ahí y es, junto con el ausente, parte más que vital de esta extraña novela de la que lo peor que uno podría decir es que es original, ya que limitarse a eso será casi prejuzgarla. Ahora podría explicaros lo que pasa con el narrador, algo absolutamente desconcertante, mutante y dos o tres -antes más que ahora no se me ocurren, pero también os lo dejo, por si lo queréis descubrir.
"Heredó de su familia un nudo enredado en el que nadie parecía ser ya capaz de distinguir cuál era el hilo de la vida y cuál el hilo de la muerte, y dijo que él se planteó deshacerlo".
La esposa joven no es la mejor novela de Baricco, pero es una novela de Baricco. Se disfruta, como tantas otras suyas, si se lee dos veces; una para entender y otra para atesorar. Pero, sobre todo, se recuerda. Porque Baricco se mete bajo la piel. Por si no se ha notado: vivo enamorada de la forma en que se retuercen las letras de Baricco.
"No habría podido decir qué estaba viviendo. Era un sortilegio. Lo sentí cerniéndose sobre nosotros, y cuando en el mundo no hubo nada más, a excepción de mi voz, intuí que en realidad no estaba pasando nada de lo que estaba pasando, ni nunca iba a suceder".
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
"No voy a morir de noche, lo haré a la luz del sol".
Gracias.
"Y luego oyó un crujido en su corazón de cristal, percibió un olor dulzón que reconoció y supo con certeza que en ese momento había empezado a morir".
1 comentarios:
Extraordinaria reseña, como nos tiene acostumbrada la autora de "Entre montones de libros". Pone por escrito lo que una había intuido con Baricco pero no supo expresar.
Publicar un comentario