martes, 6 de junio de 2017

Los casos de Horace Rumpole, abogado. John Mortimer



     "Yo, Horace Rumpole, abogado, a punto de cumplir sesenta y ocho años, letrado de poca monta en el Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales, comúnmente conocido como Old Bailey, marido de la señora Hilda Rumpole (para mí es «Ella, la que Ha de Ser Obedecida») y padre de Nicholas Rumpole (profesor de Sociología en la Universidad de Baltimore, siempre he estado muy orgulloso de Nick); yo, cuya mente rebosa de antiguos crímenes, anécdotas jurídicas y fragmentos memorables del Oxford Book of English Verse (en la edición de sir Arthur Quiller-Couch), además de un amplio conocimiento sobre manchas de sangre, grupos sanguíneos, huellas dactilares y falsificaciones mecanografiadas; yo, en la actualidad el miembro de mayor edad de mi bufete, tomo la pluma a mi avanzada edad en un momento de calma en el trabajo (no hay mucho delincuente por aquí, parece que los más notables villanos de Inglaterra se encuentran de vacaciones en la Costa Brava), a fin de intentar reconstruir por escrito algunos de mis triunfos más recientes (y ciertos desastres no menos recientes) acontecidos en los juzgados, y de paso conseguir algún dinero que no caiga de inmediato en manos de Hacienda, en las de mi ayudante Henry ni en las de Ella, la que Ha de Ser Obedecida, y quizá también de entretener un poco a los que, como yo, han encontrado en la justicia británica una fuente inagotable de diversión inofensiva."

     Tenía este libro en casa desde hace bastante tiempo, de hecho ni recuerdo si fue compra o regalo, simplemente apareció (algo similar a lo que le sucede, curiosamente, al protagonista con su esposa). El caso es que finalmente lo leí y hoy traigo a mi estantería virtual, Los casos de Horace Rumpole, abogado.

     Conocemos a Rumpole a lo largo de seis relatos que no son otra cosa que seis casos en los que ha trabajado. Como nexo de unión está su vida matrimonial, esa suerte de amor discutido con Ella, La Que Ha De Ser Obedecida además del tono mantenido en primera persona y algún personaje secundario. Ambientado en Inglaterra a finales de los sesenta recorrerá del divorcio al asesinato mostrando sus trucos mientras investiga para terminar en la sala de juicios.

     El humor inglés siempre ha sido una debilidad para mi. No iba a serlo menos en este caso, así que ha sido un placer conocer a Rumpole quien armado de ironía y sarcasmo nos dejará meter la nariz en seis de sus casos. No es un abogado importante, y no escatimará ocasión de demostrar que tanto las fuerzas policiales como los jueces, son, en el mejor de los casos, estúpidos o desinteresados en el noble arte de repartir justicia. Lejos del detective clásico, este hombre aficionado al clarete que necesita de su ingenio para sobrevivir, con una esposa temible y un hijo que parece querer seguir sus pasos personales, no tarda en ganarse el corazón del lector.
     Me sorprendió, tengo que reconocerlo, la ambientación. Supongo que por la cubierta, o por otros libros de la editorial ya leídos, tenía la idea por no decir la firme convicción, de estar ante una novela de corte victoriano. Nada más lejos de la realidad. El Londres que nos presenta Mortimer, el de finales de los sesenta, principios de los setenta es una ciudad accesible, de a pie, en la que, si corre el champán, es de marca blanca. Y me sorprendió, y reconozco que me gustó, que así fuera, como también me gustó no estar ante una suerte de Poirot capaz de deducir con su mente brillante cualquier enigma.

     El resultado es un libro francamente entretenido que se puede leer a la perfección como si fueran seis relatos, o como una novela completa en la que se suceden los casos. Encierra el reflejo de una sociedad muchas veces olvidada y mucha, mucha crítica social. Esta irá desde el matrimonio, hasta a las fuerzas de seguridad, pero siempre sin perder el sentido del humor en el que Mortimer demuestra ser un experto maestro.

     Muchas veces somos reacios a los relatos, y por eso, libros como este que funcionan casi como un híbrido entre los cuentos y la novela, son una perfecta opción para tantear el terreno sabedores de que vamos a disfrutarlo. Y vosotros, ¿os gustan los cuentos?

     Gracias.

21 comentarios:

Raúl Ógar dijo... [Responder]

Está bueno hacer distintas historias sobre un mismo personaje para una antología. Tuve esa idea para mi detective Norman Brichta, y esta reseña nmw alienta a hacerla.
Saludos.

Rocío CazaEstrellas dijo... [Responder]

Este es de los míos. Anotado pues. A mí también me habría sorprendido lo de la ambientación, y por las mismas razones. Un beso.

Mónica-serendipia dijo... [Responder]

Pues lo tengo a la mitad, ya sabes que Impedimenta es mi debilidad y el humor inglés mi perdición. Lo estoy disfrutando mucho, pero más por la crítica social y la sátira moral que no por el humor. Creo que me esperaba más humor, más tipo Woodehouse, y no es exactamente por ahí por donde van los tiros.
Por cierto, ¿sabías que Penelope Mortimer estuvo casa con John Mortimer y que "El devorador de calabazas" es una parodia de su matrimonio? Yo no lo sabía :-))) Besos.

CHARO dijo... [Responder]

Me gustan los relatos y la reseña me ha parecido muy interesante.Besicos

Aylavella dijo... [Responder]

¡Tiene muy buena pinta! Me lo apunto, no me importa leer relatos y si son de este estilo, más.
Besos

Aydita dijo... [Responder]

Este de momento lo dejaré pasar aunque no lo descarto para más adelante
Besos

Marisa G. dijo... [Responder]

Me encantan los cuentos, me encanta Impedimenta y me encanta este libro. A ver si le hago hueco.. Besos

Maite dijo... [Responder]

Sí, me gustan.
Reconozco que leo poquiros libros de relatos.
Este lo anoto.
Gracias. Un abrazo

Sofia dijo... [Responder]

Yo en tu lugar también me hubiese esperado una ambientación en la época victoriana, como es común de esta editorial.
Me gustan los cuentos y me llama esta historia, así que me lo llevo.
Un abrazo.

Mi Álter Ego dijo... [Responder]

Creo que ya te he comentado alguna vez que no soy muy de cuentos pero éstos no pintan mal. A mí también me gusta el humor inglés. Besotes!!!

Margari dijo... [Responder]

Me gustan, me gustan. Así que con este libro me tientas y mucho!
Besotes!!!

Carla dijo... [Responder]

Pues me has convencido, me lo llevo, si tiene esa mezcla de la que hablas puede gustarme
Besos

mar dijo... [Responder]

No había oido hablar de él pero por lo que cuentas me parece interesante. Antes no me gustaban pero ahora cada vez leo mas cuentos y relatos. Así que me apunto el libro. Besinos.

Mi tarde junto a un libro dijo... [Responder]

Hola! En este caso lo dejo pasar porque siempre voy buscando otro tipo de historias y con estas no me animo.
Besos!

J.P. Alexander dijo... [Responder]

Me encanta este tipo de libros gracias por la reseña

Mary-chan dijo... [Responder]

¡Hola! Pues sí que me gustan los cuentos, aunque no soy especialmente fan de los libros de relatos, pero este tiene muy buena pinta. Me lo llevo apuntado.

Besos!

Inés dijo... [Responder]

Pues sí, cuando he leído años 60 me he sorprendido.Me encanta el apodo de la esposa.Me gusta lo que cuentas,por cierto,no conocía esta novela.Esta editorial me gusta mucho.
Besos

Natàlia dijo... [Responder]

Pues yo soy de las reacias a los relatos, pero mira con este no me importaría probar.
Un beso ;)

Rocío - Mis apuntes de lectura dijo... [Responder]

Este tampoco lo conocía y también me lo llevo apuntado. Un beso

Alx dijo... [Responder]

Hola, soy 'medio' nuevo por aquí: leo desde hace un tiempo el blog en busca de recomendaciones literarias, pero no he comentado nunca hasta hoy... Y es que me ha llamado la atención lo de "Ella, la que debe ser obedecida", ¿es una referencia a la Ella de Henry Rider Haggard, no? Creo recordar que debía ser tratada con el mismo epíteto...
Saludos

Lagarto verde dijo... [Responder]

Guauuu, super interesantíiiiisimo.
Si a veces me gusta leer relatos aunque no tengan nada que ver entre sí, que sean seis casos distintos, me gusta, tipo CSI, jajja. Es broma. Quiero decir que me parece original, me lo anoto sin dudar.
Me ha picado aún más si cabe la ambientación. Me apetece mucho.
besos.