miércoles, 6 de marzo de 2019

Los asquerosos. Santiago Lorenzo


     "Nació en Madrid en 1991. Su padre era uno que le daba igual a todo el mundo. Su madre, que lo mismo, era la hermana de mi exmujer, a la que no veo desde hace ya ni sé. No tenía más tíos que yo. 
     Impresionaba verle, con once años, buscando trabajo en Internet. Ni se lo iban a dar ni él lo iba a pedir, por su edad. Pero desde crío, Manuel ya estaba indagando sobre cómo sería verse a sí mismo metido en el mundo. 
     Manuel es nombre falso. Pero es que no debo dar el verdadero".

     A veces uno ve tantas opiniones sobre un libro que no sabe si ir a comprarlo, o dejar pasar un tiempo. Hoy traigo a mi estantería virtual, Los asquerosos.

     Conocemos a Manuel, aunque no sea su verdadero nombre. Niño espabilado, ciudadano de Madrid, en su segunda semana de emancipación le clava un destornillador a un antidisturbios. Él sólo pretendía defenderse, pero su destornillador terminó clavado en el cuello del policía y eso provoca que Manuel acabe... en un pueblo perdido de la meseta. Allí vivirá con lo absolutamente indispensable (agua, plantas, una pequeña compra que le lleva su tío y libros de Austral) y descubrirá que es feliz.

     Es curioso esto de la moda de la novela rural. Cada vez salen más libros que parecen haber recogido el testigo de El camino y se empeñan en situar en la literatura las zonas que olvidamos del mapa. Y algo parecido hace Santiago Lorenzo en este libro... salvo porque no se parece a ningún otro. Y es que Santiago tiene un estilo propio que ya había notado en sus libros anteriores y que parece marcar a todos sus personajes.

     En esta ocasión será el tío del protagonista el encargado de contarnos su historia. Con un vocabulario a ratos barroco y otros directamente inventado, pero de fácil comprensión, nos sumergirnos en la historia de Manuel, huido, escondido, eremita, crítico y feliz. Concebido con un gran sentido del humor, y posiblemente sabiendo que la risa es más difícil de provocar que el llanto, Santiago esquiva el libro gag para darnos una historia fresca, irónica y muy crítica con la sociedad actual. No se trata sólo de alabar lo rural, la tranquilidad, la falta de estrés sino de usar un humor basado en el lenguaje para señalar las faltas del mundo en el que vivimos la mayoría. De hecho, si comenzaba diciendo que la literatura rural estaba de moda, hace unos años lo estuvo "hacerse una casita en el pueblo", y esos nuevos vecinos serán el blanco de la mordacidad de Lorenzo, a quienes criticará casi con la ira del esfumado que ha olvidado que antes fumaba cuando ve a alguien encender un cigarro.
     Es cierto que hacía la mitad del libro hubo un momento en el que temí cansarme, caer en un bucle de recursos repetidos que pierden la frescura y el ingenio de las primeras páginas, pero el autor sabe dar a la novela el giro justo para que al lector le apetezca terminarla. No sólo eso, sino que superada la mitad hay un par de capítulos que me han parecido lo mejor del libro con diferencia.
Por supuesto no contaré como termina esta historia mil veces comparada con Robinson Crusoe, ya que eso hay que descubrirlo poco a poco, pero sí diré que el final está a la altura de la novela.

     Los asquerosos es un libro ameno que esconde navajas afiladas tras un sólido disfraz de comedia. No es la genialidad que muchos han proclamado, pero me lo he pasado francamente bien leyéndolo.

     Y a vosotros, ¿os cuesta más que un libro os haga reír o llorar?

     Gracias.

21 comentarios:

Leira dijo... [Responder]

A mí me cuesta más que me haga reír, de hecho me reí con muy pocos de ellos. Y eso que yo soy de risa fácil, no vayas a creer pero me cuesta que un libro me saque una carcajada. Besos!

Mónica-serendipia dijo... [Responder]

Sí, totalmente de acuerdo contigo, es más difícil que un libro haga reír que llorar. Pero lo que me parece también muy difícil es conseguir que el lector sienta miedo.
He venido corriendo cuando he visto que reseñabas este libro porque me pasaba como a ti, que con tanta reseña poniéndolo por las nubes, me podía la curiosidad y la aprensión por partes iguales. Te has divertido y dices que es original y distinto, y esa voz narradora del tío me la pintas tentadora. Me lo llevo, gracias. Besos.

Bajolapieldeunlector. Cris dijo... [Responder]

Pues me ha sorprendido que sea un libro de humor, no sé por qué pero esperaba otra cosa. Y es que también he visto muy buenas críticas del libro, pero no sabía ni de qué trataba.

Me lo pienso, porque no sé si acaba de atraerme tanto como esperaba.

Besitos

Chica Sombra dijo... [Responder]

Fíjate que a mí la novela rural me gusta. Me lo anoto ^^

Margari dijo... [Responder]

Reír. Creo que es lo más difícil. Hacer reír. Este libro no termina de tentarme esta vez, así que prefiero dejarlo pasar.
Besotes!!!

Al calor de los libros dijo... [Responder]

Yo no había leído nada de Santiago Lorenzo hasta que leí "Los asquerosos". Tengo que decir que el título no me atraía nada. Pero empecé a ver opiniones en twitter, más bien frases cortas que ponía la gente, y me llamó la atención. Y lo mejor es leer un libro para tener opinión propia.
Disfruté mucho de esta lectura, la forma, el estilo, el lenguaje, y lo que ha querido transmitir su autor detrás de esta historia.
Ya tengo apuntado otro de sus libros, "Los millones"
Un abrazo

CHARO dijo... [Responder]

Ya el título me ha echado para atrás pero al leer tu reseña me ha parecido interesante.Besicos

Aydita dijo... [Responder]

A mi me suele costar mas que me hagan llorar.
Besos

Neftis dijo... [Responder]

Lo veo por todas partes pero no me termina de llamar por el momento.

Saludos

J.P. Alexander dijo... [Responder]

Uy se ve interesante y ami me cuesta más que un autor me haga reír. Te mando un beso

Carla dijo... [Responder]

Le eché el ojo, pero al final me decidí por otro Blackie que no es novedad.
Besos

Laura Brownieysuscosas dijo... [Responder]

A mi me cuesta mucho reir con un libro, creo que solo lo han conseguido los libros de Gerald Durrell. Me lo pasé genial con su familia y los animales!

Norah Bennett dijo... [Responder]

Es que a mí los de reír no me dan mucha confianza porque lo del humor es muy particular.
Tengo que decir que a mí este título me molesta, y punto. Y me alegro de que no haya sido la gran novela porque me la puedo saltar tan feliz.
Besos

Myladie dijo... [Responder]

Acabo de terminar de leer la reseña y ya está en mi lista. Vi que lo reseñaste y hasta ahora no he podido leerla con tranquilidad. Me gusta lo que plantea y me anima lo del estilo. Te contaré. Como siempre gracias!!

Inés dijo... [Responder]

Precisamente eso de la "moda rural" literaria me lo han comentado en mi reseña, no había caído en ka cuenta pero parece cierto. No me importaría leer este libro que nos traes hoy.. besos

Winnie0 dijo... [Responder]

De primeras....el título ya deja claro que atrás quedaron las ideas de buscar títulos atrayentes ja ja.
Tu crítica como siempre me mete el gusanillo en el cuerpo... Te diré que yo viviendo desde que tengo un año en Madrid, siempre he echado de menos conocer o tener pueblo. Un abrazo y buenas noches. Winnie

Shorby dijo... [Responder]

Reír, sin duda, soy muy especialita para el humor...

A este le tengo muchísimas ganas.

Besotes

Ariel dijo... [Responder]

Estamos de acuerdo en la opinión sobre la novela. Es una buena historia aunque su repercusión está hinchadísima.

Besos

Rachelín The Cure dijo... [Responder]

¡Hola!
Descubrí este libro gracias al programa La Resistencia, donde Broncano entrevistó al autor precisamente por este libro, y el autor me cayó tan bien, que tengo apuntado el libro desde entonces, aunque aún no me lo he podido comprar.
Espero que también me haga reír. De todas maneras, no me suele costar reír, más bien llorar.
¡Un saludo!

Paseando entre páginas dijo... [Responder]

Hum, lo siento, per en esta ocasión no temrina de llamarme...

Cuéntame algo...mejor, escríbemelo dijo... [Responder]

Lo he leído hace poco. Un libro curioso. Lo comentamos en el club de lectura y prácticamente a todos nos gustó, pero a mi sigue pareciéndome
"oscuro" Una historia para reflexionar, una oda a la austeridad, sin olvidar la sociedad de consumo que nos lo hace todo más fácil. Saludos.