lunes, 8 de noviembre de 2021

Billy Summers. Stephen King


     "Billy Summers, sentado en el vestíbulo del hotel, espera el coche que viene a recogerlo. Es viernes al mediodía. Aunque está leyendo un cómic en formato digest titulado Archie..."

     Un poco por la nostalgia de las horas pasadas juntos, otro por la de los años que tenía cuando disfrutaba de sus novelas, está claro que King es un fijo en mis estantes desde hace ya unos cuantos años. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Billy Summers.

     Conocemos a Billy, un exfrancotirador del ejército que se ha reciclado en asesino a sueldo. Billy acepta encargos siempre que le digan que la persona a la que tiene que abatir es una mala persona que ahora quiere retirarse, pero le llega un encargo cuyo montante puede dejarle la vida solucionada. Algo parece escamarle, es mucho dinero, inicialmente no suena demasiado complicado... pero acepta. Ahora Billy se hará pasar por un escritor pero ya se hacía pasar por un informático y es que Billy, David y Dalton son la misma persona y Dalton será quien oiga arrojar el cuerpo de una niña.

     Stephen King se despega poco a poco del terror en alguno de sus títulos y, pese a ello, el lector espera que algo suceda y sea inexplicable. Cuando uno leía Mr Mercedes y el coche se echaba encima de los peatones, el lector recordaba a Christine y ponía de su parte una ambientación que el autor no había colocado. Bien, pues en su última novela, King no incluye elementos sobrenaturales, monstruos o maldiciones. Aquí solo está Billy, un personaje al que King coloca una suerte de conciencia a lo Dexter unido a un carácter cercano, casi parece que habla al lector, para buscar su simpatía. Pese a que estamos, no vayamos a olvidarlo, ante un asesino a sueldo. Durante una buena parte del libro nos dedicamos a conocer a Billy y su vida y King realiza un ejercicio de ambientación que me ha recordado a aquel 22/11/63 (aunque como si lo hubiera escrito Richard Backman y tomara la voz el asesino, los lectores de King ya me entendéis). King realiza un relato de una época que se antoja casi un cuento empolvado de nostalgia incluso más antiguo de lo que nos está representando, y quizás por ello una gran parte de la cultura popular americana toma la pluma del maestro del terror para terminar de pintar su fresco del día a día de cualquier norteamericano medio. Y esto, seamos sinceros, siempre se le ha dado bien a King. El libro empieza lento, Billy llega, se presenta, recuerda, toma una cerveza en el porche junto a su vecino de color (escenas que una vez más parecen más de los años sesenta y por eso mi recuerdo de 22/11/63), piensa en qué va a dejar ver a su nueva y tranquila comunidad... y el lector discurre tranquilo por páginas en las que apenas se insinúa la molestia, la sospecha. Hemos superado la mitad de la novela y todo parece transcurrir plácidamente. Y entonces King introduce la anomalía, la variación, y la novela cambia y se adentra en el género negro. El ritmo se acelera y los personajes se afilan para llevarnos hacia el final.

     Comentaba antes que en la novela hay un juego de identidades y, como es de King de quien hablamos, hay que tener en cuenta que Billy, ahora David el escritor, comienza a escribir una novela, una suerte de biografía en la que Benji es el protagonista y de algún modo consigue enredar al lector también en su historia ya que autor y protagonista tienen una relación más que sólida. Y es en esta parte en la que King rinde un pequeño homenaje a su profesión, algo que viene siendo común en muchos de sus títulos. Porque de algún modo Billy siente que tiene más poder al crear su historia que al tener un arma entre sus manos y con ella el poder para decidir si una persona vive o muere.

     King nos ha regalado una historia llena de capas, de la que no os voy a rebelar el final. Ha sido excesivo en algunos puntos y se ha ceñido a clichés justo donde le beneficiaba y, que no se me olvide, Trump también aparece citado en la novela. Pero no una vez ni dos... ni tres. De hecho hago referencia a este punto porque temo que el autor se enfade si alguien no lo nombra, me ha quedado claro que para él es importante dejar su opinión sobre este hombre bien clarita.

     Billy Summers es una novela entretenida que se lee con facilidad, como viene siendo costumbre en el caso de King. Lejos de la novela de terror King sigue demostrando su alta capacidad como narrador en este juego de identidades en el que al final todo es lo que parece.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

6 comentarios:

Anabel Samani dijo... [Responder]

Yo ya lo tengo en la lista :-D
Esa mezcla entre Dexter y 22/11/63... me da que me va a gustar :-D
Un beso y feliz semana.

Alí Reyes dijo... [Responder]

Gracias por esta nota... y como tú lo has dicho, no podemos esperar nada menos del Rey.

Anónimo dijo... [Responder]

Ojo ese rebelar.

Margari dijo... [Responder]

Es que King te cuente lo que cuente, engancha. Terminará cayendo si me da tiempo...
Besotes!!!

Marita AA dijo... [Responder]

¡Hola! Acabo de terminar un libro de Stephen King y la verdad, me decepcionó un poquito. Por lo que me llevo apuntada esta lectura y espero disfrutarla un poco más. Muchas gracias por la reseña. ¡Un besito!

Norah Bennett dijo... [Responder]

Cuando no viene con terror y cosas sobrenaturales, a mí me falta algo. Pero veo que ha salido bien parado. Seguro que lo leo.
Besos