sábado, 23 de julio de 2011

La última noche en Twisted River. John Irving



     "El joven canadiense, que tendría a lo sumo quince años, había vacilado más de la cuenta. Suspendido en el aire por un instante, dejó de mover los pies sobre los troncos que flotaban en el remanso situado por encima del recodo del río; antes de que alguien alcanzase a sujetar su mano extendida, ya se había hundido por completo. Uno de los madereros, más veterano, tendió el brazo hacia el largo cabello del joven: buscó a tientas con los dedos en el agua gélida, densa, casi tan espesa como un caldo a causa de los fragmentos de corteza desprendidos. De repente dos troncos chocaron con fuerza, atraparon el brazo del frustrado rescatador y le partieron la muñeca. La alfombra de maderos en movimiento se había cerrado por completo sobre el joven canadiense, que ya no volvió a salir a la superficie; no asomó nada de él sobre aquella agua marrón, ni tan siquiera una mano o una bota."


     Me gusta John Irving, así, como afirmación para abrir boca lo dejo bien claro. Me gusta la fuerza que impele a sus personajes haciéndolos siempre mucho más protagonistas de la historia que lo que les va sucediendo. Lo descubrí gracias a estos mundos cibernéticos, en los que me meto muchas veces cuando veo que la pila de libros por leer que tengo entre la mesilla y la cama desciende peligrosamente.  Así llegué a la siguiente conclusión sobre John Irving:
Es un autor notable que desborda sensibilidad en "Príncipes de Maine" sin duda su mejor novela... , No, no, decía que es un autor provocativo, como demuestra en su fabulosa "El mundo según Garp"... y me empezó a entrar curiosidad por conocer de primera mano la obra de alguien que era capaz de entusiasmara sus lectores tanto y por motivos tan diferentes. Fuí descubriéndolo poco a poco a través de obras conocidas y otras no tanto hasta que, hace poco, terminé con "La última noche en Twisted River".

     La novela nos cuenta la vida en un aserradero de una explotación forestal a principios de los años 50. Nos presenta rápidamente a Dominic, cocinero del aserradero, y a Danny, su hijo. Para cuando los conocemos estamos esperando la tragedia a la que Irving nos tiene acostumbrados, y no se hace esperar. Danny mata por accidente a la novia de Carl, alguacil, tras lo cual huye con su padre, no sólo de sus actos sino de Carl, que les va persiguiendo para vengarse a lo largo de distintas ciudades, en las cuales padre e hijo intentan adaptarse buscándose identidades acordes con las costumbres de la zona. Aprovecha Irving esta circunstancia para recorrer Norteamérica y mostrárnosla a través de sus ojos, que, como siempre, no dejan a nadie indiferente. No obstante Irving no se queda ahí, lo que inicialmente aparece como una "road novel" clásica, se va complicando a medida que avanzamos, aparecen acciones secundarios que cobran importancia en el momento, casi tanta como la principal, olvidamos el motivo que nos lleva ahí inmersos en el "ahora" que nos presenta y es entonces cuando regresa el alguacil, y nos recuerda de dónde venimos y que nos vamos, porque sí, a estas alturas ya no son dos los que huyen, somo tres.

Es un  libro que habla de vínculos entre padres e hijos, de pasiones, de amistad, del destino, digno de leerse del tirón, salvo que, en este caso... "el tirón" son más de 600 páginas. Aún así, no podremos evitar la tentación de seguir leyendo y quitarnos horas de sueño, como tampoco podremos evitar tomar aire al cerrarlo porque, hay que reconocerlo, nos hace sufrir.

Os dejo el trailer book .




     Gracias

2 comentarios:

Galtzagorri dijo... [Responder]

LLevo tiempo detrás de este libro (casi un año, en realidad) pero siempre está cogido en la biblioteca. Gracias a tu reseña, lo he recordado. En cuanto pueda, volveré a ver si esta vez lo tienen. Muchas gracias, es un libro que me parece muy interesante y que tengo muchas ganas de leer.
Un saludo.

Anónimo dijo... [Responder]

Mi libro favorito de Irving es "Oración por Owen". Después de leer "la última noche..." me acordé lo mucho que me gustó y volví a empezar. En cuanto a este, si bien es un libro que considero muy bueno, veo algunos agujeros. Me encanta la figura del padre, pero no tanto la del leñador, que tendría que ser uno de esos personajes que Irving siempre crea y que te enamoran al instante -como el caso del doctor en Principes de Main, o de mi personaje favorito Melony- sin embargo no acabo de cogerle el punto a este personaje, el causante al final de todos los males, aunque sea de forma indirecta.