miércoles, 12 de febrero de 2025

Victorian Psycho. Virginia Feito


 

     "Estamos a principios de otoño, el frío no se ha hecho esperar y dentro de tres meses todos los habitantes de esta casa estarán muertos."

     Tengo que reconocer que, si bien la primera novela de la autora me gustó, no se alineaba en absoluto con lo que había prometido la promo, así que, comprendedme, cuando salió la segunda, tenía que probar. Hoy traigo a mi estantería virtual, Victorian Psycho.

      Conocemos a Winifred, institutriz, cuando llega a Ensor House para cuidar de los niños. Y conocemos a los niños, Drusilla la joven que vive enfadada, y Andrew el niño estirado. Y, por supuesto, conocemos también a sus padres en un formato bastante básico de marido se deja caer a la institutriz y esposa se molesta. Winifred viene del caos que ha ido sembrando y, por lo que parece, promete sembrar el caos también aquí. Y esta, es su historia.

     Para aquellos que recuerden a la señora March de su primera novela, tengo que decirles que Winifred es su dr Hyde. Y, seamos sinceros, tampoco es que March fuera una santa. Winifred es, sin lugar a dudas, una pequeña genialidad. Es mala, pero mala en un punto en el que la autora no va a buscar justificar su maldad diciendo lo terrible que ha sido su vida. Que sí, ha podido serlo en algunos momentos y tal vez nos los cuente, pero no lo hace para lograr que empaticemos. Para eso está su sentido del humor. Winifred está desatada, psicótica y estrictamente formal. Si hay que opinar sobre una zona, decir que parece más difícil de incendiar que su alojamiento anterior, le parece un buenísimo punto comparativo. Pero es que además a esta mujer le gusta lamer, masticar carne y, por supuesto, los niños gordos. 
     Si llegáis esperando algo victoriano al uso, podéis seguir caminando. La autora ya da un aviso en el título Victorian Psycho en un claro guiño al Patrick Bateman de American Psycho y su protagonista, al igual que él, es narcisista, explicativa y ajena a cualquier tipo de sentimientos, lo que hace que el lector se mueva entre el estupor y la risa ante lo absurdo de algunos de sus comentarios que, pronto aprende, son totalmente veraces. Y en mitad de todo esto, hay una reunión familiar de esas que se celebran en determinados momentos.  Y, recordando a Patrick Bateman, el lector se pregunta si no estaría mejor leyendo la novela con uno de esos impermeables que venden para subir a las atracciones de agua en los parques de atracciones. Algo que, cuando piensa, le parece terriblemente divertido, porque es para que la sangre no le salpique y además eso ya lo hizo Bateman (Patrick otra vez). De lo que no es consciente es de que eso pasa por su cabeza porque Winifred ya se ha metido en ella. Y no piensa salir.

     Victorian Psycho es una novela terriblemente divertida. Exagerada hasta lo grotesco, hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien.

     Yo muchas veces me río mientras estoy leyendo. Y vosotros, ¿cuál es el último libro con el que se os escapó una carcajada?

     Gracias.

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