miércoles, 12 de noviembre de 2025

El balanceo del Alacrán. Eduardo Fernán López

 


     "Una descarga le recorrió la espalda cuando golpeó por tercera vez el portón de madera. Sin apenas tiempo para interpretar aquella sensación, escuchó una voz ronca al otro lado de la puerta. 
      El septuagenario abrió despacio, tan extrañado como molesto por la intempestiva visita, y el viento racheado y frío del exterior se coló en la vivienda. El anciano en un primer momento ignoró al recién llegado, entretenido en observar como la lluvia lo mojaba todo a su alrededor. La actitud distraída duró apenas los segundos necesarios para que el tipo que acababa de llamar a su puerta pudiera verle la cara con claridad. Una sonrisa de aprobación se le dibujó en la boca".

     Hay que probar. Y por eso me hago de vez en cuando con primeras novelas, ya sean o no de autoeditados. Hoy traigo a mi estantería virtual, El balanceo del Alacrán.

     Conocemos la muerte de Raúl Barros, empresario armador ya anciano. Un nombre más que conocido en Vigo, no ya por el trabajo que da, que también, sino además por el hundimiento de uno de sus barcos, el Alacrán, en circunstancias que aún están siendo investigadas. Los inspectores Tristán Negreira y Virginia Armada serán los encargados de investigar este asesinato que, al igual que sucede con los barcos, esconde mucho debajo de la superficie.

     Fernán López nos deja en esta novela una historia entretenida de esas de asesinato en la primera página, cuya historia se ramifica en una causa presente, la típica lucha de poder, y una pasada, el hundimiento de un barco en circunstancias cuanto menos cuestionables. Esta parte, la del hundimiento y el lugar marcado por la mar, me ha recordado no solo al ambiente en el que he crecido, también a muchas noticias leídas, por desgracia, con demasiada frecuencia. Me ha gustado además que el autor no necesita a inspectores/as que sean cojos, tuertos o con tres orejas para despertar el interés del lector en sus personalidades (gracias y a ver si pasa la moda, que uno empieza a tener ganas de saber cómo sería una eventual foto policial de cualquier cuerpo y comunidad autónoma). No solo eso, sino que realiza una buena presentación de los personajes para esta novela que nace, posiblemente, con vocación de saga, como casi todas hoy en día. El autor no escatima en recursos, y la novela incluye mafia, policías de dudosa reputación, un comisario cabezota y abogados un poco "de aquella manera". Todo listo para hacer pasar unas horas entretenidas a los lectores con una trama que, por una vez, se aleja de los lugares comunes para explorar una zona nueva. Tengo que decir que en este punto me ha parecido particularmente interesante el personaje de Casto Pazos, tanto por su profundidad como por la complejidad de sentimientos que presenta él y su entorno, de forma que enriquecen la narración.

     El balanceo del Alacrán es una novela entretenida pero también para leer con calma y poder disfrutar de las distintas aristas que el autor ha presentado. Tiene, por supuesto, una sorpresa final como corresponde al género y, para quienes tengan curiosidad, un cierto aire a Gellida en sus primeros libros.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

lunes, 10 de noviembre de 2025

El Puma. Alberto Val

 


     "Guiomar Aguilera no soporta el frío del cercano invierno, el claxon de los coches en un atasco ni el fétido olor de las alcantarillas. Pero no puede evitar cruzarse con todo ello cada vez que va al trabajo y, por mucho que sea rutinario, nunca logra acostumbrarse".

     Me gustó La Perra, me pareció entretenido. Por eso he decidido seguir con esa serie cuyas portadas son personajes con caretas de animales. Hoy traigo a mi estantería virtual, El Puma.

     Para quienes no conozcan a Guiomar Aguilera, les diré que ella y su equipo tuvieron mucho éxito en La Perra, o lo que es lo mismo, en la resolución del caso más complicado que habían visto las islas. Ahora ha aparecido muerto Liberio Melgar, flotando en la piscina de su casa, y su pareja, que sería la persona sospechosa con más motivos, parece tener una coartada firme. El mayor problema es que se trata de un caso frío, ya que el homicidio sucedió más de un año antes, pero el equipo de Guiomar no tarda en darse cuenta de las carencias de la investigación oficial. Ahora hace falta saber si esas carencias fueron intencionadas.

     Uno no tarda en darse cuenta de que el autor de La Perra ha optado por autorreplicarse en esta novela, lo que hace que de unas líneas de estilo fácilmente reconocibles y que, en caso de éxito, se conviertan en identificativas. En este caso un ejemplo es la peculiar forma de comenzar un montón de párrafos y que, en esta entrega, lo hacen como se puede ver en el fragmento que os he dejado. Y si en la primera entrega el comienzo mostraba a un hombre siendo dado de alimento a los cerdos en estado consciente, en este caso es un hombre sobre una camilla que recibe directamente a su asesino que ya lleva puesta la máscara de puma, y que culmina con una advertencia. Sin embargo, y esto sirva ya de ejemplo, no es la primera escena y no es tan contundente como el comienzo de su predecesora, optando el autor por un principio más común en las novelas del género. Esto sucede porque al convertirse en saga, seamos un poco realistas, no podemos llenar las islas paradisíacas de pirados malhablados con perfiles tan altos, y porque a veces, no viene mal dar un paso atrás y comprender las decisiones del autor. Los que siguen siendo como siempre son los cuatro investigadores principales, que siguen repartidos entre Aguilera y Román y Morales y Santos. La historia de la víctima se reconoce como peculiar y la novela no tarda en dirigir la mirada del lector hacia el tráfico de animales exóticos, un mundo que me es totalmente desconocido y que se presenta como de grandes conexiones y mejores beneficios. Descubriremos la consabida relación personal con el caso y, sobre todo, la policial, ya que se pone en duda el buen hacer de algunos compañeros del cuerpo o, mejor dicho, se muestran los escrúpulos que puede suponer el investigar a un compañero y amigo.

    Val escribe una novela entretenida con un voltaje más bajo que su predecesora, algo cada vez más habitual en un mundo en el que los libros nacen con esperanza de éxito y vocación de serie, pero aún así logra su propósito principal. Sigue pareciéndome más interesante el hilo personal que vincula a Santos y Morales que la vida de Guiomar, ahora con perro, y terminé con la sensación de que esta relación con las islas se iba a dilatar en el tiempo.

     El Puma es un libro entretenido y autoconclusivo que recomiendo leer a quienes hayan leído La Perra, ya que aporta información de su primera entrega. Me quedo esperando cuál será el tercer animal.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

lunes, 27 de octubre de 2025

Cómo ordenar una biblioteca. Roberto Calasso

 


     "¿Cómo ordenar la propia biblioteca? Es un tema altamente metafísico. Me sorprende que Kant no le haya dedicado un breve tratado. De hecho, ofrece una buena ocasión para indagar en la cuestión capital: ¿qué es el orden? El orden perfecto es imposible, sencillamente porque existe la entropía. Pero sin orden no se puede vivir. Con los libros, como con todo lo demás, es necesario encontrar un término medio entre esas dos afirmaciones".

     Los lectores nos sentimos atraídos por los libros sobre libros, es un hecho. Pareciera que, además de presumir y hablar de libros, nos sintiéramos parte de una suerte de secreta hermandad en la que todos nos comprendiéramos con un lenguaje secreto basado en validar comprar nuevos libros cuando aún tenemos sin leer o en el placer de ver nuestras propias bibliotecas, ordenadas por un criterio personal que nos impulsa además a intentar descubrir el criterio con el que otros ordenan las propias. Por eso, hoy traigo a mi estantería personal, Cómo ordenar una biblioteca.

     Roberto Calasso reúne en una única persona las figuras de editor, escritor y lector, y me atrevo a decir que todas ellas al más alto nivel. De hecho no hay más que echar un vistazo al catálogo de Adelphi durante sus años de editor para comprender a qué me refiero. Tiene además entre sus publicaciones una serie de títulos que se acercan a los libros desde todos los puntos de vista que él poseía, y el que hoy traigo en particular se coloca muy del lado afín de los lectores. 
     Si esperáis la fórmula mágica para colocar vuestra biblioteca de forma que no os queden dudas o que desaparezca esa sensación de tener algún libro mal colocado (ya sea porque el autor cambió de editorial o la editorial de formato, o tal vez el escritor optó por publicar un ensayo), os aviso: aquí no es. Calasso afirma que hay tantas formas de colocar las bibliotecas como lectores y que, además, todo lector piensa en varias posibilidades que le convencen, pero en el mundo tridimensional normal que habitamos no podemos desdoblar libros para que se encuentren en dos lugares a la vez salvo que los compremos y ocupemos más espacio. Ese es nuestro eterno problema, ¿verdad? Y aquí aparece además la regla del buen vecino, vital para el autor, y que dice que cuando vas a buscar un libro acabas cogiendo el de al lado porque de repente es más útil o llamativo que el que habías pensado en un primer momento. Confesadlo, a todos nos ha pasado alguna vez. Es como ese momento en el que vas a por un libro a la librería pero ves otro que no buscabas y... bueno, ya nos sabemos también el final de esta historia.
     Además hay partes biográficas o basadas en experiencias propias que enriquecen esta lectura que tiene, por supuesto, un bello hilo conductor en torno a los lectores y también saca la sonrisa cuando afirma no solo que hay que comprar libros que no se leen o que comprar más libros de los que se leen porque en el futuro, cuando nos apetezca leernos, será como si el día que los compramos nos hubiéramos anticipado en el tiempo. También dice, y me tuve que reír, que si alguien le preguntara si ha leído todos los libros que tenía en su casa y él respondiera que sí, estaba seguro de que la otra persona huiría espantada. Y es que pensadlo por un instante... conoces a alguien, con el tiempo vas a su casa y ves una pared atestada de libros. Un lector jamás hace esa pregunta pero tú no puedes evitarlo y le dices: ¿los has leído todos? Y entonces la otra persona se vuelve y te mira con una sonrisa y afirma sin dudar siquiera un instante: sí, por supuesto, por eso están ahí. Bien, pues no quiero asustaros pero yo estoy casi segura de que pensaría que he dado con algún tipo de psicópata.

     Calasso cuenta que cubre los libros con pergamino porque exponer los títulos sería como una exposición de su propia intimidad y yo que tengo un estante con mis libros más preciados justo pegado a la cama comprendo perfectamente lo que quiere decir. El resto están expuestos abiertamente repartidos por la casa. También habla de los malos vecinos, los vecinos molestos, y de la necesidad del no en una biblioteca. al igual que una editorial, una biblioteca tiene que saber decir que no a libros malos, ediciones malas, obsoletas o embarazosas por lo que pone o por la dedicatoria que nos encontramos. Calasso dice, en definitiva, muchas cosas que serán perfectamente comprensibles para cualquier lector que se acerque a este pequeño ensayo que, en mi caso, no va a estar jamás al fondo del estante, donde puedo colocar delante del lomo tantas figuritas y adornos como para dejar claro que ese libro no va a salir nunca del lugar que le asigné.

     No existe la biblioteca perfecta con el orden perfecto. Toda biblioteca es en sí un caos en constante orden o desorden porque vamos cambiando los libros de sitio. Lo que si existe es una librería perfecta y tal vez ya la conozcamos aunque no seamos conscientes de ello: es aquella de la que uno siempre sale con un libro bajo el brazo y, la mayor parte de las veces, es con un libro que ni siquiera sabía que necesitaba pero que al descubrirlo se volvió, como decía aquella colección sacada por otro erudito editor, ineludible.

     He disfrutado mucho con Cómo ordenar una biblioteca. Me he sentido comprendida, acogida y aceptada y es que cuando un lector encuentra a otro y su amor por los libros es equiparable, solo puede pensar: mi sitio, mi manada.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

      Gracias.

miércoles, 22 de octubre de 2025

Justicia. Janne Teller


 

     "Sostengo la pistola frente a mí a la altura de los hombros, con cierta torpeza, en una postura extraña, como quien fuma por primera vez. Desagradable, agradable. Y muy necesario. El metal es cálido y ligero. Tengo la sensación de que mi mano está desentrenada, pero ninguna duda de que acertaré y lo mataré: está a tan solo tres metros y medio de mí. Es grande y corpulento, sudoroso, con pantalones oscuros, corbata gris, camisa blanca. Chaqueta oscura. Su boca se abre. 
     —Escucha —me dice—. Esto no va a solucionar... —Señala la pistola con una sorprendente calma. 
     —¿Y qué lo solucionará? 
     Sé que no cree que se me vaya a ocurrir. Y solo por eso puede que lo haga. Arena y gaviotas. Sol. Todo igual que antes".

     Desde que leí Nada no he faltado a ninguna de las citas que Janne Teller me ha propuesto. Libro a libro, con sus más y sus menos, he disfrutado de cada molestia que me ha propuesto en sus breves argumentos. Hoy traigo a mi estantería virtual, Justicia.

     Conocemos a Teodor, y esta vez le conocemos todos, mirad como empieza la novela... Teodor es diplomático y lleva en su vida el estigma de haber perdido una hija. Joanna trabajaba en una ONG y, en el momento en el que cae de un muro y pierde la vida, estaba en Oriente Medio. Tampoco es que se sepa mucho más porque de algún modo, ni siquiera un padre en las Naciones Unidas logró que se investigara a fondo. Y mucho menos que se detuviera al culpable.
  
     Para cuando conocemos a Teodor, está siguiendo un camino que le va a llevar a descubrir la identidad del asesino. Algo que para cualquier padre supondría un descanso para él supone una nueva tortura, y es que los asesinos no siempre reciben la justicia que deberían. Esa es la realidad. Y aquí es donde Teller lanza la pregunta: si tú estuvieras en esa situación, si te encontrases ante la posibilidad de hacer justicia con el presunto culpable del asesinato de tu hija, si todo te ha indicado que es justo esa persona, ¿dispararías?

     De Teller me gusta que me molesta, que no se entretiene y que no adorna las cosas. No le importa incomodar al lector, de hecho su escritura parece nacida para ello. La empatía es uno de los temas recurrentes en su obra; ya sea relacionada con la inmigración, en las relaciones entre una clase de chavales o, en este caso, con Teodor, todas sus novelas están llenas de esta pregunta. Ahora el lector deberá de decidir qué con Teodor: el padre, el hombre que siempre se ha regido bajo las normas y al que la justicia no va a darle lo poco que le puede dar una vez ha perdido a su hija, se le plantea la oportunidad de...¿hacer justicia o convertirse en un asesino? Esa es la vuelta de la novela, la que se le da al protagonista y la que nos traslada a nosotros. Y no lo hace de esa forma tan vacía que nos encontramos a veces en las novelas negras, y tampoco en Dexter que va cazando asesinos en serie aprovechando su propio trabajo. No solo eso, sino que, por supuesto, tampoco nos deja olvidar que matar es matar sin importar nada más allá del concepto y, por si acaso se te olvida, hagámoslo a lo grande y que sea con una pistola. Una barrera directa, violenta y ruidosa que no dejará que olvides lo que has hecho si es que la usas. Ese peso en la mano que ya jamás se irá.

     La novela, cuyo título original es "¿Estás orgullosa de mi, Joanna?" pero que en nuestro país ha cambiado, quiero suponer que para seguir la línea de los libros anteriores, ha perdido mucho en ese cambio. Explora la personalidad de Joanna, activista que en el momento de su muerte buscaba llamar la atención sobre un conflicto que dura demasiado, desde su nacimiento hasta su actual reposo en Lexington, tanto como la de su padre, al que seguimos a través de distintos viajes hasta que conoce al profesor Brill, llave de la novela. Y asistimos atónitos al enfrentamiento de estos dos hombres que discuten más allá de la culpa para centrarse en su propia historia. Solo os diré que a lo largo de la conversación la pistola es disparada. Varias veces. Lo que no os voy a contar es si alguien muere. Eso tendréis que descubrirlo.

     He disfrutado mucho leyendo Justicia. No puedo dejar de recomendar a la autora. Aunque en este caso a veces haya tenido la sensación de que se le va el foco del tema al punto de situación de Joanna. Pero lo entiendo, es otro de los lugares comunes en la obra de Teller.

     Y vosotros, ¿habéis leído Nada?

     Gracias.

lunes, 20 de octubre de 2025

Venganza. Carme Chaparro

 



     En las primeras páginas de venganza el lector es testigo de la espera de un hombre. Lleva horas escondido, sabe que su presa tiene que aparecer, lo tiene localizado. La presa está en un apartamento y nuestro hombre no aparta la mirada un pestañeo. Una cortina se mueve, es una mujer: la amante. Nuestro hombre espera, esa es la noche y lo sabe... da igual si hace frío o si le duelen las rodillas por las largas horas. Es su noche. Cuando la presa asoma solo necesita que se gire. Todo el mundo conoce la importancia del ángulo preciso...Esta llamativa escena termina con la presa muerta. Ya lo esperábamos. La diferencia es que su acechador no es responsable de la muerte de Carlos Manso, así se llama la presa. Nuestro hombre, relatado como un francotirador en plena misión, es un fotógrafo intentando capturar a un famoso magnate. Una imagen habitual cuyos resultados vemos cada día en los medios y que Carme Chaparro describe con la intensidad de quien sabe de lo que habla por llevar décadas dentro de los platós televisivos y es que Venganza, su nueva novela, entra de lleno en los pasillos y entresijos de poder de un mundo en el que los medios tienen la capacidad de encumbrar, derribar, ocultar y manipular. Venganza es un thriller que se ambienta en el mundo que todos habitamos. 
     
     Ana Arén, a quien ya conocimos 2017 en Soy un monstruo y a la que muchos seguimos en La química del odio y No decepciones a tu padre, regresa con un trayecto recorrido para unirse a Santiago Munárriz e investigar cómo es posible que tres directivos de la televisión hayan fallecido en unos días por causas que, por separado, no levantarían ninguna sospecha pero si las sumamos dan lugar a una trama que se mueve a velocidad vertiginosa y descripción cinematográfica tal y como la escritora y periodista nos tiene acostumbrados. La novela se adentra además en eso que ahora todos conocemos, “el relato”, y que hace apenas unos meses ni siquiera hubiéramos sabido a qué se refiere para invitar al lector a reflexionar sobre la importancia del cómo, el cuándo y el cuánto se cuenta de las cosas pero añadiendo además un punto importante y es la ´perdida de poder que tenemos sobre nuestro propio relato. 
      “Si controlan las historias que llegan a la pantalla, controlan la percepción pública”, dice Chaparro en su novela. Y la veracidad de esa frase unida a la mezcla de personajes entre los que reconoceremos a unos, buscaremos reconocer a otros y nos dejaremos llevar por los restantes, es uno de los grandes aciertos de la novela, de tal manera que la investigación por las muertes y los pasillos televisivos se funden en una trama entretenida lista para evadir al lector de la realidad durante un buen puñado de horas en una lectura en la que no podía faltar Berta Gigliani, esta vez por derecho propio como presentadora estrella a la que los lectores de Chaparro estoy seguro habían echado en falta en esta reseña. Por último no quiero dejar de citar un tema que a mi me parece importante y es la deshumanización que ha sufrido nuestra sociedad y es que se trata de un mundo en el que una muerte se convierte en algo viral que todo el mundo comenta, repostea o lo que corresponda en la red social de turno en la que lo haya encontrado y que hace que medios y cazadores de fama instantánea no tengan en cuenta la privacidad de las personas ni la de sus familias, movidos por un morbo malsano que hemos ido normalizando hasta el punto de no reconocerlo cuando nos lo ponen delante.

      Venganza es una novela sobre el poder, su abuso y su pérdida.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias

lunes, 6 de octubre de 2025

Brujería para chicas descarriadas. Grady Hendrix


      "Ya creía que las cosas no podían empeorar, cuando vio el letrero. «Bienvenidos a Florida. El Estado del Sol». 
     Sabía que no debía preguntar. Sabía que estaba encima de un charco de gasolina y que cualquier palabra que saliera de su boca sería una cerilla encendida que caería de sus labios. Sabía que su padre la odiaba. Pero ese letrero hizo que se le cerrara tanto la garganta que no podía respirar, y su estómago hinchado le presionaba los pulmones con tanta fuerza que era incapaz de introducir el aire necesario y se asfixiaría si no decía algo".

    Después del "Club de lectura para matar vampiros"y "Cömo vender una casa encantada" estaba claro que iba a leerme esta novela. Hoy traigo a mi estantería virtual, Brujería para chicas descarriadas.
 
    Conocemos a las chicas descarriadas, esas que tuvieron un problema del que deshacerse, esas que... acaban en Hellwood, Florida. Allí es donde nacen sus hijos y luego son dados en adopción, como si nunca hubiera pasado. Y ahí llega a Fern, con 15 años, para conocer a otras chicas en su misma situación pese a que cada una tiene una historia propia e incluso las hay que quieren conservar al bebé. Y en este lugar de disciplina castrense es donde Fern consigue un libro sobre brujería. Poder a quien no puede decidir.

     Hay que decir antes de nada que todos sabemos que este tipo de lugares han existido. Iban chicas a deshacerse de sus problemas y regresaban fingiendo haber estado de visita en casa de n familiar. Como Hellwood, solo que este está lleno de historias horribles sobre cómo ha terminado allí esta o aquella y, seamos sinceros, esto es lo que le da realismo (y una pizca de horror). Y es que la brujería es un instrumento utilizado por Hendrix para relatar una situación dejando al descubierto el horror que supone, ya que hablamos de privación de libertad para lo que sea. Hendrix se vale principalmente de Fern y tres chicas más y consigue que el lector se involucre de la metáfora, que participe de esta novela en la que pone los pelos de punta en más de una ocasión.
 
     Por si no se ha notado; la novela me encantó. Posiblemente la que más del autor. Y recordad, los peores monstruos son los que pasan a nuestro lado sin levantar alarmas.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias

miércoles, 1 de octubre de 2025

El enigma de Anne Wallace. Alfonso del Río

 


     Me llamó la atención de esta novela, sobre todo la ambientación más directa de la trama: el entorno. Hoy traigo a mi estantería virtual, El enigma de Anne Wallace.

     Conocemos a Anne Wallace, pianista excéntrica, enferma peculiar y amenazada por un grupo terrorista que no teme a la muerte, sino que encara la vida con cierta indiferencia. Cuando se le otorga el Premio Príncipe de Asturias acude sin saber que se producirá un atentado en la misma sala en la que se encuentra el heredero al trono. Bieda, al que ya conocíamos de la primera novela del autor, es encargado de un caso en el que se reencontrará con viejas compañeras y dilemas ya conocidos bajo distinta piel.

     Lo primero que tengo que decir es que la novela está bien escrita. El autor utiliza un lenguaje rico que es de agradable lectura. Y la trama es llamativa. Además mezcla lo que ya os he contado con hilos personales, aparece un famoso escultor conocido por todos y sabe unir a todos los premiados en subtramas que pasan de la ambición al sexo sin olvidarse del espionaje. Esto hace que se sienta como una lectura pensada para entretener al lector sin darle tiempo a respirar entre página y página ante un texto concebido para ser puro divertimento. Sin embargo algo hay que no termina de encajar. La exageración permanente en la que cae la trama provoca que el disfrute no sea sostenido. Desde la teatralización del comienzo hasta la investigación, que hubiera estado bien (incluso muy bien) en el caso de no caer precisamente en esta ceremonia, van fragmentando la credibilidad del lector y provocando que su disfrute se ponga en entredicho. Anne me ha generado rechazo con sus paseos, sus peculiaridades amontonadas en una única persona y con esa forma tan peculiar de relacionarse con el resto que no sabe reaccionar si no es de forma exagerada.

     Lo mejor de la novela, sin duda, es la relación policial entre dos de sus personajes, y entre otras cosas lo es porque no pasa por la cama ni interés tienen, pero si deja constancia de esa línea difusa entre el bien y el mal cuando uno tiene razones más que suficientes que son, además, entendibles. Esa parte de conflicto generado y explotado es lo mejor de una novela que abre la puerta a continuar la historia de este peculiar policía capaz de ser llamado para una investigación que debería de haber sido llevada por un cuerpo específico de seguridad.

     El enigma de Anne Wallace no me ha terminado de convencer, aunque la prosa del autor me sigue pareciendo muy cuidada. Lo mejor de la novela.

     Y vosotros, ¿necesitáis creeros un libro para disfrutarlo?

     Gracias.

lunes, 22 de septiembre de 2025

Catábasis. R. F. Kuang

 

     "El catedrático Jacob Grimes había muerto en un accidente terrible y, desde cierto punto de vista, había sido culpa de Alice. Así que, tanto por obligación moral como por interés propio (ya que sin él la joven no contaba con ningún presidente del comité y sin presidente del comité no podía defender su tesis, graduarse ni solicitar con éxito un puesto de titular en Magia Analítica), consideró necesario suplicarle al rey Yama el Misericordioso, gobernante del inframundo, que le devolviera el alma de su tutor".

     Tenía muchas ganas de leer esta novela. Kuang me gusta porque tiene mala leche y lo demostró en Babel a la que muchos pusieron nombre de universidad, o en Amarilla donde demostró tres o cuatro cosas del uno de los mundos más idealizados: el editorial. Así que, como decía, me moría de ganas. Hoy traigo a mi estantería virtual, Catábasis.

     Conocemos a Alice, estudiante de postgrado en Cambridge que parece disfrutar de la dureza de sus estudios. De hecho admira a su tutor de tesis, Grimes, aunque tampoco es que le caiga demasiado bien. La cosa es que Grimes ha explotado, por así decirlo. Está muerto. Y Alice, que tal vez se sienta un poco responsable decide rescatarlo. Del infierno. Y allí que vamos y con esto ya tendríamos el argumento, pero también conocemos a Peter, rival de Alice que también necesita al odiado profesor, y que ha tenido la misma idea que ella. Y ahora sí, descendemos a los infiernos, y que nadie me hable ahora de Orfeo rescatando a su Eurídice, por favor.

     El infierno de Kuang es como el de Dante o el de Woody Allen, está dividido en partes que tendrán que ir recorriendo y mostrando al lector, pero también es académico, y es que aquí la autora lo que hace es poner al descubierto el mundo universitario en el que las envidias, zancadillas y manipulaciones están a la orden del día y la rivalidad es un germen que te implantan cuando no miras y del que luego cuesta mucho deshacerse. Como si donde tendrían que abrir tu mente la cerraran dejando una única vía por la que ver la vida. Y es que el infierno en realidad es Cambridge, Oxford o cualquier campus que uno pueda imaginar, sufrir o haber sufrido y si alguien esperaba algo más complejo o sutil es que no ha leído demasiado sobre esta autora. Y luego están las relaciones personales. Alice es un personaje complejo tanto a nivel emocional como social. Parece disfrutar del ambiente académico y admirar a Grimes, pero tampoco lo soporta. Sufre determinadas actitudes por ser mujer, pero tampoco es que sea feminista y presenta, en definitiva, una personalidad llena de aristas. Y bueno, está la historia de amor, aunque yo hablaría de distintos tipos de amor en la novela. Está el amor del deslumbramiento y lo que queda de él una vez somos capaz de enfocar la vista y luego ya el amor que va apareciendo y que era de esperar en la novela, ese que muchos van a catalogar como enemies to lovers para con esas tres palabras dejar claras todas las pistas.

     Sin embargo, y sin entrar más en la trama porque creo que lo disfrutable del libro pasa por dejar que sea la propia Kuang la que de pistas de lo que te vas a ir encontrando, si tuviera que destacar algo como característica más relevante de la novela, diría que son sus descripciones. Si alguien ha visto el libro y le ha parecido grueso, que tenga en cuenta que es debido a la capacidad de observación de Kuan y su necesidad de explicarlo todo, citar a todos y dar referencias más o menos veladas (como la relacionada con el nombre del profesor desaparecido) que convierten Catábasis en una novela a capas que disfrutarán de distintos modos los lectores en función de la cantidad de conocimientos previos con los que lleguen a sus páginas. Ninguno necesario realmente, pero sí un buen complemento para recoger todo lo que se dice pero allí no ha quedado escrito.

     Catábasis es una novela que he disfrutado mucho y, si me permitís y sin que sirva de precedente, hay que destacar lo bonita que la hicieron.

     Y vosotros, ¿con qué título comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

Santos como nosotros. Niamh Ní Mhaoileoin

      «¿Te lo puedes creer? —le diría—. ¿Me imaginas allí, en la plaza de San Pedro, en primera fila? A la hermana lesbiana de un santo, literalmente».

     Hoy es uno de esos días que llego pensando que he descubierto un libro, así que si ya lo conocéis y lo habéis leído todos, pues no me lo digáis que me hace ilusión. Hoy traigo a mi estantería virtual, Santos como nosotros.

     Jay perdió a su hermano Ferdia cuando él tenía 24 años y estaba a punto de convertirse en sacerdote. Pero eso fue hace años, de hecho en ese momento Jay estaba a punto de darse el primer beso con una chica. Desde entonces han sucedido muchas cosas, muchas además relacionadas con abusos e iglesia que han producido grietas y cambios. Jay, por ejemplo, que viene de una educación ultracatólica, ya no tiene fé. La cosa es que ahora, diez años después de la muerte de Ferdia, Jay recibe una llamada de sus padres que hacen que su mundo se sacuda: quieren que su hermano sea santo. Pero santo de verdad, como San Patricio. Y Jay es lesbiana y la posición del catolicismo más cerrado ante la homosexualidad es la que es, por poner un ejemplo, aunque claro, entre el Papa actual (en la novela) y el anterior han canonizado a mucha gente.

     Para ser una primera novela, hay que reconocer que la autora se ha metido en un gran jardín: el de la protagonista lesbiana que viene de una cuna ultracatólica y ve a su querido hermano mayor entregar su vida a la misma iglesia que no acepta la homosexualidad. Guau. Y luego va el chico y tiene un accidente. Aún así ese no es el único tema, es una novela equilibrada en la que la identidad, el duelo, la emigración o la depresión tienen un espacio más que considerable en la novela. De hecho, la identidad podría decirse que es el tema más importante ya que la protagonista ve chocar su mundo actual con aquel otro en el que se formó, algo para lo que la autora se ayuda de la novia de Jay. Se ve representado el sentimiento irlandés hacia la iglesia, la vergüenza incluso ante el fallo y, pese a la postura y la época, la autora hay un gran trabajo de comprensión a todos los niveles, defendiendo las posturas individuales ya sean a favor o en contra de aciertos o errores de la iglesia. No señala, como pudiera preconcebir un lector de sinopsis, solo habla de tender manos y comprender a quienes no piensan igual, y, si no se puede, respetar. Así de sencillo y así de complicado al mismo tiempo.
     Jay es un personaje brutal, el lector se siente arrollado por sus emociones y no puede evitar pensar en cómo se tiene que estar sintiendo con todo lo que vive. La novela es queer, es católica, un drama, te hace reír. Es una novela rápida y a la vez hace que uno se quede pensando en algunas de las llaves que plantea. Habla de la Iglesia y de Irlanda y también del peligroso ultraconservadurismo que hizo que se viviera en muchas familias una suerte de represión que provocó un efecto rebote hacia el lado opuesto. Y por eso es tan importante la gran pregunta: ¿qué querría Ferdia? ¿El chico que murió hace trece años querría, no ya ser santo, sino convertirse en una imagen utilizada para predicar a la nueva generación unos valores extremistas que provocan que se alejen de la Iglesia? Pensadlo porque es una pregunta con muchas aristas, nadie querría alejar.

     Santos como nosotros me ha parecido una gran novela. Toda una experiencia lectora firmada por una mujer cuyo nombre, y de esto estoy segura, más me vale ir aprendiendo a pronunciar.

     Una cosa, ¿no os encanta la cubierta del libro?

     Gracias.


lunes, 8 de septiembre de 2025

La esposa joven. Alessandro Baricco

     
     "Desde hace ciento trece años, todo hay que decirlo, en nuestra familia todos han muerto de noche.
Esto lo explica todo".

      Adoro a este hombre. Cada libro es una experiencia y a la vez encuentras lo mismo. En cada libro de Baricco encuentro la frase más bonita del mundo, el momento más extraño, el romanticismo (no hablo de amor) más puro. Y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La Esposa joven.

     Conocemos a la esposa joven cuando, al cumplir 18, tiene que regresar de Argentina para presentarse ante la familia del hombre con el que prometió casarse. En algún lugar del sur de Italia. En algún momento del siglo pasado. La familia: padre, madre, hija e hijo, tiene dinero gracias a las telas. Son distantes, temerosos de la noche y, sobre todo, muy desapegados. Adoran la calma y los desayunos y ninguno de ellos tiene nombre. El hijo ahora no está, entra en mayordomo, Modesto. Este si que tiene nombre. No son infelices, no se permite. Y tampoco se permiten los libros, de hecho leer está prohibido. Esto a la novia no le termina de parecer bien. Se relaciona con la familia en la que también hay un tío. Empecemos de nuevo: Modesto es quien la explica, la madre es una presencia hermosa, al padre le sucede algo, eso está claro, la hermana está lisiada y el hermano, no está. Ahora quizás se ha comprendido mejor, o tal vez no y por eso el propio Baricco se asoma a la novela un momento. Hay mucho que explicar...

     "La infelicidad roba tiempo a la alegría, y en la alegría se construye la prosperidad".

     Lo primero que hay que decir es que si vas a leer a Baricco, tiene que gustarte Baricco. En caso contrario, lo odiarás. Por eso uno empieza con Seda y se empalaga con palabras rebuscadas y situaciones imposibles en las que eso que otros llaman verosimilitud saltan por los aires. Sus libros son poesía y a la vez un cuento para adultos, fantasía alfombrando las calles de ciudades conocidas cuyas gentes no reconocemos pero a las que no gustaría encontrar. Yo por ejemplo, llevo años soñando con encontrarme al maestro que hace bombillas a mano, personalizadas en color, intensidad y duración para la persona que la encargaba. Lo cierto es que ni siquiera recuerdo de qué iba esa novela. Creo que había una cama y unos amantes, quizás uno posaba para el otro, qué más da... a mi, quien me enamoró, fue el hombre que hacía bombillas. Eso es leer a Baricco, enamorarse de una letra colgante, de un personaje escondido, un supuesto npc que te roba el corazón al apoderarse de un trocito de tu alma.

     "Un jugador profesional, que ganaba con cartas invisibles".

      La esposa joven es más de lo mismo y a la vez muy diferente. Un cuento a ratos retorcido, se le ha criticado mucho la cantidad de sexo que tiene, supongo que por la falta de costumbre, pero yo he entendido que forma parte del proceso de cambio en la novia (y aquí me planto que no quiero dar detalles). La novela trata sobre la superioridad moral, la indiferencia, pero no para el lector quien no puede quedarse a un lado de lo que se relata. Los sueños son vitales, un personajes solo vive ahí y es, junto con el ausente, parte más que vital de esta extraña novela de la que lo peor que uno podría decir es que es original, ya que limitarse a eso será casi prejuzgarla. Ahora podría explicaros lo que pasa con el narrador, algo absolutamente desconcertante, mutante y dos o tres -antes más que ahora no se me ocurren, pero también os lo dejo, por si lo queréis descubrir. 

     "Heredó de su familia un nudo enredado en el que nadie parecía ser ya capaz de distinguir cuál era el hilo de la vida y cuál el hilo de la muerte, y dijo que él se planteó deshacerlo".

     La esposa joven no es la mejor novela de Baricco, pero es una novela de Baricco. Se disfruta, como tantas otras suyas, si se lee dos veces; una para entender y otra para atesorar. Pero, sobre todo, se recuerda. Porque Baricco se mete bajo la piel. Por si no se ha notado: vivo enamorada de la forma en que se retuercen las letras de Baricco.

     "No habría podido decir qué estaba viviendo. Era un sortilegio. Lo sentí cerniéndose sobre nosotros, y cuando en el mundo no hubo nada más, a excepción de mi voz, intuí que en realidad no estaba pasando nada de lo que estaba pasando, ni nunca iba a suceder".

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     "No voy a morir de noche, lo haré a la luz del sol".

     Gracias.

     "Y luego oyó un crujido en su corazón de cristal, percibió un olor dulzón que reconoció  y supo con certeza que en ese momento había empezado a morir".

     

lunes, 1 de septiembre de 2025

La desconocida. J. D. Barker & James Patterson

 


     Las vacaciones son para el verano y el verano para las novelas de no pensar. Al menos la parte del verano que se pasa en la piscina. Hoy traigo a mi estantería virtual, La desconocida.

     Viajamos a Hollows Bend. Todo empezó un día cualquiera, bastante antes de la grabación del primer capítulo en realidad. Empezó con la aparición de una chica desnuda y sucia en el bar local más popular. Además de aparecer ella, un montón de cuervos empezaron a chocar contra las ventanas. A partir de ahí todo fue de mal en peor en ese pequeño pueblo de New Hampshire, ya que sus habitantes entraron en una suerte de terrorífica espiral marcada por la sangre. El sheriff desaparece y la joven Riley quiere saber qué sucede en un pueblo en el que madres matan a sus hijos, se suicidan o automutilan. Mientras, la joven muda aparecida, tiene unas marcas en los brazos. Y recordemos, todo empezó con ella.

     Bueno, vayamos por partes. En esta novela el dúo de actores han demostrando haber leído mucho terror en los años 70/80. Tanto, que la lectura nos traslada a esa época, lo cual no sería malo salvo porque las escenas de impacto ya las hemos visto muchas veces (la entrada es muy teatral en plan Carrie, seamos serios) y ahora nos sentimos ante una película de serie Z. Para paliar esto, no olvidemos que sus autores son pesos pesados, lo único que tienen que hacer es el tándem habitual de capítulos cortos y siempre-están-pasando-cosas como si de este modo el lector no fuera capaz de pensar en lo que está leyendo. Sin embargo logran el efecto contrario y uno se encuentra pensando eso de "ya solo falta que me digan que..." (¿lluevan pájaros muertos?) para adelantarse justo a lo que sucede en el siguiente capítulo. O dentro de dos. Y es que si la primera premisa es pueblo idílico en el que llega alguien y empieza a pasar todo malo (¿Salem's Lot, dices?) ya partimos de una base poco original. La comparación con King se veía venir de lejos en este batiburrillo con aspiraciones a terror leído en la postadolescencia y recordado con nostalgia que llega, cuanto menos, con década y media de retraso a las librerías. (Por cierto, el pueblo... La Cúpula...).

     Supongo que lo fácil es decir que es una novela impredecible, pero es que hay cosas que son imposibles de adivinar y, seamos sinceros, no se puede ni se debe sacrificar una novela buscando esa palabra. El final acaba siendo más desconcertante que otra cosa. Como en este caso.

     La desconocida es una novela perfectamente prescindible. Y mira que me gustan mucho ambos escritores pero todo el mundo puede echar un borrón.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 20 de agosto de 2025

Figuras ocultas. Jason Rekulak

 


     Si a mi me preguntasen, diría que el verano es para el terror. Porque uno tiene más tiempo, porque leerlo por la noche, sabiendo que es demasiado tarde como para que haya personas normales despiertas le da un plus... los grillos... verano. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Figuras ocultas.

     Cuando conocemos a Mallorie lleva año y medio sin beber y acaba de conseguir un trabajo aparentemente fácil y que le puede venir al pelo: será la niñera del hijo de Ted y Caroline, Teddy, un niño con el que encaja desde el primer momento. Ahora Mallorie usa piscina, pasea por un barrio seguro y tiene a un niño artista que es feliz mostrándole sus dibujos: palotes de niño de 5 años. Todo parece perfecto hasta que el niño dibuja a un hombre arrastrando un cuerpo con unos detalles impropios de alguien de su edad. Dibujos turbios que llevan a Mallorie a descubrir un suceso muy cerca de ella. Y a otros a pensar que quizás su salud mental no es la que debiera para ese trabajo.

    Tengo que decir en primer lugar que la novela, si bien es cierto que comienza como una historia de terror, poco a poco va derivando hacia un thriller en su última parte. El autor, que había realizado un buen trabajo de ambientación, comienza a perder pie a medida que sacrifica elementos importantes de la novela bajo una premisa que se va volviendo cada vez más habitual: sorprender al lector.

Me gustó mucho el patrón de la relación Mallorie y Teddy, la existencia de los dibujos, lo que la protagonista ve en ellos y la forma de presentarlo al lector, que se siente en todo momento parte de la historia, así que en ese sentido todo iba estupendo. Sin embargo los problemas comenzaron con las sorpresas, y es una faena ya que no puedo desvelar ninguna sin estropear el libro. Así que me limitaré a decir que hay puntos de Mallorie que son "demasiado adecuados" y otros que aparecen por cómodos para luego resultar olvidados. En cuanto a otros personajes, hay uno particularmente que me ha chirriado de forma salvaje desde que comenzó a desarrollarse la sorpresa. Ví las pistas, claro, pero aún así me ha parecido un cambio oportunista que poco o nada tenía que aportar a la historia principal.

     Al final Figuras ocultas no me ha convencido. Vi que fue elegido como uno de los libros del años en 2022 en GR así que tal vez sea yo que soy más polilla o simplemente no me ha pillado en el momento adecuado para disfrutar de él. 

     Y vosotros, ¿seguís los premios GR de lectores?

     Gracias.

lunes, 18 de agosto de 2025

Quién mató a mi padre. Édouard Louis

 


     "Cuando se le pregunta qué significa para ella la palabra racismo, la intelectual estadounidense Ruth Gilmore responde que el racismo es la exposición de determinados colectivos a una muerte prematura".

     Con mis momentos mejores y peores creo que poco a poco me he ido leyendo toda la obra de este autor. Hoy traigo a mi estantería virtual, Quién mató a mi padre.

     Supongo que esta vez es fácil y es que si el libro es de Édouard Louis, de un modo u otro, conocemos a Édouard Louis.

     La novela comienza de frente, con una fuerte crítica social a los privilegios masculinos, la opresión social y el uso de la política como cuchillo, para inmediatamente después llevar al narrador a visitar a su padre tras mucho tiempo, al que encuentra muy deteriorado y en el que refleja una parte de los problemas sociales existentes. Descubrimos además que el padre no fue tal, nos presenta una historia de fracasos permanentes que provocan daños en el narrador, así que nada nuevo por este lado.

    Louise es conocido por manejar la autoficción y llevar su activismo y su mirada crítica a la sociedad al terreno propio. En esta ocasión nos habla de su padre, al que disecciona como un hombre con sus defectos que es víctima de la época que le ha tocado vivir y al que incluso permite un punto de cambio. Sin embargo, y posiblemente este sea el punto que hace que la novela gane interés, esta vez hay una crítica más directa, una reflexión acusatoria que trasciende la no ficción y eso hace que el lector no se sienta tan preso de una historia personal que, por lo dramáticamente adecuada a los fines de Louise, muchas veces se ha puesto en duda. Era evidente que la masculinidad y la violencia iban a estar en el centro del foco de atención, pero en esta ocasión y acertadamente, el autor sabe hacerse un poco a un lado para permitir el protagonismo a su padre (algo que no supo hacer con la historia materna). Esto suaviza la sensación de leer algo ya contado, la enésima historia de la misma vida en un panorama literario que tiene todas las opciones para un hombre que triunfó ya con su primera novela.

     Quién mató a mi padre me ha parecido una buena opción para quien ya haya leído al autor. Sin embargo deja el regusto agridulce de quien lee a alguien que no se arriesga.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 13 de agosto de 2025

La chica de Kyushu. Seisho Matsumoto

 

     "Kiriko Yanagida salió de su ryokan en Kanda a las diez de la mañana. 
     Habría salido antes, pero había oído decir que los abogados de renombre nunca llegaban a sus bufetes a primera hora. Por eso había decidido esperar hasta las diez. 
     El abogado al que Kiriko había ido a ver expresamente desde Kyushu se llamaba Kinzo Otsuka. Kiriko, una mecanógrafa de veinte años, no tenía por qué saber que Otsuka era el mejor abogado en derecho penal. De hecho, no lo sabía hasta que ocurrieron los hechos que le cambiaron la vida para siempre".

     El verano es buen momento para rescatar libros de la pila de pendientes. Con las novedades en paro no hay tentaciones y uno puede dedicarse a aligerar a viejos conocidos que han estado meses mirándonos desde los estantes. Hoy traigo a mi estantería virtual, La chica de Kyushu.

     Esta vez el argumento es sencillo: Conocemos a Kiriko, una chica humilde que viaja desde Kyushu a Tokio para encontrarse con un abogado famoso. En resumen, este es el título de la obra.
Bien, sigo, la chica viaja porque su hermano ha sido acusado de asesinato y ella está convencida de su inocencia. El abogado le dice que no va a representarlo porque bueno, él es caro, y la recomienda que se quede con el abogado típico de oficio. Total, que sin la defensa de un buen abogado, el hermano de Kiriko acaba en la cárcel, donde muere. Kiriko ha seguido con su vida y ahora vive en Tokio, lo que le da la fácil oportunidad de contar al abogado lo que ha sucedido y eso hace que el abogado tenga remordimientos de conciencia.

      Es fácil pensar que estamos ante una novela negra, pero en realidad la identidad del asesino no va a ser lo que mueva toda la historia. Lo que hay aquí es, sobre todo, denuncia social. La falta de oportunidades ligada a la falta de recursos y sus consecuencias, una de las cuales es la indiferencia ante lo que te suceda si eres alguien olvidable. Eso ya se percibe en las primeras páginas del libro. También hay, por supuesto, una parte de ambientación y costumbres, y lo que para mi ha sido una gran sorpresa. Estamos acostumbrados a la fortaleza femenina en las protagonistas y la novela asiática, suele hacer gala de dicha fortaleza en diferentes formas de manifestación, pero es que aquí, además, juega con que la trama se desarrolla hace más de medio siglo, y consigue que no se sienta como algo que fue moderno y ahora queda trasnochado. 
     Esto en cuanto a lo que es la novela de manera formal. A la lectura, ya que aquí no ha sido todo positivo, tengo que reconocer que le encontré distintos problemas. En primer lugar el autor se repite mucho: pareciera que cada vez que aparece alguien hubiera que ponerle al día no sea se haya perdido de qué va la historia. Y, la verdad, al final me lo aprendí y se convirtió un poco en soniquete. Por otro lado, y para la escasa división capitular que presenta la novela, parece que se va desdibujando a medida que avanza y, aunque el último capítulo se encarga de colocar la historia, los que lo preceden de forma inmediata se han encargado de estropearla un poco. La trama se resuelve, sí, e incluso hay un pequeño giro, pero como decía al principio, aquí la identidad del asesino no es lo verdaderamente importante, la historia de Kiriko, sí. Desde el periodista que muestra la historia hasta el abogado que tenía que ir a jugar al golf y no le hizo caso, todo se mueve para demostrar que vales aquello que puedes pagar.

     A La chica de Kyushu le he visto sus virtudes, pero también sus defectos.

    Y vosotros, ¿tenéis una gran pila de pendientes?

     Gracias.
      

lunes, 11 de agosto de 2025

Suave es la furia. Sash Bischoff

 


     "Cuando todo ha pasado, continúa allí de pie, atrapada tras un muro de cristal, sacudida por un horror mudo, sísmico. 
      Fuera, el amanecer apenas ribetea el horizonte de dorado; el cielo sobre el Hudson es un morado incipiente, la epidermis de pizarra se vuelve plata líquida mientras la niebla retrae los dedos. El mundo permanece en una calma lechosa, ajeno aún a la carnicería del interior. Sin embargo, ella lo sabe: nada volverá a ser igual. 
      Aturdida, recorre con la mirada su vestido, moteado de rojo oscuro. Las manos inocentes, no sabe cómo, pegajosas por la sangre. Hay tanta por todas partes, es tan vívida…"

     Cuando uno pasa días sin moverse, lo que hace es leer. Por eso me he puesto al día de novedades que iréis viendo. Hoy traigo a mi estantería virtual, Suave es la furia.

     Conocemos a Lila, actriz famosa y prometida a un cineasta que ahora va a rodar una adaptación de Suave es la noche. Para prepararse para el papel comienza a acudir a un terapeuta que desenterrará su pasado.

     Me gusta Fitzgerald y me gustan sus excesos, por eso esta novela atrajo mi atención. La adaptación de corte feminista de una de sus obras bajo el prisma de la sociedad actual me pareció interesante. En este caso más allá de la adaptación en la que va a trabajar la protagonista, Bischoff deja perlas para ser recogidas por los lectores de F, en su mayor parte fáciles de identificar, así que en ese sentido tengo que reconocer que la novela superó lo que esperaba. 
     En cuanto a la trama formal estamos ante una novela de misterio marcada por la narración de Lila, la protagonista que se irá moviendo en un hilo pasado en el que descubriremos su llegada al mundo del cine, y el presente, y la narrativa de su terapeuta Jonah. Lila es presentada como una actriz ambiciosa, de esas que llaman de método, que ahora está convencida de que está ante la oportunidad de su vida de consolidarse como actriz y también como pareja de éxito dentro del mundo del cine. Sin embargo, dentro de cada oropel, hay un rastro podrido que se intenta ocultar con el brillo, y la autora no tarda en mostrarlo. La novela se adentra en el glamour del celuloide de ese modo ambiguo que hace sospechar que todo puede estar podrido y, poco a poco, va tejiendo una historia retorcida marcada por la venganza. Es además importante, o al menos a mi me lo parece, señalar la estupenda forma que tiene de enfocar el hilo del terapeuta, marcado por las sesiones y anotaciones de la propia protagonista, logrando que la fiabilidad del narrador se ponga en duda para ambas partes ya que, más que enrevesar las propias palabras, lo que hace es aprovecharse de la experiencia lectora que proporcionan muchos de los títulos que han ido apareciendo en el mercado literario en los últimos años.
     
     Suave es la furia es una novela muy entretenida que se ayuda de giros y momentos inesperados para el lector que, de este modo, ve como las páginas vuelan. Y hoy es bastante complicado encontrar una novela que logre eso. En definitiva, una buena lectura para llevar este verano encima a la piscina.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 30 de julio de 2025

La tienda de hechizos . Sarah Beth Durst


     "Si eso llegara a ocurrir, yo me encargaría de leer en voz alta para ti. Jamás perderás los libros".

     Tengo que reconocer que me compré el libro por su cubierta y es que sí, a veces somos un poco superficiales. Hoy traigo a mi estantería virtual, La tienda de hechizos.

     Viajamos a Alyssium,. Allí vive Kiela donde es bibliotecaria cuando se produce una revolución que incluye destrucción de libros y decide salvar todos los que puede e ir a su lugar de origen, Caltrey, que parece diseñado basándose en las fantasías más dulces de cualquier lector. Kiela huye con Caz, que estoy segura imaginaréis en una versión un poco diferente de la mía, pero que os encantará, y los libros que se llevaron son de hechizos. Pronto ven que en su nuevo hogar no es todo perfección y maravillas, porque a ver, no hay mermelada. Así que deciden usar uno de los libros...y aparecen en el jardín un montón de plantas cuyo fruto es perfecto. La historia es que, como he dicho, ni Kiela ni Caz son hechiceras y eso supone que su magia puede parecer ilegal. Así que abren una tienda de mermeladas y comienzan a probar con los hechizos con la mejor intención de ir ayudando.

     En un momento en el que los libros de romantasy están de moda y en el que los lectores preguntan por el picante, La tienda de hechizos es una fantasía romántica en el más amplio sentido de la palabra. Esto significa que incluso nos sobra el romance que hay, porque la historia no lo necesitaba. En las primeras páginas queda claro lo que hay: una trama de baja intensidad con un alto contenido cozy en el que todo va a terminar bien y que se usa como excusa para enseñar al lector un mundo absolutamente maravilloso. La autora incluso se permite incluir escenas cómicas en su afán de lograr un ambiente confortable que ponga de buen humor al lector. Tengo que reconocer que la protagonista a veces me ponía nerviosa y que el vecino.. bueno, yo lo hubiera echado lejos, pero eso no significa que no me haya quedado con la magia que destila la historia. La autora no invierte mucho tiempo en la creación del mundo y es más la interacción con los personajes y la atmósfera lo que van tirando de esta lectura amable.

     Como decía, llega en un momento de modas, en el que gente de todas las edades quiere unirse a ellas y en el que uno no siempre sabe cuánto sexo tiene una novela. Y a veces hay que regalar. Y por eso, más allá de por el rato de magia blanca que regala, es interesante La tienda de los hechizos, porque es perfecta para cualquier edad. Un libro que sirve para leer o regalar sin tener miedo a que cruce líneas que no debe. Uno de esos que uno puede situar cerca de, por ejemplo, Caraval. Pero en su versión más cozy.

     Y vosotros, ¿os influyen las modas?

     Gracias.

     

lunes, 28 de julio de 2025

Estás en mis ojos. Angélica Morales

 


     "París, 27 de enero de 1985 
     En los labios de Hélène Roger-Viollet bailaba una sonrisa. 
     Estaba un poco ebria porque se había pasado la mañana mezclando los ansiolíticos con la ginebra y moviéndose al compás de las canciones de Édith Piaf. El vaso medio vacío sobre la mesa; en el aire, el olor del sudor y ese aroma rancio de las casas mal ventiladas, que se mezclaba con las voces de Los tres mosqueteros que surgían de la televisión. Hélène había puesto un vídeo de una de sus películas favoritas; la versión clásica, naturalmente, ya que le horrorizaba la crudeza del color. Desde niña había navegado en la melancolía del blanco y negro y nadie podía sacarla de allí. Por eso todas las fotografías de la agencia Roger-Viollet eran eso, luces y sombras que se habían multiplicado en el tiempo hasta convertirse en ese patrimonio ingente que amenazaba con devorarlos".

     Suelo acercarme a los libros que novelan biografías que me parecen interesantes, de personas desconocidas que, tal vez, hicieron algo sorprendente. Hoy traigo a mi estantería virtual, Estás en mis ojos.

     Conocemos a Hélène Roger. O, para ser exactos, se encuentra su cuerpo. Hélène es una fotógrafa muy conocida con una brillante trayectoria y fundadora de una prestigiosa agencia de noticias. Casada en un matrimonio un poco peculiar, la investigación sobre su muerte recae sobre Isabel, que se ve fascinada por la figura de la difunta. Y, ahora sí, conocemos a Hélène, ya que serán sus memorias las que recorran las páginas de la novela más allá de la investigación del asesinato.

     Siempre resulta interesante descubrir cómo figuras internacionales llegaron a serlo. En mi caso reconozco que no conocía a la protagonista de la novela, pero aún así me ha gustado transitar por su pasión, el momento en que decide abrir un estudio fotográfico y la transición del estudio a agencia. Hélène acompañada de su amor, que como suele pasar no es tan idílico como dejan ver a un mero observador, lucha contra las adversidades casi de forma literal. Y la primera de ellas es, por supuesto, ser mujer. La novela torna casi en novela de aventuras por distintos escenarios y con secundarios que llegan a brillar más que los protagonistas, que la autora va desnudando poco a poco en una tormentosa intimidad. Y, sin embargo, lo que más me ha gustado es ver el tránsito a una concepción moderna de la fotografía, un mundo que cambió y que sigue cambiando ahora con los programas de edición. Ahí crece Hélène casi como una última romántica, lo que provoca reacciones encontradas y muestra una cara quizás no tan benévola pero en  la que la credibilidad aumenta, porque somos personas y nos reconocemos entre nosotros.
     La novela es amena, hay que tener claro que no se trata de una investigación trepidante para coger al asesino con la lengua fuera tras una carrera y dos luchas, aquí se trata de descubrir la figura protagonista de una forma más pausada y dominada por la narración. Si el lector llega esperando la trama policial, algo que puede pasar tras la escenificación del hallazgo del cuerpo, posiblemente se lleve una decepción, así que mejor ir sabiendo que se trata de un viaje muy diferente para rescatar un nombre del olvido que, si uno lo pone en Google, seguramente le de un par de pequeñas sorpresas.

     Estás en mis ojos es una novela entretenida que deja ese regusto a haber descubierto algo. Seguiré leyendo a Angélica Morales.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 16 de julio de 2025

La flor de sal. Tabea Bach

 


      "Julia probó la salsa, cerró los ojos y, por un momento, la reluciente cocina de acero cromado y su equipo pasaron a un segundo plano. En la lengua de Julia estalló un verdadero ramillete de sabores: pimienta, frutas y un sutil toque amargo que solo percibían los que sabían distinguirlo. Luego, una pizca de canela, cilantro y (ahí estaba el secreto) vainilla. La pulpa de medio tomate ananás aportaba el mismo grado de acidez que de dulzura. Tenía que saber así, justo así. La cantidad de sal, de la mejor variedad procedente del Himalaya, por supuesto, también era de lo más adecuada. El término salsa, al fin y al cabo, provenía del latín salsus y significaba «salado». Aunque las que preparaba Julia eran mucho más que simplemente saladas, puesto que daban a sus platos un matiz inconfundible".

     Por una vez me apetecía llegar la primera, no como con otras trilogías de esta línea que acabo cansada de ver reseñas y se me acumulan a la espera de verlas por todas partes. Además, que estuviera ambientada en Canarias, me llamaba la atención. Hoy traigo a mi estantería virtual, La flor de sal.

     Conocemos a Julia, chef de un restaurante con estrella Michelin que, si bien ha alcanzado la fama por los platos que ella crea, no es suyo. Esto supone un ambiente con rencillas, celos y todo lo que uno pueda imaginar. Julia está a punto de romperse, no tiene vida. Y entonces recibe una llamada de auxilio de su sobrino, que está muy a disgusto en el internado en el que su padre le ha metido para así poder empezar una nueva vida junto a su nueva pareja. Esto hace que Julia decida irse unos días para llevar a su sobrino a La Palma, donde reside el padre, e intentar limar asperezas entre ellos. Lo que Julia no sabe es que su sobrino la necesita tanto, que su hermano se ha vuelto una persona hostil y que La Palma será el oxígeno que necesita. Allí el azar la lleva hasta un restaurante abandonado maravilloso que está a la venta por un precio razonable y también a conocer a un hombre que llama su atención. Él único problema es que algo parece escapar de las manos de Julia porque, cuando cree que ha encontrado su sitio, todo se vuelve hostil. 

     Esta novela es un paseo por La Palma dejando de lado los lugares turísticos. Es conocer la tradición de los jardines de sal, esos lugares en los que la sal queda sobre tocas planas y forma cristales únicos, las flores, cuando el agua se evapora. Entra en una tradición totalmente desconocida que recuerda a Un paseo por las nubes, con anocheceres llenos de un romanticismo que viene de antaño que se mezcla con un trabajo tan duro como frágil que nos es desconocido. También presenta los lugares que siguen a parte de los complejos turísticos, esos pueblos que siguen a la sombra de tradiciones; unas hermosas y otras duras de sobrellevar, que hablan en lenguas propias, resuenan en cuevas naturales y ven como el turismo amenaza con arrasarlos igual que hizo con tantas zonas costeras.
     Frente a ello está la parte desconocida del trabajo de un chef. No todos tienen su propio restaurante, el estrés, la autoexigencia que choca con la que pide el propietario y el miedo a no estar a la altura ante la mesa equivocada se mezcla con la rivalidad entre el personal de un equipo que sabe hacia donde se dirige pero, muchas veces, también se agrieta debido a las ambiciones personales de cada uno de sus integrantes.
     Y luego está la novela de Julia, la de una mujer que ha alcanzado el éxito con el que todos sueñan para darse cuenta de que no es feliz. Si el dinero no da la felicidad, el éxito puede transformarse en soledad. Es la historia de una mujer que busca su sitio y necesita del calor humano más que de los aplausos y de cómo descubre lo que necesita mientras se descubre a sí misma.

     La flor de sal es una novela para viajar sin moverse del sillón y también para descubrir una isla, La Palma, totalmente desconocida para la mayor parte de nosotros.

    Y vosotros, ¿también dejáis enfriar las novedades que se ven por todas partes?

     Gracias.

lunes, 14 de julio de 2025

Las abandonadas. J. D. Barker

 


     "El frío de la noche se le clavaba en la piel ante el aullido del viento que pasaba en un quejido entre las ramas desnudas justo al otro lado de la ventana. Rachael tiró de las sábanas, se las ciñó alrededor del cuello y se deslizó hacia el lado de su marido en la cama en busca de su calor. No estaba allí, sin embargo. Descubrió que estaba sola. 
     —¿Thad? — dijo en un suspiro. 
     "La habitación le respondió con otro susurro cargado con toda la furia de la tormenta en aquella noche, un susurro duro y amargo teñido del tono hueco de un lugar que carece de vida, desprovisto de la seguridad que proporciona el hecho de saber que tienes cerca a un ser querido".

     Aunque la mayor parte de nosotros llegamos a este autor por El cuarto mono, lo cierto es que hubo vida antes de esa novela. Hoy traigo a mi estantería virtual su primera novela, que llega ahora a nuestras librerías. Se trata de Las abandonadas.

     Conocemos a Thad, escritor. Acaba de terminar su última novela y la verdad, le ha resultado casi que demasiado fácil escribirla. Trata de los juicios de Salem y ahora se va a Nueva York a promocionarla sin saber el peligro que corre. Y también conocemos a Rachel, su esposa. No lo acompaña porque va a tener a su segundo hijo, así que se queda con la que será su hija mayor. Tampoco saben el peligro que corren. Y finalmente conoceremos el peligro, que data de la época en la que se ambienta la novela de Thad.

     Barker en esta novela se acerca más al terror, no olvidemos que escribió una continuación de Drácula por estas fechas. Y así se nota desde las primeras páginas con las pesadillas de corte clásico en el género. Mujer embarazada sueña que le reclaman a su futuro hijo... bien, lo que destaca es obviamente la capacidad descriptiva del autor, que logra crear una atmósfera adecuada en apenas un puñado de páginas. Esta historia presente se desarrolla en unos pocos días y se alterna con el hilo pasado que corresponde no solo a la novela que ha escrito Thad, también es el origen de todo lo que sucede (amén de una promesa realizada).
     Como podéis ver, nada original en realidad, pero lo cierto es que la novela es  un ejercicio muy visual con personajes trabajados para que encajen en el papel que representan, particularmente el narrador de los juicios, y con un ritmo que hace que las páginas vuelen sin que uno apenas se de cuenta.
No se si os pasa como a mi, pero Barker me gustaba más cuando lo descubrí que en sus últimas historias, que he visto más convencionales y en las que apenas corre riesgos. Si os pasa, descubriréis aquí que no solo se trata de correr riesgos, hay algo más en la frescura con la que está escrita esta novela que ahora se le escurre entre las manos.

     Las abandonadas me ha parecido una novela francamente entretenida para leer este verano a la sombra.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias,

jueves, 10 de julio de 2025

Carl el mazmorrero. Matt Dinniman

 


     "La transformación tuvo lugar sobre las dos y veintitrés de la mañana, hora estándar del Pacífico. Hasta donde yo sé, todos los que se encontraban en el interior de algo murieron al instante. Tener un techo de cualquier tipo sobre ti, significó una muerte segura. Eso incluía a las personas que estaban dentro de coches, aviones o del metro. Incluso de tiendas de campaña o de cajas de cartón. Mira, quizá hasta de una sombrilla también. Aunque lo cierto es que en este último caso no lo tengo tan claro".

     Estaréis diciendo, ¡pero si no es miércoles! Y tenéis toda la razón. Lo que pasa es que a veces es necesario hacer excepciones y hoy es el día que ve la luz Carl el mazmorrero, ese libro con el que os he dado la paliza la última semana. Y, claro, quería traerlo a mi estantería virtual.

     Conocemos a Carl. Se acaba de enterar de que su novia no era tan fiel como le hubiera gustado y ha puesto fin a la relación. O casi, porque el gato de su novia aún está con él. Gata en realidad, Dónut, con un carácter muy especial. Cuando lo conocemos está intentando convencerla de que vuelva a casa con él. Y justo ahí da comienzo el apocalipsis. Como en las pelis. En una primera ola muere un montón enorme de gente. Y después... hay un comunicado y las personas que han sobrevivido (y no os diré el motivo) pueden elegir entre quedarse en la tierra que no tiene absolutamente nada, o entrar por unas puertas que se abren a unas escaleras. Y sí, Carl bajó.

     A partir de ahí Matt Dinnman construye una historia divertida y demencial sobre un apocalipsis televisado en una suerte de videojuego del que Carl, acompañado de su inseparable (y a ratos insoportable gata) es protagonista frente al resto de supervivientes. Y es que sí, al grito de solo puede llegar uno (al final del juego) la novela se convierte en un tributo a los videojuegos y a los jugadores (no olvidemos que haber jugado otorga puntos de experiencia) y veremos "jefes", enemigos de distintos niveles, logros, cofres, pociones y casi cualquier otra cosa que imaginemos. Con la única diferencia de que todo se ha vuelto muy real.

     Dinniman nos da juego, nos da lucha, nos da humor y nos da seres creados especialmente para la novela. Y nosotros nos quedamos. La narración está bien llevada, es muy divertida y, donde otros se empeñan en seguir el formato clásico del antihéroe, Dinniman opta por hacer que sude mientras el lector se debate entre comprender cómo piensa Carl/ sentirse identificado con él en algunos momentos. Porque el gran mérito del libro es que logra que el lector sienta la pasión por el juego. Sobre todo si en algún momento de su vida ha sido, o ahora lo es, jugador.

     Carl el mazmorrero es una lectura divertida que se vive de forma inmersiva a poco enfermo que estés.

     Y a vosotros, ¿os apetece jugar?

     Gracias.



lunes, 7 de julio de 2025

Noventa y nueve cuentos divinos. Joy Williams

 


     "Una mujer que sentía devoción por su madre y había llorado su muerte todos los días durante años encontró unas postales en una tienda de antigüedades y trastos viejos. Las postales mostraban panorámicas sin mayor interés, pero aún así le llamaron la atención y compró unas cuantas con playas vírgenes y caminos de bosque. Al llegar a casa, sintió la irrefrenable necesidad de enviarle una postal a su madre. 
     Lo que le escribió no era importante. La necesidad de hacerlo sí lo era. 
     Metió la postal en un sobre y la envió a la última dirección terrenal de su madre, una humilde casa de labranza que se había vendido hacía años y que con toda probabilidad ya había vuelto a cambiar de manos. En el plazo de una semana recibió una carta; la letra del sobre era sin lugar a dudas la de su madre. Hasta la tinta verde que tanto le gustaba a su madre era la misma. 
     La mujer nunca abrió la carta y tampoco envió más postales a esa dirección. 
     La carta, andando el tiempo, si bien su existencia solo era un rumor, provocó entre sus hijos, si bien ya eran mayores, una gran preocupación.

     LA POSTAL"

     Joy Williams es una de las mejores cuentistas del panorama literario. Hoy traigo a mi estantería virtual, Noventa y nueve cuentos divinos.

     Supongo que muchos estaréis pensando cómo se habla de 99 cuentos o cómo se publican sin que se convierta en un pesado volumen casi imposible de levantar del suelo. Y además el divinos ese, ¿qué pinta ahí?
     Noventa y nueve cuentos divinos tiene media verdad en su título y es la palabra cuentos. Joy Williams escribe cuentos, sí, pero brevísimos y que en muchos casos funcionan como aforismos, ideas que encienden una mecha en la mente del lector, que le hacen pensar. Puntos a unir en nuestra cabeza que no necesitan ser desarrollados. Como en el que os puse en la cabecera: lo que escribió no era importante. La necesidad de hacerlo sí lo era. Hay otra historia sobre un cerdo que salva una vida que se mezcla con un matadero. La idea, la vida. Y es que los cuentos de Williams son divinos por definición más que por la calidad, que también. Es un divino basado en creencias y en naturalezas. Y si hablamos de naturalezas tal vez sea la naturalez humana aquella a la que muestra menos agrado e interés. Dios aparece porque es importante para el pensamiento, también para el individual, sin importar el nombre que se le de. La metafísica de Williams, tan común a toda su obra en la que no hace falta ponerle un nombre para que exista. El todo repartido en este caso en forma de relatos mínimos que están pensados para durar en el tiempo, no para ser consumidos del tirón. No es un menú degustación, es el plato completo. Por eso a medida que se avanza en la lectura se descubren patrones, ideas generales que sobreviven a textos con personajes cuyo nombre no nos importa. Las ideas, los pensamientos, no tienen fronteras, pero quizás se las ponen aquellos que los reciben, por eso hay locos.
     También hay relatos un poco más largos, da para mucho el libro. Hay referencias literarias más o menos encubiertas en los títulos o acciones y otras mucho más directas que se aprecian a simple vista durante la lectura. Hay, en realidad, un poco de todo. Y aún así es capaz de dar la sensación de unidad en un gran collage resumible en una cadena formada por el final en mayúsculas de cada uno de sus cuentos.

     Noventa y nueve cuentos divinos es una pequeña joya que esconde mucho más de lo que soy capaz de explicar.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.
     

     

miércoles, 2 de julio de 2025

La biblioteca de la niebla. Kai Meyer

 


     "Sentía a Mara en toda la casa, aunque se había marchado hacía tiempo. Sentía su presencia en los pasillos de techos altos igual que notaría una corriente de aire, veía su silueta en los pliegues de las cortinas de brocado, oía sus pasos en las salas barrocas y en la escalinata de mármol. 
     Pero en ningún sitio se me antojaba tan cerca como en la biblioteca de mi tío, un fantasma en el laberinto de libros".

     Ya lo he dicho más veces, pero es que es cierto que los aficionados a la lectura nos sentimos particularmente atraídos por aquellos libros que tratan sobre libros o bibliotecas. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La biblioteca de la niebla.

     Conocemos a Arthur en 1917. Es un joven apasionado de los libros en un país convulso. Hay manifestantes y saqueadores por todas partes y la Orjana no tarda en poner la vista sobre su familia. Un día llega a casa y se los han llevado a todos, él sabe que están muertos pero no quiere creerlo. Pero si quiere salvarse tendrá que huir y así lo hace con ayuda de un amigo que le pide a cambio que lleve un manuscrito a Alemania y lo entregue sin hacer preguntas. Arthur acepta en parte movido por la necesidad de volver a ver a la mujer que ama, solo que cuando llega la situación es un poco diferente a la que él esperaba.
     En otro lugar y otra época, 1928, conocemos a una niña llamada Liette que vive con su tío en el hotel familiar tras haber perdido a sus padres en un accidente. Liette solo se relaciona con un librero ambulante y apenas sale salvo a una casa abandonada en la que hay una biblioteca que llama poderosamente su atención. Hasta que otra cosa lo hace, una maleta que encuentra en el desván del hotel. Su tío le dice que muchas familias rusas veranearon durante un tiempo allí y que dejaban sus cosas de un año a otro. Cosas que quedaron abandonadas cuando la situación de su país hizo que no regresaran.

     Visto hasta aquí tenemos dos historias interesantes que el autor sabe equilibrar para mantener el interés en ambas. Por un lado está Arthur y su disfuncional familia, particularmente su tía. La relación que tiene con su prima y la aparición de Mara, una virtuosa de la pintura y cómo afecta a todos los que la conocen. Como ya habréis supuesto, veranean en el hotel del segundo hilo. En este Liette pronto se gana el cariño del lector gracias a una historia de corte clásico sobre una huérfana en peligro que mantiene un punto de romántica inocencia.
Entonces, ¿cuál es el verdadero punto de unión?
Para llegar a él el autor nos abre un tercer hilo en los años 50 en el que Liette, ya adulta, es la propietaria del hotel familiar. Sigue obsesionada con la casa, que está aún más en ruinas, y con su biblioteca, que siempre percibe entre niebla. Necesita encontrar a Mara, y para eso contrata a un periodista llamado Thomas Jansen especialista en usar los medios que sean necesarios en sus investigaciones.

      Como podéis ver el misterio está servido y hay que tener mucho cuidado con no desvelar nada para que el lector se vaya sorprendiendo con cada una de las revelaciones. Si os puedo decir que los tres hilos tienen su propia trama con misterios correspondientes que, ya sea unidos o bien parte de la forja de los personajes, mantienen siempre al lector pegado a las páginas y que, si bien hay partes que el autor permite anticipar, hay otras que al ser reveladas generan un aluvión de piezas sueltas encajando hasta llegar a un final que se mueve entre lo perturbador y la tranquilidad.
     Lo sé, no he dicho nada en sí. Pero si hubiese explicado que hay muertes, asesinatos, encubrimiento, política, relaciones turbias, envidias, problemas mentales, libros y un colgante, tampoco creáis que os hubiera aclarado demasiado.

     En definitiva, La biblioteca de la niebla es una novela entretenida que se siente en muchos momentos como un homenaje a aquellas películas americanas de los años 70.

      Y vosotros, ¿os sentís atraídos por libros que tratan sobre libros?

     Gracias.