jueves, 30 de noviembre de 2017
Apegos feroces. Vivian Gornick
"Cada vez que me ve, dice: ‘Me odias. Sé que me odias’. Voy a hacerle una visita y a cualquiera que esté presente -un vecino, un amigo, mi hermano, uno de mis sobrinos- le dice: ‘Me odia. No sé qué tiene contra mí, pero me odia’. Del mismo modo, es perfectamente capaz de parar por la calle a un completo desconocido cuando salimos a pasear y soltarle: ‘Ésta es mi hija. Me odia’. Y a continuación se dirige a mí e implora: ‘¿Pero qué te he hecho yo para que me odies tanto?’. Nunca le respondo. Sé que arde de rabia y me alegra verla así. ¿Y por qué no? Yo también ardo de rabia”."
He tenido y posado este libro en las manos varias veces. Tras el premio otorgadopor los libreros de Madrid me decidí. Hoy traigo a mi estantería virtual, Apegos feroces.
Vivian, autora y protagonista de estas memorias, pasea con su madre por Manhattan mientras conversan a ratos. En estas conversaciones salen recuerdos del pasado como si fueran el propio presente y también salen a la luz las diferencias y parecidos entre ambas mujeres, y la dificultad que entraña una relación madre e hija.
Cada vez que leo que este es un libro honesto, me llama la atención. No por nada, yo también uso esa palabra con muchos libros, cuando me resulta verosímil o real lo que cuentan en ellos, pero en este caso estamos ante un libro de memorias. Y las memorias, por definición, han de ser honestas. Eso hace que me pregunte qué tienen los paseos entre una madre y una hija durante tres años para que esa sea la palabra que mejor los defina. Y entonces me pongo a leer.
El libro, y sobre todo en la primera parte, trae al presente un pasado en un edificio del Bronx que retrata fielmente en una época identificada peroq ue podría perfectamente verse trasladado de ciudad, incluso de año. Esos vecinos y, sobre todo, vecinas que se relacionan por prosimidad, en las escaleras, los descansillos, el barrio. Un retrato de "el todo", el momento, por "la parte", el edificio. Y empezamos a conocer a la Sra Gornick, una mujer dura que se casa con un hombre al que se consagra en vida y también en viudedad ya que no sale del papel de viuda una vez su marido fallece. Quizás su contrapunto sea Netti, la vecina, un personaje magnífico que opta por serntirse liberada de su marido y disfrutar y tener sexo alegremente. Y en mitad, en el centro de la novela, está la autora. Una mujer de casi cuarenta a la que vemos de niña mirando todo y recogiendo información y conductas mientras busca el tipo de mujer que quiere ser.
También hay hombres en el libro, de hecho están el padre y el hermano de la autora. Pero no tienen relevancia para lo que se nos está contando. Gornick habla del crecimiento y la búsqueda, de la dificil relación entre una madre y una hija que se ven fracturadas por una sensación de incomprensión y de esa chispa de rabia que salta entre ellas quizás por todo lo callado durante años y años.
El tono del libro, pese a todo, es nostálgico, casi triste. Incluso cuando habla en la última parte de relaciones fallidas en las qe parece querer buscar a la mujer que es, percibimos un poso de tristeza. Pero quizás es en el narrador plural el que más me ha impactado, el más real y a la vez más solitario. De hecho, cuando uno termina el libro y lo cierra no puede evitar pensar en esa madre que tal vez descubriera el libro ya publicado en uno de sus paseos, en un escaparate, y en lo que hubiera opinado en caso de leerlo. Y justo depués uno no puede evitar pensar en madres e hijas.
Apegos feroces me ha gustado. Entiendo que sigue una estela de publicaciones entre mujeres marcadas por las relaciones con las madres o las hijas, todas ellas perfectas en sus imprfecciones, todas con silencios y rencores ocultos, silencio, rebeldía y amor.
Hablaba antes del premio de los Libreros. Y vosotros, ¿sois lectores de premios?
Gracias.
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19 comentarios:
Me voy a tu pregunta final, entiendo que no hay que demonizar los premios, eso si, hay que saber quien los da y como los da y los leo siempre que entren en el ámbito de mis preferencias, por ejemplo, no suelo leer premios de poesía, porque no soy lector de poesía, hay otro premio muy importante, dicen que es el más importante de las letras españolas, que leo sus libros premiados si posteriores comentarios de amigos, blog y otros me confirman su calidad, en cuanto a los Nobel de Literatura me ocurre más de lo mismo.
Saludos
Las relaciones madre hija son tan complicadas en la mayoría de ocasiones que darían para muchos libros. Este que traes me gustaba hasta que has comentado el poso de tristeza. Ahí ya no compro.
Hasta ahora el libro de madres hijas que más me ha gustado es Doña Oráculo de Margaret Atwood, muy fan de la hija y de cómo sacaba de los nervios a la madre.
Besos
Los libros nostálgicos no me suelen hacer mucha gracia. Tampoco soy de acercarme a un libro al saber que ha ganado un premio. Si me llama la atención, me lo leo aunque no haya ganado nada y, si no me llama, pues ya puede tener todos los premios del mundo. Jajajaja. Besotes!!!
Hola! Podría llegar a darle una oportunidad pero lo haré más adelante. No era de leer libros que se han llevado algún premio, pero cada vez les doy más oportunidades.
Besos!
LO quiero, sí, sí, sí.
Ya comentamos el otro día, pero lo corroboro y dejo huella.
Leo lo que me apetece, sean premios o no lo sean.
Besitos.
Parece interesante esta reseña. Si que me gustan leer libros premiados.Besicos
Tomo nota del libro.
Sí que he leído varios premios pero no siempre el premiado es el mejor. En mi opinión.
Un beso.
Ayer mismo vi este libro y me llamó la atención su portada pero no me dio por leer su argumento. Después de leer tu opinión sobre él espero traérmelo la próxima vez a casa. Un beso
Este libro no es para mi, lo dejo pasar.
Saludos
Pues no conocía este libro. Y podría gustarme por lo que cuentas, así que si se cruza, tiene muchas posibilidades de caer.
Besotes!!
Uy se ve interesante lo tendré en cuenta y respondiendo a tu pregunta no necesariamente. Te mando un beso
Pues... Depende del premio. Hace años que dejé de leer, por ejemplo, los Premios Planeta, pero hay otros, como el Pulitzer, de los que soy devoradora. Y ninguno me ha decepcionado, por el momento. ¿Honesto? Todos los libros deben serlo, creo.
Saludos.
¡Hola!
En el momento que he empezado a leer la cita me ha ganado completamente. Buenísima. Me lo apunto.
Sobre la pregunta, me gusta estar enterada de según qué premios literarios porque se conocen obras y escritores. Gracias al Nobel descubrí a Modiano, y estoy encantada =)
¡Un saludo!
Últimamente lo veo por todas partes, igual le echo un ojo cuando vaya a la librería que me toca en breves
Besos
La honestidad es un rasgo que se nos presupone a todo el mundo. Pero existe poca honestidad, así en general. Ciertamente, en una memorias podríamos esperar esa honestidad también. Pero no siempre se presenta, aunque eso no las convierta en "inhonestas". A mí este libro me pareció honesto por la conclusión a la que llega. Por decirlo. Porque por muy memorias que sea, hay cosas que no siempre se cuentan, se escriben o se dicen en voz alta.
Un abrazo
La honestidad no debería desprenderse solo de un determinado tipo de libros. A este le tengo muchas ganas, la verdad. Me llamó la atención desde el primero momento en que lo vi. Y sí, en general soy lectora de Premios, aunque me haga gracia el lo que rodea a algunos, acabo probando normalmente, salvo que no me llame la atención ya sea por el autor, el género o simnilar factor. Un besote.
Hay premios y premios. Yo prefiero guiarme por opiniones de quienes han leído ya los libros, sean o no premiados. Y de este he leído buenas opiniones. Lo tengo apuntado, a ver qué tal.
Saludos.
Hola again:
Puff, puff, puff... pues a pesar de las alabanzas, no me llama nada, nada.
Un saludo imaginativo...
Patt
Me gusta este tipo de historias. Lo leería seguro.
Por otro lado, los premios, pues depende...
Besotes
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