miércoles, 10 de septiembre de 2025

Santos como nosotros. Niamh Ní Mhaoileoin

      «¿Te lo puedes creer? —le diría—. ¿Me imaginas allí, en la plaza de San Pedro, en primera fila? A la hermana lesbiana de un santo, literalmente».

     Hoy es uno de esos días que llego pensando que he descubierto un libro, así que si ya lo conocéis y lo habéis leído todos, pues no me lo digáis que me hace ilusión. Hoy traigo a mi estantería virtual, Santos como nosotros.

     Jay perdió a su hermano Ferdia cuando él tenía 24 años y estaba a punto de convertirse en sacerdote. Pero eso fue hace años, de hecho en ese momento Jay estaba a punto de darse el primer beso con una chica. Desde entonces han sucedido muchas cosas, muchas además relacionadas con abusos e iglesia que han producido grietas y cambios. Jay, por ejemplo, que viene de una educación ultracatólica, ya no tiene fé. La cosa es que ahora, diez años después de la muerte de Ferdia, Jay recibe una llamada de sus padres que hacen que su mundo se sacuda: quieren que su hermano sea santo. Pero santo de verdad, como San Patricio. Y Jay es lesbiana y la posición del catolicismo más cerrado ante la homosexualidad es la que es, por poner un ejemplo, aunque claro, entre el Papa actual (en la novela) y el anterior han canonizado a mucha gente.

     Para ser una primera novela, hay que reconocer que la autora se ha metido en un gran jardín: el de la protagonista lesbiana que viene de una cuna ultracatólica y ve a su querido hermano mayor entregar su vida a la misma iglesia que no acepta la homosexualidad. Guau. Y luego va el chico y tiene un accidente. Aún así ese no es el único tema, es una novela equilibrada en la que la identidad, el duelo, la emigración o la depresión tienen un espacio más que considerable en la novela. De hecho, la identidad podría decirse que es el tema más importante ya que la protagonista ve chocar su mundo actual con aquel otro en el que se formó, algo para lo que la autora se ayuda de la novia de Jay. Se ve representado el sentimiento irlandés hacia la iglesia, la vergüenza incluso ante el fallo y, pese a la postura y la época, la autora hay un gran trabajo de comprensión a todos los niveles, defendiendo las posturas individuales ya sean a favor o en contra de aciertos o errores de la iglesia. No señala, como pudiera preconcebir un lector de sinopsis, solo habla de tender manos y comprender a quienes no piensan igual, y, si no se puede, respetar. Así de sencillo y así de complicado al mismo tiempo.
     Jay es un personaje brutal, el lector se siente arrollado por sus emociones y no puede evitar pensar en cómo se tiene que estar sintiendo con todo lo que vive. La novela es queer, es católica, un drama, te hace reír. Es una novela rápida y a la vez hace que uno se quede pensando en algunas de las llaves que plantea. Habla de la Iglesia y de Irlanda y también del peligroso ultraconservadurismo que hizo que se viviera en muchas familias una suerte de represión que provocó un efecto rebote hacia el lado opuesto. Y por eso es tan importante la gran pregunta: ¿qué querría Ferdia? ¿El chico que murió hace trece años querría, no ya ser santo, sino convertirse en una imagen utilizada para predicar a la nueva generación unos valores extremistas que provocan que se alejen de la Iglesia? Pensadlo porque es una pregunta con muchas aristas, nadie querría alejar.

     Santos como nosotros me ha parecido una gran novela. Toda una experiencia lectora firmada por una mujer cuyo nombre, y de esto estoy segura, más me vale ir aprendiendo a pronunciar.

     Una cosa, ¿no os encanta la cubierta del libro?

     Gracias.


lunes, 8 de septiembre de 2025

La esposa joven. Alessandro Baricco

     
     "Desde hace ciento trece años, todo hay que decirlo, en nuestra familia todos han muerto de noche.
Esto lo explica todo".

      Adoro a este hombre. Cada libro es una experiencia y a la vez encuentras lo mismo. En cada libro de Baricco encuentro la frase más bonita del mundo, el momento más extraño, el romanticismo (no hablo de amor) más puro. Y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La Esposa joven.

     Conocemos a la esposa joven cuando, al cumplir 18, tiene que regresar de Argentina para presentarse ante la familia del hombre con el que prometió casarse. En algún lugar del sur de Italia. En algún momento del siglo pasado. La familia: padre, madre, hija e hijo, tiene dinero gracias a las telas. Son distantes, temerosos de la noche y, sobre todo, muy desapegados. Adoran la calma y los desayunos y ninguno de ellos tiene nombre. El hijo ahora no está, entra en mayordomo, Modesto. Este si que tiene nombre. No son infelices, no se permite. Y tampoco se permiten los libros, de hecho leer está prohibido. Esto a la novia no le termina de parecer bien. Se relaciona con la familia en la que también hay un tío. Empecemos de nuevo: Modesto es quien la explica, la madre es una presencia hermosa, al padre le sucede algo, eso está claro, la hermana está lisiada y el hermano, no está. Ahora quizás se ha comprendido mejor, o tal vez no y por eso el propio Baricco se asoma a la novela un momento. Hay mucho que explicar...

     "La infelicidad roba tiempo a la alegría, y en la alegría se construye la prosperidad".

     Lo primero que hay que decir es que si vas a leer a Baricco, tiene que gustarte Baricco. En caso contrario, lo odiarás. Por eso uno empieza con Seda y se empalaga con palabras rebuscadas y situaciones imposibles en las que eso que otros llaman verosimilitud saltan por los aires. Sus libros son poesía y a la vez un cuento para adultos, fantasía alfombrando las calles de ciudades conocidas cuyas gentes no reconocemos pero a las que no gustaría encontrar. Yo por ejemplo, llevo años soñando con encontrarme al maestro que hace bombillas a mano, personalizadas en color, intensidad y duración para la persona que la encargaba. Lo cierto es que ni siquiera recuerdo de qué iba esa novela. Creo que había una cama y unos amantes, quizás uno posaba para el otro, qué más da... a mi, quien me enamoró, fue el hombre que hacía bombillas. Eso es leer a Baricco, enamorarse de una letra colgante, de un personaje escondido, un supuesto npc que te roba el corazón al apoderarse de un trocito de tu alma.

     "Un jugador profesional, que ganaba con cartas invisibles".

      La esposa joven es más de lo mismo y a la vez muy diferente. Un cuento a ratos retorcido, se le ha criticado mucho la cantidad de sexo que tiene, supongo que por la falta de costumbre, pero yo he entendido que forma parte del proceso de cambio en la novia (y aquí me planto que no quiero dar detalles). La novela trata sobre la superioridad moral, la indiferencia, pero no para el lector quien no puede quedarse a un lado de lo que se relata. Los sueños son vitales, un personajes solo vive ahí y es, junto con el ausente, parte más que vital de esta extraña novela de la que lo peor que uno podría decir es que es original, ya que limitarse a eso será casi prejuzgarla. Ahora podría explicaros lo que pasa con el narrador, algo absolutamente desconcertante, mutante y dos o tres -antes más que ahora no se me ocurren, pero también os lo dejo, por si lo queréis descubrir. 

     "Heredó de su familia un nudo enredado en el que nadie parecía ser ya capaz de distinguir cuál era el hilo de la vida y cuál el hilo de la muerte, y dijo que él se planteó deshacerlo".

     La esposa joven no es la mejor novela de Baricco, pero es una novela de Baricco. Se disfruta, como tantas otras suyas, si se lee dos veces; una para entender y otra para atesorar. Pero, sobre todo, se recuerda. Porque Baricco se mete bajo la piel. Por si no se ha notado: vivo enamorada de la forma en que se retuercen las letras de Baricco.

     "No habría podido decir qué estaba viviendo. Era un sortilegio. Lo sentí cerniéndose sobre nosotros, y cuando en el mundo no hubo nada más, a excepción de mi voz, intuí que en realidad no estaba pasando nada de lo que estaba pasando, ni nunca iba a suceder".

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     "No voy a morir de noche, lo haré a la luz del sol".

     Gracias.

     "Y luego oyó un crujido en su corazón de cristal, percibió un olor dulzón que reconoció  y supo con certeza que en ese momento había empezado a morir".

     

lunes, 1 de septiembre de 2025

La desconocida. J. D. Barker & James Patterson

 


     Las vacaciones son para el verano y el verano para las novelas de no pensar. Al menos la parte del verano que se pasa en la piscina. Hoy traigo a mi estantería virtual, La desconocida.

     Viajamos a Hollows Bend. Todo empezó un día cualquiera, bastante antes de la grabación del primer capítulo en realidad. Empezó con la aparición de una chica desnuda y sucia en el bar local más popular. Además de aparecer ella, un montón de cuervos empezaron a chocar contra las ventanas. A partir de ahí todo fue de mal en peor en ese pequeño pueblo de New Hampshire, ya que sus habitantes entraron en una suerte de terrorífica espiral marcada por la sangre. El sheriff desaparece y la joven Riley quiere saber qué sucede en un pueblo en el que madres matan a sus hijos, se suicidan o automutilan. Mientras, la joven muda aparecida, tiene unas marcas en los brazos. Y recordemos, todo empezó con ella.

     Bueno, vayamos por partes. En esta novela el dúo de actores han demostrando haber leído mucho terror en los años 70/80. Tanto, que la lectura nos traslada a esa época, lo cual no sería malo salvo porque las escenas de impacto ya las hemos visto muchas veces (la entrada es muy teatral en plan Carrie, seamos serios) y ahora nos sentimos ante una película de serie Z. Para paliar esto, no olvidemos que sus autores son pesos pesados, lo único que tienen que hacer es el tándem habitual de capítulos cortos y siempre-están-pasando-cosas como si de este modo el lector no fuera capaz de pensar en lo que está leyendo. Sin embargo logran el efecto contrario y uno se encuentra pensando eso de "ya solo falta que me digan que..." (¿lluevan pájaros muertos?) para adelantarse justo a lo que sucede en el siguiente capítulo. O dentro de dos. Y es que si la primera premisa es pueblo idílico en el que llega alguien y empieza a pasar todo malo (¿Salem's Lot, dices?) ya partimos de una base poco original. La comparación con King se veía venir de lejos en este batiburrillo con aspiraciones a terror leído en la postadolescencia y recordado con nostalgia que llega, cuanto menos, con década y media de retraso a las librerías. (Por cierto, el pueblo... La Cúpula...).

     Supongo que lo fácil es decir que es una novela impredecible, pero es que hay cosas que son imposibles de adivinar y, seamos sinceros, no se puede ni se debe sacrificar una novela buscando esa palabra. El final acaba siendo más desconcertante que otra cosa. Como en este caso.

     La desconocida es una novela perfectamente prescindible. Y mira que me gustan mucho ambos escritores pero todo el mundo puede echar un borrón.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 20 de agosto de 2025

Figuras ocultas. Jason Rekulak

 


     Si a mi me preguntasen, diría que el verano es para el terror. Porque uno tiene más tiempo, porque leerlo por la noche, sabiendo que es demasiado tarde como para que haya personas normales despiertas le da un plus... los grillos... verano. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Figuras ocultas.

     Cuando conocemos a Mallorie lleva año y medio sin beber y acaba de conseguir un trabajo aparentemente fácil y que le puede venir al pelo: será la niñera del hijo de Ted y Caroline, Teddy, un niño con el que encaja desde el primer momento. Ahora Mallorie usa piscina, pasea por un barrio seguro y tiene a un niño artista que es feliz mostrándole sus dibujos: palotes de niño de 5 años. Todo parece perfecto hasta que el niño dibuja a un hombre arrastrando un cuerpo con unos detalles impropios de alguien de su edad. Dibujos turbios que llevan a Mallorie a descubrir un suceso muy cerca de ella. Y a otros a pensar que quizás su salud mental no es la que debiera para ese trabajo.

    Tengo que decir en primer lugar que la novela, si bien es cierto que comienza como una historia de terror, poco a poco va derivando hacia un thriller en su última parte. El autor, que había realizado un buen trabajo de ambientación, comienza a perder pie a medida que sacrifica elementos importantes de la novela bajo una premisa que se va volviendo cada vez más habitual: sorprender al lector.

Me gustó mucho el patrón de la relación Mallorie y Teddy, la existencia de los dibujos, lo que la protagonista ve en ellos y la forma de presentarlo al lector, que se siente en todo momento parte de la historia, así que en ese sentido todo iba estupendo. Sin embargo los problemas comenzaron con las sorpresas, y es una faena ya que no puedo desvelar ninguna sin estropear el libro. Así que me limitaré a decir que hay puntos de Mallorie que son "demasiado adecuados" y otros que aparecen por cómodos para luego resultar olvidados. En cuanto a otros personajes, hay uno particularmente que me ha chirriado de forma salvaje desde que comenzó a desarrollarse la sorpresa. Ví las pistas, claro, pero aún así me ha parecido un cambio oportunista que poco o nada tenía que aportar a la historia principal.

     Al final Figuras ocultas no me ha convencido. Vi que fue elegido como uno de los libros del años en 2022 en GR así que tal vez sea yo que soy más polilla o simplemente no me ha pillado en el momento adecuado para disfrutar de él. 

     Y vosotros, ¿seguís los premios GR de lectores?

     Gracias.

lunes, 18 de agosto de 2025

Quién mató a mi padre. Édouard Louis

 


     "Cuando se le pregunta qué significa para ella la palabra racismo, la intelectual estadounidense Ruth Gilmore responde que el racismo es la exposición de determinados colectivos a una muerte prematura".

     Con mis momentos mejores y peores creo que poco a poco me he ido leyendo toda la obra de este autor. Hoy traigo a mi estantería virtual, Quién mató a mi padre.

     Supongo que esta vez es fácil y es que si el libro es de Édouard Louis, de un modo u otro, conocemos a Édouard Louis.

     La novela comienza de frente, con una fuerte crítica social a los privilegios masculinos, la opresión social y el uso de la política como cuchillo, para inmediatamente después llevar al narrador a visitar a su padre tras mucho tiempo, al que encuentra muy deteriorado y en el que refleja una parte de los problemas sociales existentes. Descubrimos además que el padre no fue tal, nos presenta una historia de fracasos permanentes que provocan daños en el narrador, así que nada nuevo por este lado.

    Louise es conocido por manejar la autoficción y llevar su activismo y su mirada crítica a la sociedad al terreno propio. En esta ocasión nos habla de su padre, al que disecciona como un hombre con sus defectos que es víctima de la época que le ha tocado vivir y al que incluso permite un punto de cambio. Sin embargo, y posiblemente este sea el punto que hace que la novela gane interés, esta vez hay una crítica más directa, una reflexión acusatoria que trasciende la no ficción y eso hace que el lector no se sienta tan preso de una historia personal que, por lo dramáticamente adecuada a los fines de Louise, muchas veces se ha puesto en duda. Era evidente que la masculinidad y la violencia iban a estar en el centro del foco de atención, pero en esta ocasión y acertadamente, el autor sabe hacerse un poco a un lado para permitir el protagonismo a su padre (algo que no supo hacer con la historia materna). Esto suaviza la sensación de leer algo ya contado, la enésima historia de la misma vida en un panorama literario que tiene todas las opciones para un hombre que triunfó ya con su primera novela.

     Quién mató a mi padre me ha parecido una buena opción para quien ya haya leído al autor. Sin embargo deja el regusto agridulce de quien lee a alguien que no se arriesga.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 13 de agosto de 2025

La chica de Kyushu. Seisho Matsumoto

 

     "Kiriko Yanagida salió de su ryokan en Kanda a las diez de la mañana. 
     Habría salido antes, pero había oído decir que los abogados de renombre nunca llegaban a sus bufetes a primera hora. Por eso había decidido esperar hasta las diez. 
     El abogado al que Kiriko había ido a ver expresamente desde Kyushu se llamaba Kinzo Otsuka. Kiriko, una mecanógrafa de veinte años, no tenía por qué saber que Otsuka era el mejor abogado en derecho penal. De hecho, no lo sabía hasta que ocurrieron los hechos que le cambiaron la vida para siempre".

     El verano es buen momento para rescatar libros de la pila de pendientes. Con las novedades en paro no hay tentaciones y uno puede dedicarse a aligerar a viejos conocidos que han estado meses mirándonos desde los estantes. Hoy traigo a mi estantería virtual, La chica de Kyushu.

     Esta vez el argumento es sencillo: Conocemos a Kiriko, una chica humilde que viaja desde Kyushu a Tokio para encontrarse con un abogado famoso. En resumen, este es el título de la obra.
Bien, sigo, la chica viaja porque su hermano ha sido acusado de asesinato y ella está convencida de su inocencia. El abogado le dice que no va a representarlo porque bueno, él es caro, y la recomienda que se quede con el abogado típico de oficio. Total, que sin la defensa de un buen abogado, el hermano de Kiriko acaba en la cárcel, donde muere. Kiriko ha seguido con su vida y ahora vive en Tokio, lo que le da la fácil oportunidad de contar al abogado lo que ha sucedido y eso hace que el abogado tenga remordimientos de conciencia.

      Es fácil pensar que estamos ante una novela negra, pero en realidad la identidad del asesino no va a ser lo que mueva toda la historia. Lo que hay aquí es, sobre todo, denuncia social. La falta de oportunidades ligada a la falta de recursos y sus consecuencias, una de las cuales es la indiferencia ante lo que te suceda si eres alguien olvidable. Eso ya se percibe en las primeras páginas del libro. También hay, por supuesto, una parte de ambientación y costumbres, y lo que para mi ha sido una gran sorpresa. Estamos acostumbrados a la fortaleza femenina en las protagonistas y la novela asiática, suele hacer gala de dicha fortaleza en diferentes formas de manifestación, pero es que aquí, además, juega con que la trama se desarrolla hace más de medio siglo, y consigue que no se sienta como algo que fue moderno y ahora queda trasnochado. 
     Esto en cuanto a lo que es la novela de manera formal. A la lectura, ya que aquí no ha sido todo positivo, tengo que reconocer que le encontré distintos problemas. En primer lugar el autor se repite mucho: pareciera que cada vez que aparece alguien hubiera que ponerle al día no sea se haya perdido de qué va la historia. Y, la verdad, al final me lo aprendí y se convirtió un poco en soniquete. Por otro lado, y para la escasa división capitular que presenta la novela, parece que se va desdibujando a medida que avanza y, aunque el último capítulo se encarga de colocar la historia, los que lo preceden de forma inmediata se han encargado de estropearla un poco. La trama se resuelve, sí, e incluso hay un pequeño giro, pero como decía al principio, aquí la identidad del asesino no es lo verdaderamente importante, la historia de Kiriko, sí. Desde el periodista que muestra la historia hasta el abogado que tenía que ir a jugar al golf y no le hizo caso, todo se mueve para demostrar que vales aquello que puedes pagar.

     A La chica de Kyushu le he visto sus virtudes, pero también sus defectos.

    Y vosotros, ¿tenéis una gran pila de pendientes?

     Gracias.
      

lunes, 11 de agosto de 2025

Suave es la furia. Sash Bischoff

 


     "Cuando todo ha pasado, continúa allí de pie, atrapada tras un muro de cristal, sacudida por un horror mudo, sísmico. 
      Fuera, el amanecer apenas ribetea el horizonte de dorado; el cielo sobre el Hudson es un morado incipiente, la epidermis de pizarra se vuelve plata líquida mientras la niebla retrae los dedos. El mundo permanece en una calma lechosa, ajeno aún a la carnicería del interior. Sin embargo, ella lo sabe: nada volverá a ser igual. 
      Aturdida, recorre con la mirada su vestido, moteado de rojo oscuro. Las manos inocentes, no sabe cómo, pegajosas por la sangre. Hay tanta por todas partes, es tan vívida…"

     Cuando uno pasa días sin moverse, lo que hace es leer. Por eso me he puesto al día de novedades que iréis viendo. Hoy traigo a mi estantería virtual, Suave es la furia.

     Conocemos a Lila, actriz famosa y prometida a un cineasta que ahora va a rodar una adaptación de Suave es la noche. Para prepararse para el papel comienza a acudir a un terapeuta que desenterrará su pasado.

     Me gusta Fitzgerald y me gustan sus excesos, por eso esta novela atrajo mi atención. La adaptación de corte feminista de una de sus obras bajo el prisma de la sociedad actual me pareció interesante. En este caso más allá de la adaptación en la que va a trabajar la protagonista, Bischoff deja perlas para ser recogidas por los lectores de F, en su mayor parte fáciles de identificar, así que en ese sentido tengo que reconocer que la novela superó lo que esperaba. 
     En cuanto a la trama formal estamos ante una novela de misterio marcada por la narración de Lila, la protagonista que se irá moviendo en un hilo pasado en el que descubriremos su llegada al mundo del cine, y el presente, y la narrativa de su terapeuta Jonah. Lila es presentada como una actriz ambiciosa, de esas que llaman de método, que ahora está convencida de que está ante la oportunidad de su vida de consolidarse como actriz y también como pareja de éxito dentro del mundo del cine. Sin embargo, dentro de cada oropel, hay un rastro podrido que se intenta ocultar con el brillo, y la autora no tarda en mostrarlo. La novela se adentra en el glamour del celuloide de ese modo ambiguo que hace sospechar que todo puede estar podrido y, poco a poco, va tejiendo una historia retorcida marcada por la venganza. Es además importante, o al menos a mi me lo parece, señalar la estupenda forma que tiene de enfocar el hilo del terapeuta, marcado por las sesiones y anotaciones de la propia protagonista, logrando que la fiabilidad del narrador se ponga en duda para ambas partes ya que, más que enrevesar las propias palabras, lo que hace es aprovecharse de la experiencia lectora que proporcionan muchos de los títulos que han ido apareciendo en el mercado literario en los últimos años.
     
     Suave es la furia es una novela muy entretenida que se ayuda de giros y momentos inesperados para el lector que, de este modo, ve como las páginas vuelan. Y hoy es bastante complicado encontrar una novela que logre eso. En definitiva, una buena lectura para llevar este verano encima a la piscina.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.