"Desde su suite en el Grand Hotel, Faye observaba la bahía. En los muelles frente al palacio real, pululaban pequeños grupos de paseantes ligeros de ropa. Se apoyó la mano sobre el pecho y sintió el corazón palpitante. ¿Alguna vez se le había acelerado tanto?
Cuando llamaron a la puerta, se sobresaltó.
—¡¿Quién es?! — gritó.
La voz que le respondió fue tan débil que no pudo reconocerla.
La necesidad de volver a preguntar agudizó su ansiedad.
—Alice — repitió una voz familiar, y Faye suspiró".
Vaya por delante que no es mi serie favorita de la autora, me quedo con la del hipnotista, pero no me gusta dejar series a medias. Hoy traigo a mi estantería virtual, Sueños de bronce.
SPOILERS DE LOS DOS ANTERIORES.
Vaya por delante que odio los spoilers y es la primera vez que tengo que poner esto en una reseña, pero es que en este caso destripa el argumento todo lo sucedido antes. Así que si has leído los anteriores, no los vas a leer o te da igual, adelante bajo tu responsabilidad.
Ya los conocemos a todos y ahora sabemos que Jack, el exmarido de Faye, está muerto. El peligro en este momento es el padre de Faye que huyó de la cárcel y amenaza la vida de su hija, la de su familia y la de su éxito. Faye cree que su padre colabora con una importante red criminal que le proporciona acceso y medios para matarla. Es cuestión de detenerlo antes de que la alcance.
La autora retoma desde la anterior y, por si acaso, hace un rápido viaje por todo lo sucedido. Faye tiene una empresa de gran éxito para mujeres empoderadas, que choca con su gusto extremo por la estética y con que sea de maquillaje de nombres efectivamente simplistas, se ha hecho millonaria como sus amigas, ayuda a todas las mujeres y además es letal. Le gusta el sexo, empoderada... representa ese cliché habitual en las novelas de los años 90 de yuppie que ahora se traslada al género femenino para gusto o disgusto de los lectores. En este caso, y de ahí mi aviso de spoiler, pronto nos recuerdan que la hija de faye no murió que ella hizo que acusaran a su marido de su muerte, y está escondida en Italia con su abuela. ¿Por qué nos lo cuentan? Pues porque es a donde se dirige el padre de Faye para hacer el mayor daño posible. Y es que no siempre se puede conservar la inocencia del lector recién llegado, sobre todo cuando se trata de dar continuidad lineal total a una trama común.
En este caso la autora opta por regalar una novela de acción en la que Faye entra en prisión, y esta parte me la guardo porque, evidentemente, en la novela suceden muchas cosas que hay que dejar ocultas para que las descubran los lectores. Läckberg construye una novela en la que busca el espectáculo más que la credibilidad, volvemos a las modas de los años noventa, y deja a una protagonista preparada para todo y para todo momento y lugar, que parece tener la palabra precisa y se siente más como un superhéroe que como una persona real. Y aquí ya es cuestión de cada lector: si lo que te gusta son las persecuciones, golpes, disparos y el puro espectáculo, es más que probable que te sientas muy a gusto en esta novela. Si vas en cambio a pensar en por qué o en cómo... no es para ti.
Sueños de bronce es el cierre a la trilogía de Faye en el que la autora ha optado por el espectáculo.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
2 comentarios:
Conozco a la autora, aunque no he leído ese libro. Caerá, soy un fiel de la novela negra nórdica (y también de su cine y series). Creo que tiene historias magníficas y cierto gusto por alargar la trama algo más de lo debido.
(Y, por cierto, ya se puede escribir espóiler, por raro que parezca, está en el DRAE).
No creo que me anime con esta serie. No me termina de tentar.
Besotes!!!
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