lunes, 6 de mayo de 2019

La única historia. Julian Barnes


     “¿Preferirías amar más y sufrir o amar menos y sufrir? Creo que, en definitiva, esa es la única cuestión”. 

     Hay escritores que alcanzan una voz propia consiguiendo que todos sus libros formen parte de un mismo universo, algunos incluso son capaces de lograr esto cuando su voz es privada y se desnuda. Eso le sucede al escritor de cuyo libro os hablo hoy. Hoy traigo a mi estantería virtual, La única historia.

     Conocemos a Paul, un hombre ya entrado en años que rememora su primera y gran historia de amor con Susan, una mujer casada. Él con 19 años y ella con 52.

     Barnes decide hablar en este su último libro de amor. Y lo hace en una novela aparentemente sencilla e íntima en la que va de la primera persona con la que comienza, hasta la tercera con la que finaliza. Así de voluble es su narrador y, por lo tanto, así de fiable es también cuando se recuerda a sí mismo. Paul recuerda como allá por los años sesenta entró a un club de alto nivel social, a modo de prueba antes de ser admitido, por supuesto, y levantó comentarios por su juventud y aspecto. Recuerda también como allí conoció a Susan, casada y con dos hijas universitarias, y comenzaron una relación. No parece recordar o actúa como si no hubiera sucedido, los incesantes cotilleos que este tipo de relaciones provocan en esos clubes, sobre todo si el joven en cuestión se pasa la vida con la mujer casada y se cuela en su casa de forma habitual. Y este olvido selectivo será la primera muestra del cinismo de Paul, que se hará cada vez más patente en una historia que no tarda en ser protagonizada por Susan. Paul no se justifica, aunque de forma velada jamás deja de hacerlo, recurriendo incluso al tribunal del amor en algún momento. Nos cuenta que era joven y torpe y que ni siquiera se fijaba en la diferencia de edad o en si estaba mal moralmente lo que hacía para, unas líneas después, salpicar una anécdota con algún comentario ingenioso suyo y alabar la mala leche que tuvo en el mismo. Y es que, debajo de la primera capa de esta novela, está la verdadera historia. La historia de una generación joven que se creía más lista y mejor que la de sus mayores, Paul crítica a Gordon, marido, cornudo consentido, mandamás casero y gallo de espolón viejo que parece contentarse con mantener lo último mientras su supuesta figura de padre de familia respetable se erosiona ante cada recuerdo de Paul  y cada palabra de Susan.

      Paul vende su inocencia a fuego, y casi en cada palabra suya descubrimos la inocencia de Susan, una mujer que mantiene una vida porque es la que tiene que llevar, mientras se deja ser ella misma a ratos cada vez más grandes. Jamás llegamos a sufrir por Paul, y tal vez tampoco por Susan pero apreciamos sus torpes gestos y también la torpeza y ternura en su relación con Paul mientras nos preguntamos si no pertenece a esa generación de mujeres tan acostumbradas a hacer lo que se espera de ellas, qué fingen hasta sus propios amantes. Y es que, al final, supongo que nada llega a ser totalmente sincero en una novela cuya carga irónica se viste de palabras suaves, sin dejar de ser por ello letal. Paul sigue resentido contra el marido, contra la generación de sus propios padres, contra aquella época y parece no darse cuenta de ello mientras sigue empeñado en su recuerdo, en mostrarse como el nuevo gallo del corral que aparta a las viejas glorias.

     Supongo que esa es la intención de Barnes en la novela, hacernos pensar y dejarnos libres para juzgar una historia de amor imperfecta narrada por un hombre desafiado que mira atrás. La historia de cualquier lector que mire atrás, la tuya propia, la mía, la del escritor. Y por eso, La única historia es una magnífica novela llena de frases hermosas y reflexiones eternas. Hay escritores capaces de poner algo que no sabías que creías en un puñado de palabras, consiguiendo que esa frase se te clavé en la memoria como una astilla imposible de sacar. No hay muchos, pero existen. Uno de ellos, es Julian Barnes.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

18 comentarios:

Juan Carlos dijo... [Responder]

Historia muy interesante. Tu reseña me ha avivado el deseo de leerla. Además te diré -ahora que no nos oye nadie- que ¡aún no he leído nada de Julian Barnes! Sí, sí, ya sé, no tengo perdón de Dios. Por esto tu reseña sobre este libro me recuerda mi falta: tengo que leer a Barnes, tengo que leer a Barnes, tengo que...
Un beso

Anabel Samani dijo... [Responder]

Voy a echar de menos leer esas frases y esas palabras, pero es que la trama no me llama nada, pero nada... Quizá en un futuro, quién sabe...
Yo estoy leyendo una antología de relatos de Arthur Machen ;-)
Besos.

Chica Sombra dijo... [Responder]

El amor imperfecto siempre trae buenas lecturas. No lo descarto ^^

Aylavella dijo... [Responder]

No he leído nada del autor y esta novela no tiene mala pinta.
Besos

DVC dijo... [Responder]

A mí también me ha gustado mucho.

Lo mejor que he leído de Barnes, junto con el relato "El reestreno".

Lady Aliena dijo... [Responder]

No conozco al autor y veo, por tu reseña, que merece la pena. Un beso.

CHARO dijo... [Responder]

Interesante reseña aunque yo siempre encuentro extraño este tipo de amores y suelo desconfiar de ellos.Besicos

Norah Bennett dijo... [Responder]

Me gusta aunque me parece que Paul me va a caer mal. Todas las generaciones piensan que van a ser mejores que sus mayores y luego pasa lo que pasa. Me gustan las historias con varias capas.
Un abrazo

Margari dijo... [Responder]

No he leído nada del autor aún. Toda una tentación esta novela que traes hoy. Tomo buena nota.
Besotes!!!

Al calor de los libros dijo... [Responder]

A mi me gusta al leer una novela sentir emociones. Y lo que dices de frases hermosas y reflexiones eternas, me atrae.
Un abrazo

Inés dijo... [Responder]

Veo que es una novela que esconde más de lo que aparenta en un principio y aunque este tipo de relaciones no me las creo, me lo llevo apuntado.
Besos

Rebeca Favila dijo... [Responder]

¡Hola!
He querido leer libros de esta temática, me lo anoto, siento que igual lo disfrutaré mucho.
Actualmente estoy leyéndo Cartas a Clara de Juan Rulfo.
Saludos infinitos.

Neftis dijo... [Responder]

Aunque no pinta mal, por ahora no entra en mis planes de lectura. La semana la empiezo con Las aguas rebeldes de Sara Raasch.

Saludos

J.P. Alexander dijo... [Responder]

Uy se ve genial lo tendré en cuenta y es una autora que me gusta. Te mando un beso

Carla dijo... [Responder]

Lo apunté tras su entrevista en Página dos y le tengo muchas ganas, seguramente será el próximo con el que me haga
Besos

Aydita dijo... [Responder]

Pues tiene pinta de gustarme.
Besos

Mª Ángeles Bk dijo... [Responder]

Me dejó muy tentada el autor cuando lo entrevistaron en Página dos y veo que te ha convencido totalmente. Me la apunto.
Besos

Shorby dijo... [Responder]

Uy, no lo conocía... me parece súper interesante, me ha gustado mucho la frase de inicio.
Lo anoto.

Besotes