lunes, 18 de noviembre de 2024

El año de la langosta. Terry Hayes

 


     "Una vez fui a matar a un hombre. En otras ocasiones, cuando era más joven, había seguido a mi objetivo por callejones iluminados por letreros de neón de Tokio, había visto el sol ponerse sobre la mezquita de las Nueve Cúpulas y había esperado en el muelle del centro de Estambul mientras las lágrimas de una mujer caían como la lluvia".

     Personalmente tengo que decir que veo espías y allá que voy. Además Pilgrim no estuvo mal así que todo eran señales para ir a por este mamotreto. Hoy traigo a mi estantería virtual, El año de la langosta.

     En esta ocasión conocemos a Kane. Y digo en esta ocasión porque la narración tiene mucho de la primera obra del autor en cuanto a el tono. Se trata de un excapitán de submarino ahora espía que viaja a Oriente Medio para buscar, obviamente, a un terrorista que había sido dado por muerto y que, como no podía ser de otra manera, planea un gran atentado en suelo americano.

     La novela bebe bastante de Pilgrim en los tonos, o eso o bien todos estos hombres hablan como si lo supieran todo, hubieran estado en todas partes y conocieran lo que piensa cualquiera que, en algún momento o no, se hubiera cruzado, o no, en su camino. Para que nos entendamos, el protagonista es un fanfarrón egocéntrico que, por muy bueno que sea, jamás lo será tanto como se vende. No por nada, es solo que es imposible. Y la novela va avanzando hasta llegar a una tercera parte que no me queda del todo claro qué pinta en la novela. Que sí, Hayes, que Kane es buenísimo y salva al mundo todas las veces que haga falta, pero se te ha ido la mano. Sobre todo porque no tienes en cuenta alguna de las reglas fundamentales para los aficionados al género que rozas al final de la historia.

     He visto que hay opiniones totalmente encontradas con este título y a estas alturas ya queda claro que yo me sitúo entre los que no salimos nada satisfechos de su lectura. Posiblemente la culpa la tenga el protagonista, que cuenta lo que le ha pasado y que no me ha caído bien en ningún momento, pero tampoco mal como para regodearme en un Ignatius disfrutado en La conjura de los necios. En este caso, simplemente me caía gordo recorriendo el mundo para salvarnos a todos del atentado global. Suena tan grandilocuente... que para cuando llegas a la parte final y toca hacer el salto de fé, me negué en redondo a creerme nada. 

     El año de la langosta tiene descripciones llamativas, escenas fuertes, un protagonista con carisma y todas esas cosas que provocan que leas las ochocientas páginas con ganas, pero también posee los defectos que hacen que yo, y esto es una opinión totalmente personal, pierda el interés pensando: "venga ya". Todo es tan grandilocuente que cansa y se vuelve banal por un exceso que inmuniza y, finalmente, molesta. El autor ha buscado estar en la cima en todo momento, lo que posiblemente sea el motivo que lo empujó a experimentar en esa segunda parte que, para mi, termina de estropearme la lectura. Y es que si a mi me preguntan, la espera no ha merecido la pena.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

lunes, 11 de noviembre de 2024

La primera mentira gana. Ashley Elston

 


     "Todo empeña por pequeñas cosas: un cepillo de dientes en el vaso del lavabo, unas prendas en el cajón más pequeño, cargadores de teléfono en ambos lados de la cama. Luego estas pequeñas cosas dan paso a otras algo más importante: las cuchillas de afeitar, el enjuague bucal y las píldoras anticonceptivas comienzan a disputarse el espacio en el botiquín y la pregunta cotidiana pasa de "¿Vas a venir?" a "¿Qué hacemos para cenar?".

     Y por más que lo haya estado temiendo, este paso de ahora era inevitable". 

     Y aquí estamos, buscando nuevamente el libro entretenido que me haga pasar las horas volando. Hoy traigo a mi estantería virtual, La primera mentira gana.

     Conocemos a Evie Porter, una joven que vive inmersa en la fachada que se ha creado. Novio perfecto, casa perfecta, todo perfecto. Pero todo es mentira.

     Bueno, tampoco es que vaya a contar mucho más ya que la sorpresa forma parte de lo divertido. Solo diré que es una novela que se mueve en dos hilos temporales, uno presente y otro en el pasado escondido de la protagonista, donde conoceremos al Sr Smith. La trama, como podéis ver, no es particularmente original, pero la novela juega con la forma en que está escrita dando un buen punto en el primer tercio, en el que llega a sorprender al lector ya habituado a los giros del género. Sin embargo Elston no es capaz de mantener esa sensación durante todo el libro, quedando el resto en algo más manido. La novela cae en los márgenes habituales de protagonista de éxito, amor inesperado (en serio, es totalmente esperado), conflictos, secretos...  para adentrarse en el juego psicológico de saber quién está diciendo la verdad. Nada nuevo bajo el sol.

     La primera mentira gana es una novela entretenida en la que el lector deja de sorprenderse para acabar resistiendo la tentación de hacer una lectura en diagonal. ¿Es entretenida? Sí, si lo único que quieres es una lectura ligera en la que sea a simple curiosidad la que te lleve al final de la historia. Pero poco más se le puede pedir en un panorama saturado de este tipo de novelas.

     Hoy una reseña breve para una novela que permanecerá el mismo tiempo en la memoria del lector.

     Y vosotros, ¿con qué novela comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 30 de octubre de 2024

Actos humanos. Han Kang


     "Espero que tú me guíes a partir de ahora. Que me lleves a la claridad, a donde brilla la luz, a donde se abren las flores".

      Y si empezamos la semana con Han Kang, seguimos con ella. Hoy traigo a mi estantería virtual, Actos humanos.

    Como resumen colosal de esta novela basta decir que la autora cuenta la historia de víctimas y supervivientes del levantamiento producido en Corea del Sur en 1980. Y más concretamente en Gwangju.

     Con uno de los comienzos más impactantes que recuerdo, la novela pone voz a un adolescente que vive en mitad del horror, tanto que parece catalogar los muertos como forma de ayuda en una narración totalmente directa que deja al lector impactado. Y entonces avanza y descubre el primer gran secreto de la novela: nunca sabes quién hablará. Y el segundo: no hay tregua donde no hubo paz. Y el último: esta novela, aunque no sea tuya, aunque tú no lo hayas vivido, aunque no conozcas los lugares o las sensaciones, se dirige a ti. Y el lector lo acepta. Porque realmente poco importa donde se produzca el estallido de violencia o la masacre, ya se ha producido en otro lugar o se irá a producir mañana, o el mes que viene. Solo que Kang elige Corea. Pero volvamos al chico, una persona, un hilo para contar una historia que se mueve en el tiempo para permitir a la autora reflexionar. Quizás por estar en España donde aún se recuerda la Guerra Civil, se ve esta novela de otro modo, una novela que habla de actos humanos, de actos de violencia pero también de ayuda. Parece que Kang no está dispuesta a dejar que los lectores terminen sus libros bajo la luz de la indiferencia. Por eso en esta novela, igual que lo hizo en La Vegetariana, los perturba sacudiendo su conciencia. Para ello acude a distintos personajes en los que, más que basarse en la violencia como tal, lo que hace es centrarse en ellos, en su forma de reaccionar, de afrontar o evitar (sirva de ejemplo el niño del principio). Y así avanzamos a lo largo de seis de las siete partes de la novela. Entre la brutalidad, el horror y la humanidad tan firmemente ligados que dan escalofríos, porque forman parte de la naturaleza de las personas. Porque es una historia que se repite y hay quien en lugar de sofocar la violencia parece alentarla. Y entonces llegamos a la parte séptima.

      Ahora vemos lo que hemos leído. El levantamiento sucedió, la autora no se convierte en un personaje, al contrario, lo que hace es convertir la novela en una memoria. Entendemos sus reflexiones, su relación, dimensiona la historia. El golpe de gracia que no tiene ninguna gracia en realidad. La novela termina "sin ruido" (al leerla lo entenderéis), pero provoca un silencio atronador en quien la tiene en sus manos.

     Actos humanos es una novela profundamente perturbadora sobre la verdadera naturaleza del ser humano, la violencia y las formas de sobrevivir a ella. Kang no escribe para dejarnos tranquilos.

     Y vosotros, ¿buscáis el libro más conocido de un autor premiado o preferís investigar?

     Gracias.



     La novela saldrá con esta cubierta en 5 de diciembre por Literatura Random House. La reseña se abre con la cubierta de la novela que yo leí en su momento.

lunes, 28 de octubre de 2024

La vegetariana. Han Kang

 


     "Antes de que mi mujer se hiciera vegetariana, nunca pensé que fuera una persona especial".

     Leí La vegetariana cuando lo trajo la editorial Rata que, si no ha desaparecido, la verdad es que hace mucho tiempo que no veo una novedad suya por alguna librería. Si ahora recupero este título es porque acaba de recibir su autora el Premio Nobel de Literatura y, si os pasa como a mi casi todos los años, pues seguramente muchos estéis buscando información sobre qué tipo de libros escribe. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La vegetariana.

     Con esa frase aparentemente sin importancia da comienzo el libro que cuenta como su protagonista, Yeong-hye, una mañana se levanta tras haber soñado mucho, y se descubre vegetariana. No en un monstruoso insecto que hubiera dicho Kafka, si no en algo aparentemente mucho más sencillo e inocuo, una simple vegetariana. Sin embargo, y como sucede en la famosa novela, las cosas pueden tener raíces mucho más profundas de lo que aparentemente puedan parecer. La protagonista, y voy a referirme muchas más veces a La Transformación, es tan insignificante como una cucaracha (no soy sutil, lo sé) y es que, incluso para relatar su propia historia carece de voz propia. Serán su marido, su cuñado y su hermana, personas que valen algo por lo que son y por lo que hacen, en cambio ella, ¿qué hace? pues parece que nada. Al menos hasta que se reivindica como vegetariana, algo que provoca el rechazo inmediato. Para Kang la carne se convierte en algo visceral y la novela se vuelve una pesadilla de tortura, violación y violencia y aún así ser vegetariana no es vendido como un proceso de purga o de iluminación que será capaz de hacer feliz a Yeong-hye. Ni siquiera de salvarla. De hecho hay un momento durante la lectura en el que estuve segura de que iba a morir.

     La novela muestra la normalidad anodina, la vida gris aparentemente estable y la fragilidad de la misma. La burbuja de la protagonista estalla y, de algún modo, llega una de las escenas más escalofriantes de la novela en la que su padre la intenta hacer comer carne por la fuerza y ella prefiere apuñalarse a ceder. Dicho así puede parecer una tontería, pero la autora es capaz de que el lector en ese momento se posicione a favor de Yeong-hye. Escalofriante, ¿verdad? También lo es intentar desgranar el argumento basándose solo en los hechos que se mencionan, aquí las capas son mucho más profundas. 

     La vegetariana es la historia de un descalabro, de un derrumbe familiar en el que un acto aparentemente banal se convierte en la única piedra angular que va a quedar en pie. Una novela que se divide en tres partes marcadas por las reacciones, las obsesiones y los intentos de seguir a flote pero que, pese a esto, refleja perfectamente la impasibilidad de quienes tenemos al lado ante nuestro propio sufrimiento. Es una novela visual y sangrienta en la que una persona intenta sobrevivir en el centro del caos, tal vez como un árbol, como una planta. De tan invisible parece que no esté. Quizás esa la mejor manera de aislarse de este mundo violento y cruel que moramos todos.

     La vegetariana es una historia sencilla, una novela complicada, hermosa, horripilante y visceral. Es una historia incapaz de dejar a alguien indiferente que está escrita de una forma que nos resultará extraño. Y aún así, aún no he conocido a nadie que haya sido capaz de dejarla a medias.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

lunes, 21 de octubre de 2024

Intermezzo. Sally Rooney

 


    Si hay una escritora cuyas novelas son un acontecimiento, esa es Sally Rooney. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Intermezzo.

     Conocemos a Iván y a Peter, hermanos. El primero es el menor, de 22 años, jugador de ajedrez y con un trabajo... bueno, un trabajo que palidece frente al éxito laboral de Peter como abogado. Pero lo que si tienen ambos en común, y ahí está la novela, es una vida personal desestructurada cuanto menos. El ajedrecista se acuesta con una mujer más casada de lo que dice, Margaret, y con un marido que no es precisamente maravilloso, mientras que Peter, que mantenía una relación con la mujer perfecta y se malogró tras sufrir ella un accidente, se acuesta con una chica muchísimo más joven que trapichea para sobrevivir pero todos vemos cómo se le va poniendo cara de prostituta o sin techo. No he contado que Ivan y Peter perdieron a su padre, que uno de ellos verá más a su madre mientras que el otro verá más a su perro, por distintas circunstancias, por supuesto. Ni tampoco que ambos compartirán algún que otro recuerdo, lo cual puede parecer normal dado que son hermanos, pero ni su relación ni su diferencia de edad hacía fácil que eso sucediera. 

     La novela trata, como todas las de la autora, de las relaciones. Las pasadas, con Sylvia y Peter, las que quizás sean, con Naomi. Las que se ocultan pero parecen sentar bien, con Ivan y Margaret. Y por supuesto, la existente entre los hermanos que el lector percibe como no demasiado buena debido a sus grandes diferencias que irán desde la edad hasta la forma en que la autora hace que se expresen cuando van alternando sus voces (si bien no son las únicas que aparecen en la novela). Una novela que utiliza el ajedrez como vía de expresión en algunos momentos, así que tranquilos si no sabéis jugar y habéis visto la ficha en la cubierta, llevándolo hasta el título. Porque la vida son momentos, y un intermezzo en el ajedrez es una maniobra que obliga al otro jugador a reaccionar, normalmente rompiéndole la secuencia de jugadas que tenía previstas. Algo así como un accidente. Como la vida misma.

     Tengo que decir que hasta este momento no me había posicionado en el gran grupo de fans que tiene Rooney, pero Intermezzo me ha gustado. Mucho además. En algunos momentos incluso he podido oler Dublín.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 16 de octubre de 2024

Einstein. Walter Isaacson

 


     Tenía este libro pendiente de leer y han sido estos días cuando me ha apetecido acercarme a la biografía de uno de los nombres más conocidos de la historia contemporánea. Hoy traigo a mi estantería virtual, Einstein. Su vida y su universo.

     En general creo que las biografías con como las setas, proliferan ante determinado tipo de condiciones: nombres conocidos, trascendencia del personaje, peculiaridades y logros. Einstein tiene por eso mismo todas las papeletas para ser uno de los nombres que han llenado páginas, y las que quedarán, de este tipo de libros. Sin embargo, me decidí por esta ya que fue en su momento de las más famosas, aparecida hace ya unos años y que se convirtió en un éxito de ventas pero a la que aún no me había acercado.

     Einstein fue un genio, un personaje excéntrico que vivió las dos grandes guerras que atravesaron el mundo, fue controvertido por su ciencia y sus creencias, fusionadas en una suerte de filosofía propia tan aclamada como no entendida; se hizo famoso por el contexto político, por las implicaciones de sus descubrimientos y también por la dificultad para comprender lo que había descubierto. Eso sin contar su azarosa vida personal. Tenía, pues, todas las condiciones para trascender en el espacio y el tiempo y convertirse en un nombre conocido por todos sin importar el tiempo que hubiera pasado desde su muerte. Y así ha sido. Lo difícil en este caso es relatar su vida intentando aunar lo formal, lo científico y lo social y que de lugar a un libro legible y además entretenido. Einstein está rodeado de anécdotas; desde las escolares hasta sus normas personales incluso a su primera esposa a la que, según cuentan, ofreció para separarse de ella la cuantía del Nobel que no había ganado a modo de indemnización. Fue, en definitiva, un genio además de todo un personaje. Isaacson parece saberlo y, si bien es cierto que no escribe desde la imparcialidad (ni lo pretende hacer creer) convierte la vida del genio en una novela amena en la que la ciencia, los descubrimientos y la dificultad para demostrar y entender conceptos que hasta ese momento no existían, tienen su protagonismo pero no son el grueso de la historia. A fin de cuentas, 1905 fue solo un año en la vida de un hombre que vivió más de 70 años. Lo sitúa como el primero de los científicos que se hicieron famosos gracias a su ciencia, un hombre que disfrutó con ello tanto como manteniendo a la prensa al margen de lo que estaba haciendo. na mente inquieta interesada en cuestiones de fé y en cómo podía o no relacionarlas con una ciencia que dominaba y no esquiva, algo que he agradecido, el espinoso tema de la IIGM.

     He descubierto que, más allá del genio, hubo una persona con problemas para encajar y relacionarse; que la inteligencia por encima de la media no garantiza ni siquiera el éxito y que la curiosidad es el motor del mundo. Además de a una persona francamente interesante. He disfrutado de la lectura y os invito a darle una oportunidad. Puede que las primeras páginas sean un poco densas pero luego el libro coge ritmo y se convierte en una lectura de lo más interesante.

     Y vosotros, ¿sois lectores de biografías?

     Gracias.


lunes, 14 de octubre de 2024

La librería en la colina. Alba Donati

 


     "Cada niña es infeliz a su manera y yo lo era muchísimo".

    Iba yo buscando libros ambientados durante la pandemia y llegué a este. Hoy traigo a mi estantería virtual, La librería en la colina.

     Esta va a ser una entrada un poco atípica puesto que no voy a poner el argumento como tal. Os cuento: Alba Donati es poeta y editora. Y un día, abrió una librería llamada Sopra la Penna en Lucignana, un pueblo pequeñito. Como habréis visto, os he dejado el enlace al IG de la bonita librería por si tenéis curiosidad. Bien, pues su propietaria, que ya había escrito poesía y era editora, escribió este diario durante 2021 en el que mezcla sus recuerdos, su día a día y habla mucho, mucho, de libros. Por cierto que, para quien se vea sorprendido por el horario, que sepáis que el pueblecito entre montañas en el que está la librería, tiene más o menos doscientos habitantes al que la gente va simplemente por el placer de tomarse un té y quizás un bollo con alguna de sus mermeladas literarias. Es un lugar construido por la pasión  por los libros y se destila en cada uno de los detalles. También en el diario, que por supuesto ni es imparcial en sus vivencias y opiniones, ni lo pretende. A fin de cuentas lo más personal que uno puede escribir es precisamente un diario. Así que descubriremos el sueño de abrir la librería (lo hizo en 2019), el incendio que sufrió cuando llevaba poco tiempo abierta y, como no podía ser de otro modo, la pandemia. Además del tema monetario, claro. Y mientras tanto iremos descubriendo a su autora y propietaria, página tras página en las que, de paso, nos iremos apuntando más de uno y de dos títulos, porque para un lector no hay nada más contagioso que otro lector. Por eso es un lujo leer cuando entrevistó a uno o leyó alguna maravilla de otro. Una simple lista de los libros que ha vendido un día se convierte en un placer porque quizás contenga alguno de los favoritos de Alba y nos cuente de qué va desde la pasión de quien lo vive dentro.

Imagen: intoscana.it
    Esto es Lucignana, el lugar en el que se ubica la librería y también del que habla la novela. Donde todos son solidarios y comparten y ayudan, el lugar que esta mujer situó en el mapa y al que ahora acuden personas de toda Italia solo para disfrutar un rato. Un lugar en el que, dice la autora, se puede caminar descalzo sobre las piedras, y en el que se sitúa la casa de su tía, que ahora sabemos que le regalaba libros. También sabemos que su padre la enseñó a leer y que abandonó Lucignana para volver tras casi cinco décadas sin que su mujer cuando se marchó se inmutara demasiado al verlo. Es todo muy personal en realidad, pero también amable.
     
     La librería en la colina es un libro romántico, amable, de ritmo pausado y para leer despacio, para conectar con amantes de los libros. Tan solo pretende contar la historia de una mujer de un pequeño pueblo que un día propuso un crowfunding para abrir una librería. Y, sorprendentemente, funcionó. Un libro que hace que apetezcan leer otros libros.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
 
     Gracias.