viernes, 3 de junio de 2011

Opiniones de un payaso. Heinrich Böll


      "Soy un payaso y colecciono momentos"
      Si buscáis una lectura fácil, una vez más este no es el libro adecuado. Es cierto que aparenta ser ligero pero, tras una lectura detenida nos damos cuenta de que es todo lo contrario. Tal vez lo que peor le haya caído es su situación temporal tan concreta, en una Alemania oeste que lucha por superar los complejos nazis sin demasiado éxito amparándose en la socialdemocracia cristiana. Sin embargo no nos encontramos ante una descripción crítica del momento o la sociedad como cabría esperarse, al menos no al uso.
      Si bien una lectura superficial nos muestra a un payaso arruinado y decadente ante una doble moral de la que es víctima a ratos consciente, si nos paramos un poco más descubrimos a un crítico incómodo que nos va mostrando de forma cruda las hipocresías, vergüenzas y altos precios que tienen que pagar aquellos que no consiguen adaptarse a esa falsa moral que convive con el ya conocido sentimiento práctico tan ligado al pueblo alemán. Cierto es que muchos de los comportamientos que nos describe siguen en día hoy vigentes y, si nos paramos a pensar, están socialmente tan aceptados que si alguien no los señala apenas reparamos en ellos, mientras que nos produce repulsa verlos contados por nuestro payaso. Supongo que ese es el motivo por el cual hoy en día seguimos leyendo a un payaso deprimido que no puede evitar revolverse en su sitio ante los soplos que le pretenden hacer renunciar su libertad prometiéndole comodidades. Para ser apolítico y agnóstico demuestra sus ideales tan a las claras como lo hizo en su momento el autor, que tampoco pudo permanecer ajeno a la realidad que le rodeó.
     Gracias

2 comentarios:

Luis dijo... [Responder]

Pues, a mi este payaso me cae tan bien como Ignatius de "La conjura de los necios", un patán que tiene como objetivo en la vida no pegar un palo al agua, y que cuando las cosas no le salen exactamente como el quiere, recurre al recurso del pataleo. Que en la sociedad alemena había hipócritas, pues como en todas, pero hipócritas que le daban de comer a él.

Mientrasleo dijo... [Responder]

Deduzco que has leído hacia atrás por la referencia a Ignatius. A mi me pareció un necio y a tí el payaso un parásito, siempre son bienvenidas todas las interpretaciones. Y cuanto más divergentes entre sí, mucho mejor.