lunes, 28 de octubre de 2024

La vegetariana. Han Kang

 


     "Antes de que mi mujer se hiciera vegetariana, nunca pensé que fuera una persona especial".

     Leí La vegetariana cuando lo trajo la editorial Rata que, si no ha desaparecido, la verdad es que hace mucho tiempo que no veo una novedad suya por alguna librería. Si ahora recupero este título es porque acaba de recibir su autora el Premio Nobel de Literatura y, si os pasa como a mi casi todos los años, pues seguramente muchos estéis buscando información sobre qué tipo de libros escribe. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La vegetariana.

     Con esa frase aparentemente sin importancia da comienzo el libro que cuenta como su protagonista, Yeong-hye, una mañana se levanta tras haber soñado mucho, y se descubre vegetariana. No en un monstruoso insecto que hubiera dicho Kafka, si no en algo aparentemente mucho más sencillo e inocuo, una simple vegetariana. Sin embargo, y como sucede en la famosa novela, las cosas pueden tener raíces mucho más profundas de lo que aparentemente puedan parecer. La protagonista, y voy a referirme muchas más veces a La Transformación, es tan insignificante como una cucaracha (no soy sutil, lo sé) y es que, incluso para relatar su propia historia carece de voz propia. Serán su marido, su cuñado y su hermana, personas que valen algo por lo que son y por lo que hacen, en cambio ella, ¿qué hace? pues parece que nada. Al menos hasta que se reivindica como vegetariana, algo que provoca el rechazo inmediato. Para Kang la carne se convierte en algo visceral y la novela se vuelve una pesadilla de tortura, violación y violencia y aún así ser vegetariana no es vendido como un proceso de purga o de iluminación que será capaz de hacer feliz a Yeong-hye. Ni siquiera de salvarla. De hecho hay un momento durante la lectura en el que estuve segura de que iba a morir.

     La novela muestra la normalidad anodina, la vida gris aparentemente estable y la fragilidad de la misma. La burbuja de la protagonista estalla y, de algún modo, llega una de las escenas más escalofriantes de la novela en la que su padre la intenta hacer comer carne por la fuerza y ella prefiere apuñalarse a ceder. Dicho así puede parecer una tontería, pero la autora es capaz de que el lector en ese momento se posicione a favor de Yeong-hye. Escalofriante, ¿verdad? También lo es intentar desgranar el argumento basándose solo en los hechos que se mencionan, aquí las capas son mucho más profundas. 

     La vegetariana es la historia de un descalabro, de un derrumbe familiar en el que un acto aparentemente banal se convierte en la única piedra angular que va a quedar en pie. Una novela que se divide en tres partes marcadas por las reacciones, las obsesiones y los intentos de seguir a flote pero que, pese a esto, refleja perfectamente la impasibilidad de quienes tenemos al lado ante nuestro propio sufrimiento. Es una novela visual y sangrienta en la que una persona intenta sobrevivir en el centro del caos, tal vez como un árbol, como una planta. De tan invisible parece que no esté. Quizás esa la mejor manera de aislarse de este mundo violento y cruel que moramos todos.

     La vegetariana es una historia sencilla, una novela complicada, hermosa, horripilante y visceral. Es una historia incapaz de dejar a alguien indiferente que está escrita de una forma que nos resultará extraño. Y aún así, aún no he conocido a nadie que haya sido capaz de dejarla a medias.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

lunes, 21 de octubre de 2024

Intermezzo. Sally Rooney

 


    Si hay una escritora cuyas novelas son un acontecimiento, esa es Sally Rooney. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Intermezzo.

     Conocemos a Iván y a Peter, hermanos. El primero es el menor, de 22 años, jugador de ajedrez y con un trabajo... bueno, un trabajo que palidece frente al éxito laboral de Peter como abogado. Pero lo que si tienen ambos en común, y ahí está la novela, es una vida personal desestructurada cuanto menos. El ajedrecista se acuesta con una mujer más casada de lo que dice, Margaret, y con un marido que no es precisamente maravilloso, mientras que Peter, que mantenía una relación con la mujer perfecta y se malogró tras sufrir ella un accidente, se acuesta con una chica muchísimo más joven que trapichea para sobrevivir pero todos vemos cómo se le va poniendo cara de prostituta o sin techo. No he contado que Ivan y Peter perdieron a su padre, que uno de ellos verá más a su madre mientras que el otro verá más a su perro, por distintas circunstancias, por supuesto. Ni tampoco que ambos compartirán algún que otro recuerdo, lo cual puede parecer normal dado que son hermanos, pero ni su relación ni su diferencia de edad hacía fácil que eso sucediera. 

     La novela trata, como todas las de la autora, de las relaciones. Las pasadas, con Sylvia y Peter, las que quizás sean, con Naomi. Las que se ocultan pero parecen sentar bien, con Ivan y Margaret. Y por supuesto, la existente entre los hermanos que el lector percibe como no demasiado buena debido a sus grandes diferencias que irán desde la edad hasta la forma en que la autora hace que se expresen cuando van alternando sus voces (si bien no son las únicas que aparecen en la novela). Una novela que utiliza el ajedrez como vía de expresión en algunos momentos, así que tranquilos si no sabéis jugar y habéis visto la ficha en la cubierta, llevándolo hasta el título. Porque la vida son momentos, y un intermezzo en el ajedrez es una maniobra que obliga al otro jugador a reaccionar, normalmente rompiéndole la secuencia de jugadas que tenía previstas. Algo así como un accidente. Como la vida misma.

     Tengo que decir que hasta este momento no me había posicionado en el gran grupo de fans que tiene Rooney, pero Intermezzo me ha gustado. Mucho además. En algunos momentos incluso he podido oler Dublín.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 16 de octubre de 2024

Einstein. Walter Isaacson

 


     Tenía este libro pendiente de leer y han sido estos días cuando me ha apetecido acercarme a la biografía de uno de los nombres más conocidos de la historia contemporánea. Hoy traigo a mi estantería virtual, Einstein. Su vida y su universo.

     En general creo que las biografías con como las setas, proliferan ante determinado tipo de condiciones: nombres conocidos, trascendencia del personaje, peculiaridades y logros. Einstein tiene por eso mismo todas las papeletas para ser uno de los nombres que han llenado páginas, y las que quedarán, de este tipo de libros. Sin embargo, me decidí por esta ya que fue en su momento de las más famosas, aparecida hace ya unos años y que se convirtió en un éxito de ventas pero a la que aún no me había acercado.

     Einstein fue un genio, un personaje excéntrico que vivió las dos grandes guerras que atravesaron el mundo, fue controvertido por su ciencia y sus creencias, fusionadas en una suerte de filosofía propia tan aclamada como no entendida; se hizo famoso por el contexto político, por las implicaciones de sus descubrimientos y también por la dificultad para comprender lo que había descubierto. Eso sin contar su azarosa vida personal. Tenía, pues, todas las condiciones para trascender en el espacio y el tiempo y convertirse en un nombre conocido por todos sin importar el tiempo que hubiera pasado desde su muerte. Y así ha sido. Lo difícil en este caso es relatar su vida intentando aunar lo formal, lo científico y lo social y que de lugar a un libro legible y además entretenido. Einstein está rodeado de anécdotas; desde las escolares hasta sus normas personales incluso a su primera esposa a la que, según cuentan, ofreció para separarse de ella la cuantía del Nobel que no había ganado a modo de indemnización. Fue, en definitiva, un genio además de todo un personaje. Isaacson parece saberlo y, si bien es cierto que no escribe desde la imparcialidad (ni lo pretende hacer creer) convierte la vida del genio en una novela amena en la que la ciencia, los descubrimientos y la dificultad para demostrar y entender conceptos que hasta ese momento no existían, tienen su protagonismo pero no son el grueso de la historia. A fin de cuentas, 1905 fue solo un año en la vida de un hombre que vivió más de 70 años. Lo sitúa como el primero de los científicos que se hicieron famosos gracias a su ciencia, un hombre que disfrutó con ello tanto como manteniendo a la prensa al margen de lo que estaba haciendo. na mente inquieta interesada en cuestiones de fé y en cómo podía o no relacionarlas con una ciencia que dominaba y no esquiva, algo que he agradecido, el espinoso tema de la IIGM.

     He descubierto que, más allá del genio, hubo una persona con problemas para encajar y relacionarse; que la inteligencia por encima de la media no garantiza ni siquiera el éxito y que la curiosidad es el motor del mundo. Además de a una persona francamente interesante. He disfrutado de la lectura y os invito a darle una oportunidad. Puede que las primeras páginas sean un poco densas pero luego el libro coge ritmo y se convierte en una lectura de lo más interesante.

     Y vosotros, ¿sois lectores de biografías?

     Gracias.


lunes, 14 de octubre de 2024

La librería en la colina. Alba Donati

 


     "Cada niña es infeliz a su manera y yo lo era muchísimo".

    Iba yo buscando libros ambientados durante la pandemia y llegué a este. Hoy traigo a mi estantería virtual, La librería en la colina.

     Esta va a ser una entrada un poco atípica puesto que no voy a poner el argumento como tal. Os cuento: Alba Donati es poeta y editora. Y un día, abrió una librería llamada Sopra la Penna en Lucignana, un pueblo pequeñito. Como habréis visto, os he dejado el enlace al IG de la bonita librería por si tenéis curiosidad. Bien, pues su propietaria, que ya había escrito poesía y era editora, escribió este diario durante 2021 en el que mezcla sus recuerdos, su día a día y habla mucho, mucho, de libros. Por cierto que, para quien se vea sorprendido por el horario, que sepáis que el pueblecito entre montañas en el que está la librería, tiene más o menos doscientos habitantes al que la gente va simplemente por el placer de tomarse un té y quizás un bollo con alguna de sus mermeladas literarias. Es un lugar construido por la pasión  por los libros y se destila en cada uno de los detalles. También en el diario, que por supuesto ni es imparcial en sus vivencias y opiniones, ni lo pretende. A fin de cuentas lo más personal que uno puede escribir es precisamente un diario. Así que descubriremos el sueño de abrir la librería (lo hizo en 2019), el incendio que sufrió cuando llevaba poco tiempo abierta y, como no podía ser de otro modo, la pandemia. Además del tema monetario, claro. Y mientras tanto iremos descubriendo a su autora y propietaria, página tras página en las que, de paso, nos iremos apuntando más de uno y de dos títulos, porque para un lector no hay nada más contagioso que otro lector. Por eso es un lujo leer cuando entrevistó a uno o leyó alguna maravilla de otro. Una simple lista de los libros que ha vendido un día se convierte en un placer porque quizás contenga alguno de los favoritos de Alba y nos cuente de qué va desde la pasión de quien lo vive dentro.

Imagen: intoscana.it
    Esto es Lucignana, el lugar en el que se ubica la librería y también del que habla la novela. Donde todos son solidarios y comparten y ayudan, el lugar que esta mujer situó en el mapa y al que ahora acuden personas de toda Italia solo para disfrutar un rato. Un lugar en el que, dice la autora, se puede caminar descalzo sobre las piedras, y en el que se sitúa la casa de su tía, que ahora sabemos que le regalaba libros. También sabemos que su padre la enseñó a leer y que abandonó Lucignana para volver tras casi cinco décadas sin que su mujer cuando se marchó se inmutara demasiado al verlo. Es todo muy personal en realidad, pero también amable.
     
     La librería en la colina es un libro romántico, amable, de ritmo pausado y para leer despacio, para conectar con amantes de los libros. Tan solo pretende contar la historia de una mujer de un pequeño pueblo que un día propuso un crowfunding para abrir una librería. Y, sorprendentemente, funcionó. Un libro que hace que apetezcan leer otros libros.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
 
     Gracias.


lunes, 7 de octubre de 2024

El último crimen de la escritora Emilia Ward. Claire Douglas


 

     "Emilia está en el autobús que la devolverá a casa, mirando el cielo encapotado por la ventana y pensando que ha comido demasiado, cuando ocurre. 
     Un borrón de luces destelleantes y las sirenas atronadoras del coche de policía que pasa zumbando a su lado, seguido de otros dos en rápida sucesión. 
     No le da demasiadas vueltas. Habrá sido otro accidente".

  Tengo que reconocer que cuando vi el argumento de la historia no me pareció particularmente original. Sin embargo sí que pensé que es de estas que te hacen pasar un rato sin pensar en nada. Hoy traigo a mi estantería virtual, El último crimen de la escritora Emilia Ward.

     Conocemos a Emilia, conocida escritora de la serie de novelas protagonizadas por Miranda Moody. Por lo demás es una mujer de mediana edad que vive con su perfecta familia en un barrio de la periferia de Londres que ha escrito su décima novela de la serie y la tiene lista para ser publicada tras el confinamiento por COVID. Y entonces una notica le sorprende: han matado a una persona de una forma aparentemente igual a la víctima principal de la primera novela que escribió. Un tanto descolocada por la coincidencia, no se recupera cuando aparece un segundo cuerpo y también parece sacado de uno de sus libros. Y siguen. Hasta que aparece un cadáver exactamente igual que el de la novela que aún no ha publicado. Solo unas pocas personas tienen acceso a una novela sin publicar. ¿Quién ha podido ser?

     Como decía, no es un argumento particularmente original. Además hay que reconocer que el entorno de la protagonista es como... muy perfecto, con un primer marido que es el perfecto ex, un nuevo suegro al que todos adoran, amigas que dejan todo por la protagonista y, para que el lector se entretenga, personajes basados en personas reales dentro de la metaficción de la trama. Y aún así, me lo he pasado bien leyéndolo. Precisamente tiene la novela un punto de inflexión en el que pasas de leer una historia a leer otra que hace que gane fuerza mezclando realidades ficticias de forma que dan un impulso extra a la novela al desmarcarla de otras del mercado, solo que no os voy a explicar más. Simplemente decir que, cuando una novela negra tiene un punto original, para mi ya es algo a valorar positivamente. Hay tanta oferta en este sentido, tanto cozy con investigadores, mujeres rencorosas, amigas envidiosas, policías marcados por una vida difícil o investigadores excéntricos, que empieza a ser casi imposible que alguien te sorprenda o que, al menos, se desmarque con un giro diferente.

     La novela me ha parecido entretenida, sobre todo una vez que comienza la segunda parte y el juego que antes comentaba toma posesión de la historia. El lector no tarda en temer que la última muerte sea la de la protagonista y eso hace que la lectura se vuelva rápida, casi más de telefilme que de novela, pero en eso consiste muchas veces el entretenimiento. Escrita de forma muy visual y con acciones rápidas, Douglas no pretende pasar a la historia de la literatura, solo busca ser un fenómeno boca a boca que la lleve a superar la oferta actual del mercado. Solo. Como si eso fuera fácil hoy en día.

     El último crimen de la escritora Emily Ward es una novela entretenida marcada por personajes femeninos tanto como por el mundo de la creación literaria. Y por las muertes, por supuesto.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

    PD. ¿No os pasa que vivimos en un mundo que nos mete tanto vocabulario anglosajón que se os hace raro que en Londres viva Emilia y no Emily? Porque yo me he llevado una lucha mental hasta que me acostumbré que me ha hecho reflexionar un poco sobre el tema.

miércoles, 18 de septiembre de 2024

Buena suerte. Nickolas Butler

 


     "Aquella era la casa que había de cambiar su suerte para siempre. Podían presentirlo. En cuanto Cole tomó el desvío de la carretera principal y, tras cruzar la portilla abierta de una cerca de ganado, comenzaron a ascender en dirección norte por el polvoriento camino del cañón, todos pudieron percibirlo: dinero".

     Desde que leyera Canciones de amor a quemarropa, no me he despegado de la literatura de Butler. Con sus más y sus menos, su forma de tratar a los personajes, las dinámicas entre ellos, y esa manera tan personal de redactar me tiene fascinada. Hoy traigo a mi estantería virtual, Buena suerte.

     Conocemos a Teddy, Bart y Cole, amigos y propietarios de una empresa de construcción. Gretchen, abogada de éxito, se pone en contacto con ellos para que terminen de construir su casa y ellos ven en el encargo la oportunidad de que su suerte cambie. a mujer quiere que la casa esté finalizada y la duda es, ¿por qué abandonó el proyecto el anterior contratista? Y así, mientras Bart no termina de sentirse cómodo y recorre a sus propias ayudas los otros dos amigos piensan en el dinero y lo que harían con él.

     Butler siempre ha tenido un talento especial a la hora de contar historias y dibujar a sus personajes y en esta novela no iba a ser diferente. Los tres amigos pronto tenemos claro que representan el gran sueño americano de montar una empresa y triunfar, pero hasta la aparición de la abogada, solo habían podido dedicarse a pequeñas reformas (un poco como la realidad en la que se queda el sueño americano). Y ahora parece que pueden tener una oportunidad de que eso cambie, con lo que aparece la ambición (esto no es una cuestión americana, es algo que suele ser un problema vengas de donde vengas). Y así comienza el desarrollo de las distintas personalidades: uno es hábil negociando, otro lo es con las manos o acaso es un gran trabajador, mientras que las sobras provienen de las drogas o las "in"capacidades. Y, por supuesto, frente a la mujer adinerada que impone un plazo que parece imposible y sobre el que sobrevuela un secreto que tira poderosamente de la trama, Butler también ofrece la posibilidad de asomarnos a los fantasmas que ella también posee y que, si me permitís la broma, el autor pone sobre la mesa.

     Buena suerte es una novela ágil, incluso rápida, que recuerda en muchos momentos a un thriller. Uno comienza leyendo una historia de ambición, de trabajo y sacrificio, avaricia incluso frente al dinero y la forma en que se llega a mitificar (quizás más el lector que los personajes, y este es uno de los grandes logros del libro) que en su segunda parte gira para darnos una historia mucho más rica y compleja. Es evidente que la amistad tiene un valor, la naturaleza, el entorno, las dificultades y la propia historia; pero cuando uno lee a Butler sabe perfectamente que lo más importante de sus novelas, es la forma en que están escritas (un ejemplo es que desde que he empezado a escribir esta reseña, estoy pensando en si debo o no de contar la vívida forma en que el autor es capaz de describir el subidón de las drogas). Si usted no ha leído a Butler, va siendo hora de que comience. Y, si bien Buena suerte no es su mejor título, estamos ante un escritor en el que seguramente todo vale para una primera toma de contacto. 

     Y vosotros, ¿hay autores de los que os gusta tanto como escriben que os leeríais hasta su lista de la compra?

     Gracias.

lunes, 16 de septiembre de 2024

Biografía de X. Catherine Lacey

 


     "El primer invierno desde su muerte parecía que todos los días, durante meses, fuesen húmedos y luminosos —siempre como si acabase de llover, aunque era incapaz de recordar la lluvia— y yo bajaba en tren a la ciudad un par de días a la semana, buscando (o esa impresión daba) un edificio en el que poder entrar y desde el que lanzarme, una tarea sobre la que nunca lograba determinar del todo si de verdad iba en serio, pues me parecía que la seriedad de cualquiera que buscase algo así no se veía hasta que llegaba el momento de despegar el cuerpo de la acera".

     Este libro me llamó la atención desde el primer momento. Hoy traigo a mi estantería virtual, Biografía de X.

     Conocemos a CM Lucca, viuda de X. Y X fue una artista conocida por sus relaciones  y colaboraciones que murió en 1996 sin que nadie tuviera claro su nombre real tras habérselo cambiado a X pero, como suele suceder, alguien decide publicar lo que cree es su historia. CM Lucca se enfada tanto que decide investigar en el pasado de X y ser ella misma quien cuente su historia.

     Hasta ahí todo correcto, solo que hay un detalle importante: nadie de los nombrados existió realmente. Todo aquí es ficción y la novela se desarrolla, como buena ucronía, en una línea del tiempo paralela de los Estados Unidos. Allí, en esta línea temporal, una mujer salió elegida presidenta en los 40, era socialista, y la historia desde ese momento cambia totalmente: el sur lleva una política totalmente opuesta al norte y el lector, gracias a la excusa de la biografía y a los datos y entrevistas recogidos, será el encargado de ir recogiendo esa historia. La novela, extraña a su manera, contextualiza cada paso de una forma tan extraordinaria que el lector tiene vista desenfocada; un poco como en esas fotografías que se hacen en modo retrato, pero justo al revés, es el fondo el que va tomando nitidez. Por si fuera poco, X es del sur, un lugar totalitario, y bajo su lupa la propia vida de X y su arte tienen un significado diferente. La ficción del libro avanza desde las primeras páginas para atrapar al lector y utiliza una técnica que rompe la narración para hacerla más real. La ambientación trasciende la palabra para ocupar el cómo se expresan y de ese modo convencernos de que estamos ante algún tipo de búsqueda anotada para dejar que aparezca sin que nos demos cuenta algún nombre que fue real junto a muchos otros que pudieron serlo. Y además parte de una premisa contraria a lo que hubiera podido ser verosímil: la viuda es quien busca la identidad de quien rompió con su pasado para destruirlo. Es ella quien quiere saber el nombre de su esposa y su historia real sabiendo que era lo que X evitaba a toda costa, pero la excusa de quitar la razón a terceros ha sido siempre válida para desautorizar al muerto y aquí es el verdadero motor de la novela.

     A medida que la novela avanza, al contrario que sucede con títulos como Daisy Jones, tienes claro que no te interesa demasiado X. No cierras el libro pensando: ojalá hubiera existido y ver su obra y lo que hizo. Porque la autora te ha enredado en su ficción y lo verdaderamente fascinante es el viaje, el lugar, la historia dentro de la historia. Ya da igual si es un estudio, si es una biografía, metaliteratura o no. En realidad, y eres consciente, lo que has leído es algo inclasificable. Pero ahí estás, y ves los momentos en los que la novela se curva para darnos ese mundo en el que las mujeres importan y mucho, sabes que es algo habitual y que está colocado ahí porque es una tendencia. Pero ya es tarde, ya te han arrasado todos los nombres, lugares y costumbres. Y solo tienes clara una cosa: X no te cae bien. Al menos a mi.

     Biografía de X es un libro extraño, incluso perturbador, cuya lectura se disfruta como una rareza: no por su belleza, por su originalidad.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 11 de septiembre de 2024

Los secretos de la biblioteca de la Quinta Avenida. Fiona Davis

 


     "Debía contárselo a Jack, aunque no le iba a hacer ni pizca de gracia. 
     Mientras Laura Lyons regresaba de hacer unos recados, dándole vueltas a las posibles reacciones de su marido cuando se enterara de la noticia, vislumbró a la mendiga apostada de nuevo en el primer peldaño de la escalinata de granito que conducía a su hogar: siete habitaciones en las profundidades de la palatina Biblioteca Pública de Nueva York. Esta vez la presencia de la mendiga no le generó lástima, sino un miedo atávico. Era ciertamente algún tipo de mal augurio que hizo que a Laura se le acelerara el corazón. Una mujer al borde de la ruina, sola y sin recursos. Sin amor".

     No se trataba ya de que fuera un libro sobre libros, algo que veo demasiado explotado, fue más la época que insinuaba la imagen de la cubierta lo que me hizo querer leerlo. Hoy traigo a mi estantería virtual, Los Secretos de la biblioteca de la Quinta Avenida".

     Conocemos a Laura Lyons, casada con el director de la Biblioteca Pública de Nueva York. Allí, en la biblioteca misma, es donde viven junto a sus hijos, ya que existe un apartamento para ello.  Y Laura, mientras su marido escribe su tesis, estudia periodismo. Esto llevará a la mujer a encontrarse con un grupo de mujeres que llaman poderosamente su atención por su concepción de una vida social y económicamente independiente de los hombres. Y entonces empiezan los robos.

     Aunque esa es la historia principal hay que decir que el lector llega a ella porque en 1993 la nieta de Laura está trabajando en la misma biblioteca. De hecho asiste a la preparación de una exhibición sobre su abuela, reconocida ensayista con los años. Y se encuentra con que roban nuevamente.

     Hay que decir que sin ser una novela impresionante estamos ante una historia entretenida y con una buena ambientación que me ha resultado más que agradable de leer. A lo largo de tres generaciones la biblioteca va creciendo y cambiando, pero la autora reivindica de algún modo el romanticismo de lo antiguo y el olor a libros viejos mostrando partes del lugar que yo no conocía y que me he quedado con las ganas de saber si existen en nuestro país (en esta biblioteca google me dijo que sí). La historia, en la que tengo que tener cuidado no avanzar para no desvelar nada, tiene varios puntos en común que me han resultado interesantes y que incluyen a la familia protagonista, lo cual es un punto importante en la balanza ya que hasta cierto punto temía que fuera la simple excusa de la biblioteca lo que le diera tirón a la novela. Hay amor por los libros, amor en general, hay feminismo y hay pérdida, temas que cruzan una historia que, como ya he dicho, se embellece entre pasadizos y "jaulas" en las que se encierran manuscritos valiosos que el lector no puede evitar querer ver. No solo los libros, también esas zonas secretas que los ocultan en los grandes templos que son las bibliotecas.

     Los Secretos de la Biblioteca de la Quinta Avenida es una novela entretenida que he disfrutado. Para pasar un buen rato.

     Gracias.

lunes, 9 de septiembre de 2024

¡Vivir!. Yu Hua

 


     "Lo que más me gustaba era sentarme delante de alguna casa del pueblo, cuando llegaba el crepúsculo, a contemplar cómo rociaban el suelo con agua del pozo, para abatir el polvo en suspensión, mientras el haz luminoso del poniente acariciaba la cima de los árboles. Cogía entonces el abanico que me ofrecían, probaba sus verduras en salmuera, más saladas que la mar, miraba a las chicas, hablaba con los hombres".

     Ordenar libros hace que, de vez en cuando, aparezca uno que se traspapeló o llegó sin leer a la estantería de leídos por alguno de esos misterios de la vida. Hoy traigo a mi estantería virtual, ¡Vivir!

     Conocemos a Fugui, un hombre que viene de una buena familia y con dinero. Fugui lo pierde arruinándose y complicando la vida de su familia debido a sus adicciones. Este hombre, ya anciano, va revisando su historia en la que luchó, fue prisionero, vivió la Revolución Cultural de Mao, la crisis, enterró a sus seres queridos y acabó narrando su vida, ahora sencilla y compartida con un viejo buey, a un chico.

    Inicialmente la historia de Fugui no parece que vaya a aportar nada. Un chico con una vida a todo trapo que dilapida y acaba por perder el dinero familiar tras lo que, como corresponde en la literatura, decide convertirse en alguien honesto y trabajar la tierra con las manos. Visto hasta ahí, bien. Sin embargo el autor nos narra la historia en primera persona y hace que el joven atraviese un sufrimiento que parece nunca va a cesar: lucha con el ejército en la guerra civil, pierde a su madre, su hija enferma en un lento goteo de pérdida y aflicción y avanza hacia una senectud en la que el rechazo que el lector haya podido sentir hacia él en las primeras páginas se ha convertido en un cariño contenido hacia quien confía sus desdichas desde un conformismo dado por el tiempo y el aprendizaje. A esto contribuye además la forma que tiene Hua de contar una historia en realidad sencilla de forma llana hasta llegar a conmover. Fugui el sin cabeza va comprendiendo que a veces las cosas con lo que son y asume la vida. Lo que iba a ser una vida privilegiada se ha convertido en algo desgarrador y terrible, y ahí está él, con su buey, dos ancianos en la fase final esperando la muerte sin esperarla, porque quizás ya les ha acompañado mucho tiempo.

     El autor muestra como es habitual en este tipo de novelas, una parte de la historia y costumbres de su país, además de mantener un estilo que, si bien no se acerca tanto al lirismo al que nos tienen acostumbrados los autores orientales, contribuye a esa sensación de choque entre lo que se dice y cómo se cuenta, haciendo que uno y otro sean más efectivos.

     ¡Vivir! es una novela dura que no llega a inmunizar al lector ya que se siente realista en todo momento. Con un título poderoso revela justo la esencia de lo que nos está relatando, hay que seguir adelante.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

lunes, 2 de septiembre de 2024

Las lobas de Pompeya. Elodie Harper


     "Tiene las manos en alto, como si estuviera rezando, y de su piel emana vapor. El agua le acaricia el cuello cuando se reclina y se hunde en su calidez. Las risas y las voces femeninas flotan a su alrededor, un enredo de sonidos que hacen eco en las piedras. Ella lo ignora; se enfoca en sus dedos, los gira, ve el agua que gotea de ellos, observa el vapor elevarse. Podrían ser las manos de cualquiera, piensa; podrían pertenecer a cualquiera. Pero son de Félix".

     Aún quedan libros diferentes, con argumentos poderosamente diferentes que llaman la atención. Hoy traigo a mi estantería virtual, Las lobas de Pompeya.

     Conocemos a Amara, hija única de un médico que la educó junto a él llevándola en sus visitas y transmitiéndole sus conocimientos. Pero la vida cambió para esta joven griega al morir su padre y vió como su familia se iba endeudando hasta que su madre la vendió como esclava. Amara es ahora una prostituta en uno de los burdeles más famosos de Pompeya y escucha las historias de sus compañeras mientras piensa en cuánto dinero necesita ahorrar para poder comprar su libertad y dejar esa vida.
     
     La novela de Elodie Harper es feminismo y sororidad y un montón de cosas más que ahora están de moda y a las que se presta particular atención cuando hace unos años ni siquiera se pensaba en ellas, pero es, sobre todo, entretenida. A lo largo de sus páginas y junto a la historia de Amara el lector va conociendo a Félix, el dueño del burdel, a Paris, otro de los chicos que están junto a ellas, a la prostituta entrada en años que se ha quedado limpiando porque ya no es atractiva y a las otras chicas que comparten alojamiento y profesión con la protagonista. Desarrolla entonces la historia de una joven astuta que intenta salir adelante y ganar su libertad saliendo de un arrabal en el que se compite con el burdel del mayor rival de Félix, que busca una nueva fuente de ingresos y que, pese a verse tan lista, cae en la trampa de dejarse llevar por sus sentimientos una y otra vez. Aunque no nos engañemos, estos sentimientos no han de ser amor necesariamente, ya que cuando alguien vive en esa situación, el amor puede ser lo último en lo que se piensa. Harper habla de compañerismo y de ayuda entre las chicas, del empuje y la protección, de la rivalidad y la envidia y de todas aquellas cosas que uno pueda imaginar en un mundo en el que los días útiles son pocos y la vida tiene el mismo valor que los ingresos que proporcionas. De este modo queda reflejada una parte de la historia que no aparece en los libros, ¿a quién le importa a fin de cuentas lo que sucede en los prostíbulos? desarrollando en profundidad a personajes cuyas vidas quedan expuestas al juicio del lector.
Utiliza además un tono contemporáneo y dinámico que se aleja de la época que representa para ayudar a mantener esa sensación de temas universales y atractivos sumando el acierto de no necesitar endulzar los destinos de los personajes para agradar al lector.

     Las lobas de Pompeya me ha gustado, me ha parecido una historia diferente que señala puntos como el clasismo incluso entre las castas más bajas y me ha transportado a momentos como los Saturnales de una forma que desconocía.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

lunes, 26 de agosto de 2024

Agujero. Hiroko Oyamada

 


     "Me mudé a este lugar con mi marido a finales de mayo, cuando le anunciaron en el trabajo que lo destinarían a otra oficina, dentro de la misma provincia pero casi en la frontera, en pleno campo. Como en ese mismo municipio viven sus padres, llamó a mi suegra para preguntarle si no conocía alguna casa que pudiésemos alquilar. «¿Y por qué no vivís en la que tenemos justo al lado?» «¿Al lado?» «Sí, ya sabes, en la casa que tenemos en alquiler. Se acaba de vaciar.» Yo estaba sentada junto a mi marido y la voz de mi suegra me llegó con nitidez. ¿Desde cuándo tenían una casa en alquiler al lado de la suya? ¿Por qué nunca había oído hablar de ella?"

     Este es uno de esos libros que compré atraída por la sinopsis pero que, a la vez, no tenía claro de qué iba. Normalmente cuando eso me pasa la novela se convierte en un gran éxito para mi o en una tremenda decepción, sin medias tintas. Hoy traigo a mi estantería virtual, Agujero.

     Conocemos a Asa cuando se muda con su marido por motivos laborales. Se da además la casualidad de que sus suegros tienen una casa vacía junto a la suya que les pueden dejar sin cobrarles un alquiler, lo que en ese momento les vendría mejor que bien a la pareja. Y allí van.

     Vaya sinopsis más leve os hice pero es que Asa no recuerda que junto a la casa de sus suegros hubiera otra como tampoco parece saber exactamente un montón de cosas que debería. y que incluyen casi cualquier cosa relacionada con ella. Sin embargo no tiene amnesia, es más bien una sensación de estar dejándose llevar por rutinas de una vida sin importancia de la que realmente no sabe mucho, como pasando "sin pena ni gloria" que dicen las generaciones de antaño. O como si realmente fuera cierto eso de que vemos solo lo que queremos ver, algo que expresa claramente un personaje a la protagonista de la novela. Y entonces, en esa rutina tan aburrida que es imposible de recordar, un animal se cruza en el camino de Asa y, como si fuera el conejo de Alicia, ella lo sigue por un paraje que parece irse transformando y ser más visual, más llamativo. Y, cómo no, cae por un agujero. Y entonces la novela cambia pero no de la forma en que estáis pensando. Oyamada presenta un mundo real aburrido, una mujer pasa a ser ama de casa en las afueras y su vida es tan aburrida que el silencio ante la ausencia de su marido trabajador, hace que hasta las cigarras sean atronadoras. Por otro lado el mundo comienza a llenarse de anomalías en una sucesión de imágenes a ratos pesadillescas que, al más puro estilo Murakami, rompen la realidad para expresar el pensamiento o sentimiento de esa mujer tanto como sus necesidades. Quizás por eso uno de los grandes aciertos de la novela es la narración en sí, el aburrimiento y la apatía se transmiten no solo en la vida de Asa, también en el propio personaje y en la manera en que es descrito y que contrasta con las rupturas de realidad que la autora introduce.
     Como novela me ha resultado atractiva e interesante en el personaje femenino de una cultura distante pero como experiencia de lectura me ha gustado incluso más.

     Agujero es una novela interesante y entretenida cuya lectura he disfrutado.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

lunes, 19 de agosto de 2024

La chica salvaje. Delia Owens

 


     "Una marisma no es un pantano. Una marisma es un espacio luminoso donde la hierba crece en el agua y el agua fluye hasta el cielo".

     Después de esquivar la fama del libro me ha atropellado la publicidad de la serie, así que al final he picado. Hoy traigo a mi estantería virtual, La chica salvaje.

     Conocemos Barkley Cove, un pueblo de Carolina del Norte durante los años, inicialmente 50. Digo inicialmente porque la historia se divide en dos tiempos para que podamos conocer a Kya, una niña de una familia totalmente dinamitada que acaba viviendo sola en una casa vieja en mitad de la naturaleza. 

En el segundo hilo Kya ha crecido, ha sobrevivido y evolucionado en más de un sentido y el misterio se abre con el asesinato de Chase. Lo fácil es acusar a la chica salvaje, que vive sin apenas relación con el mundo pese a estar al lado.

     No sé qué esperaba realmente cuando llegué a esta novela, ya que era consciente de que es imposible alcanzar el espectro del boca a boca cuando llega a determinados niveles. La historia con la que me he encontrado es sencilla, dinámica y bastante predecible. La situación de la nia es equivalente a la de aquellos dramas lacrimógenos de huérfanas que tenían que sobrevivir y que uno se creía porque era demasiado joven como para hacerse preguntas. Solo que ahora ya nos las hacemos y eso hace que pensemos en por qué al conjunto. La madre abandona a la familia porque su borracho marido es lo que es, vale. Y no vuelve a por Kya ni después de establecerse en otro sitio y estar arropada... vale. Pero es que también se marchan los hermanos y la dejan allí con el padre. Más allá de ese punto la novela, a ratos lenta, tiene unas descripciones de la naturaleza que se antojan hermosas y una prosa sencilla de leer, pero le sigue pasando lo mismo con la credibilidad. Al menos en mi opinión. Si ya me costaba la situación, también lo hace la evolución del personaje. La comunión con la naturaleza y el aprendizaje me parecen bien, hermosos como concepto, pero pongamos por favor unos límites ya que "demasiado" existe como palabra por algo. Hay además un misterio que se desarrolla en la segunda historia y es la muerte de un hombre, con el juicio y la búsqueda del veredicto o del culpable. Esta parte está bien llevada ya que la autora opta por un desarrollo lento que da tiempo a que el lector se posicione sobre si es o no posible lo que nos están contando para luego dejar una resolución que supongo divide al público entre los lectores con escuela y aquellos más inocentes.

      El conjunto da como resultado una novela piscinera con un punto diferente ya que no es la típica novela negra, pero no he visto para nada lo que la fama me estaba vendiendo. En cuanto a la serie, y aquí reconozco que soy más especialita, la abandoné.

     La chica salvaje es una novela entretenida para pasar un rato. Sin más pretensiones.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.


miércoles, 14 de agosto de 2024

Cuando la tormenta pase. Manel Loureiro

 


     "Poco a poco, el muelle fue cogiendo forma".

     Vaya por delante que de este autor me encantó su trilogía de zombies, después de la cual hemos tenido una relación desigual en sus títulos, pero lo he seguido leyendo. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Cuando la tormenta pase.

     Conocemos a Roberto, que se traslada a la isla de Ons para escribir durante el invierno. Se encuentra en un lugar rodeado de mar y habitado por unos pocos vecinos entre los que destacan las familias Docampo y Freire, enfrentadas de toda la vida. A las relaciones vecinales se une la llegada de un fardo a la costa, el aislamiento por la tormenta y el peligro en el que se acaba viendo inmerso el escritor.

     La novela, que comienza con un ritmo pausado, más narrativo para ir presentando al lector sus personajes y entorno, está concebida como un page turner que va acelerando y cargando tintas para mantenerlo pegado a sus páginas. Aún así desde el principio deja claro a qué tipo de novela nos enfrentamos. Una isla pequeña, problemas de abastecimiento, "regalos" truculentos y una presentación vecinal se unen a una buena ambientación, lo más destacable para mi de la novela, para dar la bienvenida al lector a una historia que coge muchos elementos clásicos de películas de misterio para fusionarlos en su trama. La novela es exagerada, Roberto es un pobre desgraciado al que parece que el autor tenga cierta manía, o yo al menos lo pensé durante bastante rato, ya que, si bien es cierto que no lo mata, no le sale una cosa bien desde que pone el pie en esa isla en la que parece terminar enfrentado con todos. 

     La novela es exagerada, sobre todo en su parte final, no tiene problema en recurrir a clichés o cargar tintas y no busca la credibilidad, ya que se trata de entretenimiento. Para mi, que pertenezco a ese grupo de lectores que tenemos mucho leído a la espalda, le ha faltado originalidad y posiblemente calidad literaria como tal para tener el premio que se le ha otorgado, pero también tengo que decir que cumple perfectamente la función con la que estoy segura fue escrita: que el lector se enganche y le cueste soltarlo hasta haberlo terminado. Y yo soy una firme defensora de la literatura como entretenimiento puro y duro porque no hay nada más difícil que entretener en un mundo en el que las opciones de ocio se multiplican. En este caso, además, Loureiro ha recuperado ese toque de humor que hace que el lector se ría en los momentos más inoportunos y que reconozco echaba de menos en sus novelas, ya que era uno de los puntos que más disfrutaba.

     Cuando la tormenta pase es una novela entretenida. Con todo lo que ello significa.

     Y vosotros, ¿sois lectores de premios?

     Gracias.

lunes, 12 de agosto de 2024

La asistenta te vigila. Freida McFadden


     "Porque, seamos realistas, yo nunca tengo suerte en nada".

      Uno de los fenómenos editoriales de los últimos meses ha sido La asistenta, algo que además ha potenciado la editorial al poner la trilogía en manos de los lectores con bastante celeridad. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual su tercera entrega y cierre, La asistenta te vigila.

     Conocemos a Millie. Ya la conocíamos en realidad. Pero ahora el tiempo ha avanzado y la vamos a conocer en su nueva etapa familiar y en su nueva casa. Y en su nuevo vecindario.

     Una de las dificultades a la hora de hablar de un cierre en una trilogía es no destripar los dos primeros por lo que en general se termina hablando del conjunto. En este caso, hay que decir que lo más llamativo fue la llegada de La asistenta, volumen con el que abre la trilogía y que descubría a los lectores como un libro en apariencia bastante simple se convertía pasado el momento X en una novela que era difícil de soltar por lo entretenida y las sorpresas que la autora había ido dejando y que parecían agolparse en las páginas de la novela. Los lectores, que llegamos esperando un thriller al uso, descubríamos una forma especial de narrar que no dejaba ni siquiera el epílogo para la tranquilidad y que nos obligaba a esperar si habría, previsiblemente sí, una segunda parte. Como todo, la novedad en una segunda entrega es difícil de mantener y la autora tenía que elegir entre repetir fórmula perdiendo originalidad o volver a reinventarse y optó, evidentemente, por lo primero. Aún así seguía siendo una lectura atractiva capaz de hacer pasar unas cuantas horas de buen entretenimiento a los lectores que ya le habíamos cogido cariño a Millie.

     En esta entrega la autora recupera a Millie, como no podía ser de otra manera y, tal y como apunta la contra, Millie está casada (no diré con quién), tiene familia, y ha llegado a un nuevo vecindario (uno de los puntos fuertes de esta historia es precisamente el vecindario y la forma en que lo usa McFadden). La novela comienza con un prólogo que no sabemos quién nos cuenta pero nos dice claramente que, por mucho que toda la primera parte de la novela nos parezca una narrativa bastante convencional de un vecindario con sus secretos y una fachada de perfección que se agrieta, algo va a pasar. Y, al igual que sucede en sus anteriores entregas, veremos aparecer a un muerto (aunque tardará bastante, algo que sería agotador si no fuera porque la autora mantiene el ritmo a base de capítulos cortos y esa constante sensación de que pasan pequeñas cosas constantemente y que todas las frases que se dicen, van a significar algo mayor). A partir de ese momento comienzan los giros que tanto éxito han dado a la trilogía y veremos como las sospechas de cuernos, el dinero que puede ser caído del cielo para la ambición de unos, el regreso de personajes y las acusaciones cercanas, toman posesión de la novela para que el lector llegue, sin apenas darse cuenta, a la parte final. Es cierto que el lector se inmuniza y que eso significa que cuando empieza a leer la novela ya lo hace con un cartelito de advertencia "nada es lo que parece, nadie es quien dice ser y todos ocultan algo incluso mientras te lo están contando", lo que lleva en ocasiones a descubrir de antemano alguno de los momentos clímax de la historia, pero es más porque nos entretenemos buscando todas las posibilidades que por la pericia a la hora de vaticinar el curso de la narración, seamos sinceros. 

     Sin embargo y pese a ello tengo que decir que la historia es entretenida. ¿Carece del frescor de entregas anteriores? Sí. Por eso celebro que la siguiente novela de la autora sea independiente. Bastante me ha costado escribir esta reseña sin dar un solo nombre o una sola pista de lo que en ella sucede. Bueno, salvo la primera línea, esa que no es del principio de la novela pero pertenece a ella y he colocado en cursiva.

     La asistenta te vigila es el cierre a un auténtico fenómeno de lecturas. No diré que es alta literatura, pero sí que es muy entretenida. Si no habéis conocido aún a McFadden, acercaos a La asistenta. No decepciona.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 7 de agosto de 2024

Los siete maridos de Evelyn Hugo. Taylor Jenkins Reid

 


     "Evelyn Hugo, leyenda del cine e It Girl de los años 60, acaba de anunciar que subastará doce de sus vestidos más memorables en Christie’s con el fin de recaudar fondos para la investigación del cáncer de mama".

     Si ha habido un libro que ha aguantado en las listas de ventas durante semanas y semanas es este. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Los siete maridos de Evelyn Hugo.

     Conocemos a Monique, periodista de Vivant. Está básicamente comenzando con su carrera periodística y es elegida por Evelyn Hugo para escribir sus memorias. Evelyn Hugo es una actriz de gran fama durante la época dorada de Hollywood que vive recluida en su casa y cuya vida se irá desgranando ante Monique, con la que irá estableciendo una relación cada vez más cercana.

     Evelyn Hugo nació en Cuba en los años treinta y pronto salió de su país para buscar carrera y fortuna. Más allá de sus películas, Evelyn habla con Monique y le va contando su vida, algo que la autora aprovecha para meter un poco la cabeza en el mundo del celuloide y todo lo que les rodea. Y recorre sus siete matrimonios. Cada uno de ellos irá desvelando una parte de la actriz, una mujer que no se considera a sí misma una gran persona, que sacrificó todo por su carrera y que ahora busca dejar testimonio de su gran amor además de su vida. La historia de Evelyn es la de muchas mujeres que llegaron con un sueño que hoy se sigue manteniendo, pero también lo es en un momento en el que la sexualidad no era ni parecida ahora. La novela es entretenida, entreteje a entrevistadora y entrevistada dejando que Monique escuche y se aprenda en las palabras de la anciana que esconde, como era de esperar, su gran secreto.
     Me gustaría decir que ha estado a la altura de todo lo que se dice de ella, pero esperaba algo más de la novela. Más dorados y ambientación y también, para qué mentir, que la sorpresa fuera un poco menos predecible. El acierto de la autora es no buscar que Evelyn caiga simpática, el lector descubre que se puede admirar a una persona sin que te agrade y Evelyn crece con cada una de sus palabras, su sexualidad, la forma de encararla de la autora, la relación que mantiene con su amante y cómo les afecta todo, son grandes pilares en una novela que vale tanto como sus dos protagonistas.

     Los siete maridos de Evelyn Hugo es una novela que es una biografía. O una biografía que es una novela. Sea como sea es una ficción que todo lector anhela que hubiera sido real.

     Y vosotros, ¿buscáis leer los libros de los que todo el mundo habla o sois de dejarlos en espera?

     Gracias.

lunes, 5 de agosto de 2024

Azul de agosto. Deborah Levy

 


     "La vi por primera vez en un mercadillo de Atenas comprando dos caballos mecánicos bailarines. El hombre que se los vendió estaba insertando una pila en el vientre del caballo marrón, una de zinc de alta potencia AA. Le enseñó que para poner en marcha el caballo, de la longitud de dos manos grandes, tenía que levantarle la cola. Para pararlo debía bajársela. El animal llevaba un cordel atado al cuello y la mujer podía dirigir sus movimientos tirando de él hacia fuera".

     Llevo años leyendo a Deborah Levy, por eso no dudé en llevarme este de vacaciones. Hoy traigo a mi estantería virtual, Azul de agosto.

    Conocemos a Elsa, niña adoptada dos veces, una por sus padres y otra por el hombre que le dio la M a su nombre tras descubrir su talento. Desde ese momento el piano se convierte en su vida y su universo. Por eso, cuando se levanta en mitad de un concierto y abandona la sala, todo su mundo se tambalea y se da cuenta de que ni siquiera sabe quién es. Comienza un periplo por Europa dando clases a niños ricos hasta que en Atenas ve a una mujer comprar una caja de música en un mercadillo. Esa mujer, cuya aparición se repetirá sin importar el lugar, hace que Elsa se sienta ante su doble.

     Levy escribe una novela sobre el concepto del doble, el Doppeltgánger, con esta mujer que se aparece a su protagonista justo tras haber comenzado su viaje introspectivo.  La pianista que se desvía de la ruta musical parece desbloquear algún tipo de recuerdo infantil de una vida que jamás le había interesado demasiado. Elsa sabe qué es, un genio de la música, pero no sabe quién es y ahora le toca recorrer ese camino mientras explora las distintas versiones que deja en el presente. Y persigue a su doble buscando su primera identidad (llegados a este punto os diré que la novela me ha recordado a Frozen por el guiño de los nombres). En la novela la música es la vida, gracias a ella veremos a Elsa como a tantos niños prodigios que solo se les valoraba por lo que se podía obtener, y también será el camino que la autora utiliza para hablar de masculinidades y de relaciones de hombres con mujeres, una crítica directa al conocido "feas, locas...". Los hombres parecen formar el ruido de la novela, el entorno molesto, la realidad consciente que se habita. 

     Todo forma parte de una gran composición, cada vida es una pieza y Elsa necesita encontrar la suya. Esa pieza que apareció sin ser requerida en mitad de un concierto quizás sea el hilo del que tirar, el comienzo del quién y esa búsqueda implica mancharse las manos, usarla, el tacto más allá del frío marfil de las teclas de un piano. En un momento dado, el lector tiene la sensación de que la protagonista se quita unos guantes invisibles para empezar a sentir la vida: se tiñe, recupera su esencia y su nombre, defiende a alumnas y continúa viéndose a sí misma en una suerte de juego de espejos.

     Azul de agosto es una buena novela. A ratos rara, como corresponde a la autora, pero atractiva en su lectura y satisfactoria en su desarrollo que me ha mantenido entretenida y, sobre todo, interesada en lo que la autora quería contarme. Una buena opción de una escritora a la que pienso seguir leyendo. 

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.



miércoles, 31 de julio de 2024

Long Island. Colm Toibín

 

     "- El irlandés ese ha viendo otra vez -dijo Francesca al tiempo que se sentaba en la mesa de la cocina-. Ha ido a todas las casas, pero te buscaba a ti. Le he dicho que no tardarías".

     Todo empezó con Brooklyn. Por eso cuando supe que se publicaba la secuela tuve claro que iba a leerla. Hoy traigo a mi estantería virtual, Long Island.

     Han pasado 20 años desde que Eilis viajó a Estados Unidos, regresó a su país y realizó como único acto de rebeldía el viaje de vuelta a Estados Unidos. Ahora Eilis vive con su marido, Tony, y tiene un par de hijos adolescentes. Como buena familia de italoamericanos, los Fiorello viven unos junto a otros, algo que a Eilis no deja indiferente, pero más le trastoca la llegada de un hombre a la puerta de su casa que le dice que su esposa tendrá un hijo bastardo de Tony. Con semejante noticia y las inesperadas reacciones Eilis viaja a Irlanda una vez más, esta vez por el cumpleaños de su ya anciana madre cuyo carácter no ha sucumbido precisamente a los años. Una vez allí reaparece Jim, el hombre con el que hubiera "debido" casarse Eilis, regresa a su vida su amiga Nancy, y las relaciones entre los tres y los cambios de su país toman posesión de la historia.

     Una de las cosas que mejor maneja Toibín en sus novelas son los tiempos. Esto hace que estemos ante novelas simples de lenta construcción en las que los silencios pesan tanto como las palabras. Como si se tratase de pequeñas oportunidades que los personajes van perdiendo y de las que tan solo el lector es consciente de ellas. Como Jim y su pasado regresando al presente. Esto se funde con los contrastes colocados cuidadosamente para quienes leyeron Brooklyn dando lugar a una visión introspectiva de la protagonista de la realidad de sus propias raíces que fluye a lo largo de la trama hasta llegar al recodo final en el que todo se acelera como dejando claro que Toibín también puede escribir ese tipo de historias. El autor que ha sido espectador del regreso de Eilis está esperando que hará con su silencio, si esta vez será más tan valiente como la primera y si en esta ocasión el valor está más relacionado con regresar a USA o con quedarse en la Irlanda de Jim, y durante una buena parte de la historia tendrá la sensación de que ni ella sabe qué decisión va a tomar. Y eso se debe a que los personajes de Toibín son humanos que se presentan de forma velada, sin contarlo todo y, a menudo, sin saberlo siquiera ellos mismos. Ese es, creo el encanto de la historia. A fin de cuentas es difícil tener las cosas claras, quizás solo Jim las tiene en esta historia.

     Long Island ha sido una buena lectura que sumo a las de Enniscorthy (para los lectores habituales del autor este es un buen dato y para aquellos que no lo son es totalmente irrelevante). Una historia de personas comunes, con problemas comunes, pero muy bien contada.

     Y vosotros, ¿sois de leer series de novelas?

     Gracias.

lunes, 29 de julio de 2024

La ferocidad. Nicola Lagioia

 


     La ferocidad se llevó el Premio Strega en 2015 así que creo que ya era hora de leerlo. Por eso hoy está en mi estantería virtual.

     La primogénita de una importante familia de constructores, los Salvemini, es encontrada muerta y se achaca a un suicidio. Sin embargo unas horas antes caminaba desnuda por un camino provincial cubierta de sangre. A partir de este hecho iremos conociendo a la muerta, Clara, y las relaciones con su familia y entorno.

     Lagioia con un comienzo impactante parece prometer una novela negra que se queda en un conjunto de cosas que se sostienen por los pelos para realizar una fuerte crítica que no resulta original al lector. La corrupción generalizada, el dinero no da la felicidad, señalar el materialismo... esas cosas comunes que ya no sorprenden y que hay que saber hacer que no resulten manidas. Para ello se decanta por un estilo ecléctico, a ratos recargado y que lastra la trama de la novela, que no le hace ningún favor al interés del lector. Caer en este punto común y hacerlo así provoca que la novela rápidamente pierda interés hasta llegar un punto en el que uno duda si merece la pena el tiempo que invierte, pero los libros se terminan (al menos yo lo hago siempre). Sin ser particularmente original uno podría pensar que es fácil de seguir lo que el autor relata, pero hay tantos movimientos temporales que la trama pierde estabilidad y los personajes se quedan en tópicos y clichés a los que se echa en falta una personalidad propia. En cuanto a la familia tenemos al padre, Vittorio, un clásico hombre fuerte que se ha esforzado mucho, y destaca Michelle, medio hermano de la muerta fruto de una aventura que se ha convertido además en heredero a la postre y que mantenía una gran relación con Clara postulándose de este modo como protagonista.No voy a entrar en muchos detalles pero este es uno de los puntos importantes de la historia. 

     Una novela en al que además se habla del tratamiento (o no) de residuos, de gobierno y de mucha, mucha corrupción. Un ambiente al que ni siquiera el amor es capaz de escapar y, por lo que a mi respecta, no fui capaz de disfrutar adecuadamente.

     Tengo que decir en este momento que La ciudad de los vivos me encantó por lo que, si estáis pensando en leer a este autor, es el que os recomiendo. Por contra el que hoy nos  reúne me ha parecido una novela con muchas carencias.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

martes, 2 de julio de 2024

Ediciones especiales

Sprayed edges by acrilipics


      No juzgues un libro por su portada pero no me pongas la carátula del cine que no me gusta. Así es como somos los lectores. Por eso un día y gracias a las redes descubrimos que en otros países era algo relativamente común, desde no hace mucho tiempo, ver libros con los cantos pintados. Y claro, se antojaba. Da igual que los libros se pongan con el lomo hacia fuera para ver el título, ya daremos la vuelta al estante, porque, de momento, lo que al lector le daba vueltas era la cabeza. 

     Se descubrieron cuentas como FairyLoot y la petición sonaba alto y claro: queremos libros bonitos. Y aquí llegan: recibidos en un primer momento con entusiasmo desmedido, burbujas de reventa y protestas airadas por tratarse de ediciones limitadas y ahora vistos como un sobregasto necesario por unos y como una posibilidad más por otros que no terminan de dejarse tentar por ellos. El caso es que los cantos tintados han llegado para quedarse y son culpables de múltiples reediciones de libros que ya tienen sus años y que ahora, como si hubieran pasado por un cirujano plástico, han vuelto a florecer en las mesas de las librerías. Lo que nadie te dice es que los cantos pintados tienden a ser más frágiles que los normales, ya que son susceptibles a los roces, y ya si el color es metalizado, apaga y vámonos MariPili que más vale que si lo quieres leer te esperes y lo compres en bolsillo. La historia es que ahora vivimos en un mundo conectado y los libros se enseñan en los estantes y en las redes sociales, y queda mucho más bonito un libro hermoso y decorado que otro de esos que simplemente contiene... ¡letras! Y esto empuja a que sea tendencia comprar ediciones especiales igual que hace unos años lo era poner una taza de té junto a un libro como si fuéramos personajes de algún tipo de novela inglesa. Y, ahora que caigo, también ha sido tendencia un pequeño invernadero de Ikea para colocar dentro tus libros más bonitos junto a una enredadera de plástico con luces led. La verdad, si uno se para a pensarlo hemos cogido aquella moda setentera de colocar libros huecos como elementos decorativos y hemos creado la versión 3.0. De hecho, y siguiendo esta tendencia que prima la estética, me pregunto cuánto van a tardar en aparecer en nuestro país esas cajas literarias que prometen una edición especialísima limitada a ellas y que no vas a poder encontrar en ninguna librería (no, Wallapop no es una librería aunque a temporadas pueda parecerlo). También me pregunto cuánto vamos a tardar en ir avanzando a cantos más elaborados, y es que lo bueno de llegar un poco tarde es que ya sabes la evolución estética de la tendencia que va bastante dirigida a un tipo de lectores fieles y entusiastas que se dejan llevar por impulsos de compra.

     Otros, los que miramos con recelo que no cambien los precios en la medida que esperábamos cuando han sacado este formato nuevo, decimos no sentirnos impresionados y así parece al menos hasta que saquen alguna novela que de en la diana de nuestros gustos lectores. El día que eso pase posiblemente nos midamos las fuerzas o quizás incluso intentemos justificarnos diciendo que ya era hora que hubiera libros bonitos que nos agradaran. Y es que, no nos engañemos, los libros bonitos nos gustan a todos. Y los lectores, casi por definición, siempre hemos sido un poquito superficiales o los libros tendrían todos la portada sin ilustraciones. Sí, justo como esa que llevan por dentro los que tienen sobrecubierta. Y, ¿cuál de las dos es la que se puede ver en nuestra librería? Pues eso.

     Supongo que los cantos pintados han llegado para quedarse, al menos una temporada. Es un cambio estético que desconozco si hará que el día de mañana, cuando la moda pase, revalorice esos títulos igual que ahora se ven como rarezas aquellos que estaban pintados a mano y cuya decoración solo se veía al inclinar las hojas de una determinada manera. De momento es solo un poco de tinta extra. Mañana, dios dirá.

     Y a vosotros, ¿os atraen los libros con cantos pintados?

     Gracias.

lunes, 1 de julio de 2024

City. Alessandro Baricco




     "Este libro se titula City. Me doy cuenta de que, después de Seda, hubiera sido mejor buscar algo que sonara un poco distinto. Pero este libro está construido como una ciudad, como la idea de una ciudad. Quería que el título lo dijera. Y ahora ya lo dice. Las historias son barrios, los personajes son calles. Lo demás es tiempo que pasa, ganas de vagabundear y necesidad de mirar. He viajado tres años por City. El lector, si lo desea, puede recorrer el mismo camino. Es lo hermoso, y lo difícil, de todos los libros: ¿se puede viajar por el viaje de otro?"

     Se me había escapado este título del autor hasta encontrarlo en una librería de segunda mano. Me recordó a Seda, para mi su mejor novela. Me lo llevé. Hoy traigo a mi estantería virtual, City.

     Conocemos a Gould, un chico de 15 años que tiene una inteligencia más que destacable y que se rodea de otros chicos, a saber imaginarios ya que uno es gigante y otro mudo, o no precisamente por estas características si no porque muy reales, no son. La cosa es que Gould es abandonado por sus padres y acaba bajo el cuidado de Shell, que no es que sea muy sociable tampoco y además escribe western. 

     Y más o menos así comienza una historia con una novela grabada durante años, una caravana amarilla y un montón de historias que se van entrelazando entre las que está la de un boxeador. Dicho así puede parecen un tanto batiburrillo y es que es voluntad escrita del autor que el lector se pierda como en una ciudad, por eso no ecatima en esfuerzos, incluso intelectuales para estar a la altura de su protagonista, en lograr que percibamos esa sensación. Sin embargo el lector acostumbrado a Baricco va a tender más a buscar esos personajes entrañables, esa duda en la prosa, la imagen romántica y desvalida... un momento, va a encontrar a Monet como gran revelación, esta vez de un personaje real y conocido, pero ahí está. Porque la magia de leer a Baricco es creer en lo que nos representa. City es metaliteratura o metavida, ya que hay dos historias ficticias, el western y el boxeador, que se entretejen con la ficción principal, la vida de Gould y Shell, y mientras eso sucede entran y salen distintos personajes que son hermosos en sus rarezas, aunque de una forma distinta al resto de la obra del autor.

     City perfectamente podría convertirse en una de esas novelas como El arco iris de la gravedad o La broma infinita que llenan páginas de lecturas hechas o a medio realizar intentando explicar lo inexplicable que escribieron sus autores. Tiene ese punto de absurdo y de llamativo, de la búsqueda del significado conjunto de aquello que uno lee y le absorbe hasta escupirlo con el cerebro licuado, provocando que entonces, ya sin ese ansia de entender, se limite a disfrutar del viaje. Sin embargo City ha llegado después de Seda y eso supone que si alguien lo lee, antes habrá pensado "compraba y vendía, gusanos de seda". Supongo que todo escritor quiere tener un éxito desbordante con su obra, pero también hay veces en las que un autor queda eclipsado bajo el peso de un único título. Hoy sucede menos porque rápidamente se descubre que ese título es parte de una saga y eso permite que el escritor continúe y además vaya repartiendo el peso, o en el peor de los casos y ante un avance torpe, el peso se diluya liberándolo (digo peor porque partimos de que todos buscan el éxito). Ante no pasaba eso, y quizás por eso el valor del texto que comparto en el que el mismo autor habla de ambos indique el orden perfecto además de la lectura. City es una terapia de choque tras su obra más conocida. Y eso, para mi, le da un valor añadido. Lejos de buscar el seguir la estela, ha roto el camino.

     City es una novela que se dirige al cerebro del lector. Una experiencia totalmente caótica y maravillosamente disfrutable.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias

lunes, 17 de junio de 2024

Todos en mi familia han matado a alguien. Benjamin Stevenson

 

 

     "Un único haz de luz que recorrió las cortinas me anunció que mi hermano acababa de aparcar en la entrada. Cuando salí a la calle, lo primero que percibí fue que el faro izquierdo del coche de Michael estaba apagado. Y lo segundo fue la sangre. 
     No había luna y el sol aún no había salido, pero incluso en la penumbra sabía exactamente dónde estaban las manchas oscuras que salpicaban el faro roto y se extendían a lo largo de una buena abolladura en el guardabarros. 
     No soy un ave nocturna, pero Michael me había telefoneado media hora antes. Fue una de esas llamadas que, cuando miras la hora con la vista aún borrosa, sabes que no es para informarte de que alguien ha ganado la lotería. Tengo algunos amigos que a veces me llaman desde el Uber camino a casa para ponerme al día de la juerga que se han pegado esa noche. Michael no es uno de ellos. 
     Bueno, miento. No seguiría siendo amigo de alguien que me llamara pasada la medianoche.
     — Necesito verte. Ahora".

     A veces es simplemente el título lo que atrae. Eso me sucedió con este título y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Todos en mi familia han matado a alguien.

     Conocemos a  Ernie Cunningham, un hombre con una familia muy peculiar. Ahora tiene que acudir a una reunión de toda la familia en un magnífico resort en plena zona nevada y, como os podéis suponer, no le apetece nada. Ernie no quiere estar allí, no quiere ver a su hermano Michael, ya que avisó a la policía de que había asesinado a alguien convirtiéndose así el en paria. Pero... 
     Y entonces aparece el primer muerto. Uno de muchos. Alguien será el asesino, solo hace falta saber quién. Si sigues vivo.

     Hace tiempo que leí este libro y, como ahora va a ver la luz la segunda parte, me he decidido a traerlo aquí. Lo primero que me llamó la atención es la originalidad del narrador. Un hombre que sale vivo de una pequeña matanza y decide escribir un libro para contarlo. Comienza entonces señalando el código que tienen que seguir este tipo de novelas y establece un compromiso con el lector de cumplir una serie de normas, que deja por escrito para que el lector sea capaz de ir una a una y adelantarse a la resolución final. A partir de ese momento comienza un juego en el que, cuanto más alto dice el narrador que puedes fiarte de él, menos te lo crees. Y es que tanto el misterio, que se va enroscando sobre sí mismo, como el humor que destila la narración, son dos puntos que enganchan desde las primeras páginas. Quizás no sea un misterio al uso y catalogarlo como novela negra sea llamativo, el hecho es que se trata de una novela divertida en la que uno se deja caer sin saberlo y termina atrapado un par de días sin haberse dado cuenta. Iremos conociendo a la familia y sus relaciones cruzadas y, sin darnos mucha cuenta, Ernie tiene al lector en su mano ya que se dirige a él con la soltura de quien se sabe con el poder de la razón o, al menos, del conocimiento completo de lo que está sucediendo.
     La novela, aunque en este caso no era difícil de adivinar, guarda una sorpresa para quien lo haya hecho, algo que es de agradecer y que no suele suceder en este tipo de libros. Y quizás por eso o un poco por todo, me ha recordado al enganche que sufría con las novelas de misterio cerrado que leía durante mis noches de estudio para desconectar. Y es que, seamos sinceros, lo he pasado bien y hasta le he cogido cariño a Ernie.

     Todos en mi familia han matado a alguien me ha parecido un aporte fresco y una novela francamente divertida. En nada os contaré la segunda parte, si eso sirve como ejemplo de mi valoración final.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 12 de junio de 2024

Todo final es un comienzo. Dolly Alderton

 


     "Razones por las que está bien no estar con Jen 
     No sabe bailar. No tiene nada de ritmo. Me parecía adorable hasta que vi que se reían de ella y, me sabe mal decirlo, me dio vergüenza. 
     Una vez oí que le decía «Quedamos para tomar un capuchino un día y lo hablamos» a mi prima adolescente, que quería consejos sobre las solicitudes de acceso a la universidad".

     He visto tanto este libro en las librerías y sus escaparates que, al final, me lo he tenido que llevar. Sin saber siquiera de qué iba, solo porque parecía que me lo encontraba en cualquier parte que posara la vista. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Todo final es un comienzo.

     Conocemos a Andy, que es quien nos cuenta su historia. Andy tiene 35 años y se dedica a la comedia. Además le ha dejado su novia Jen con la que llevaba más de 3 años, creo recordar que él lleva exactamente la cuenta del tiempo que llevaban juntos cuando ella le dijo que quería estar soltera. Andy no termina de creerlo y piensa que lo puede arreglar de alguna manera. Y todo esto supone además que ahora tiene que vivir solo con sus ingresos en una ciudad como Londres, lo que le lleva a convivir con un anciano muy peculiar. Además, todos sus amigos están casados. En definitiva, un desastre de vida.

     Con los datos que os he dado ya os supondréis que estamos ante una suerte de comedia romántica más comedia por la forma en que se expresa que por el contenido, ya que Andy no creo que se ría mucho de su situación. Alderton realiza un trabajo de recreación de una situación en la que se encuentran muchas personas y lo cierra de forma brillante al darle la voz a Jen en la parte final de la novela, para de este modo dejar tranquilos a los lectores. Y yo... bueno, yo no estoy acostumbrada a las comedias románticas, y de no ser porque esta me ha recordado a "Alta Fidelidad" posiblemente no hubiera seguido leyendo, algo de lo que ahora que lo he terminado no me arrepiento en absoluto. La novela tiene muchos ecos del cine romántico de finales de los noventa, solo que adaptada al momento. Es decir que Andy stalkea al nuevo novio de Jen, descubre que se ha quedado obsoleto con respecto a lo que se publica en IG cuando sale con una chica que... bueno, que no lo entiende, se pone a dieta porque todo el mundo sabe que hay que ponerse guapo para salir al mercado... Dicho así podría parecer que Andy es Bridget Jones y ciertamente tiene una parte de ella, pero en una versión más joven que no comprende a las mujeres. Lugares comunes en definitiva por los que la autora se mueve como pez en el agua y que adereza con una prosa fresca de fácil lectura que hace pasar un par de buenos ratos en los que se termina la novela.

     Todo final es un comienzo en una comedia divertida de leer, que no de vivir, que os recordará a estar viendo una película romántica con ciertos gustos al pasado, ese en el que Adam Sandler aún era joven.

     Y vosotros, ¿también os pasa que a veces os encontráis un libro en todas partes?

     Gracias.

lunes, 10 de junio de 2024

Qué clase de madre. Clay McLeod Chapman

 


     "Brandywine, Virginia 
      La patrulla guardacostas de Virginia busca a un pescador local en la bahía de Chesapeake tras descubrirse su barca abandonada en la orilla sur de la isla de Gwynn. 
     Henry McCabe, de 35 años, es el dueño de la cangrejera matrícula 1974 Chesapeake. Un transeúnte encontró la barca varada y con indicios de haber estado ocupada, entre ellos comida y ropa infantil. Por el momento no se ha localizado a McCabe. 
     Sally Campbell, portavoz de la patrulla guardacostas, informó que: «No se recibieron peticiones de ayuda, y la situación meteorológica no era adversa. No se aprecian indicios de violencia».

     La maternidad es un tema que ha dado mucho juego al terror desde siempre y, un poco por eso, me gusta acercarme cuando veo que publican algo así. Hoy traigo a mi estantería virtual, Qué clase de madre.

     Conocemos a Madi, una mujer que, como tantas, no lo ha tenido fácil. Hace tiempo se tuvo que marchar de su ciudad natal y comenzar una vida nueva junto a su hija, aunque ahora ha tenido que regresar. Qué no hace una madre por su hija. Allí Madi sobrevive como puede en un mal motel y leyendo la mano a la gente y al lector, obviamente, le cae bien. Se reencuentra entonces con Henry McCabe, viejo amor y sospechoso de la desaparición de su hijo Skyler hace años. Niño que, por cierto, había tenido con la chica por la que abandonó a Madi y que se suicidó tras perder a su bebé.
   
     Bien, así a grandes rasgos ya sabéis lo suficiente de una novela que puede parecer negra en sus primeras páginas, ya que debuta con la historia de la desaparición del bebé que poco a poco gira al terror de tal forma que el lector presiente el cambio pero no se inmuniza frente a él. Para cuando el cambio sucede, estamos entregados a esta novela a doble voz que no ha convertido a Madi en heroína, pero ha hecho que nos gane el corazón. De todos modos, estamos ante un libro que va a dividir a los lectores entre los que disfruten con la primera parte y los que lo hagan con la segunda. Personalmente disfruté mucho con el giro que el autor decide dar a la historia sacando al lector de una zona de confort que fácilmente podía haber derivado a una trama convencional y dejarlo adentrarse en monstruos internos y no tan internos vestidos de dolor y culpa. Una parte de la novela que me ha parecido un delirio como pocos, que se disfruta con la mente abierta y dejándose engullir hasta perderse. Porque así uno descubre que, las sensaciones, sirven mucho más que buscar el significado exacto a las palabras.
No voy a decir mucho más, porque creo que llegar en blanco es la mejor forma y, los que lo hayan leído, posiblemente piensen que he dejado demasiadas pistas.

     Qué clase de madre ha sido una lectura que he disfrutado mucho y, de verdad, no voy a comer nécoras en una temporada.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.