jueves, 5 de mayo de 2016
El tenis como experiencia religiosa. David Foster Wallace
"La belleza humana de la que hablamos aquí es de un tipo muy concreto; se puede llamar belleza cinética. Su poder y su atractivo son universales. No tiene nada que ver ni con el sexo ni con las normas culturales. Con lo que tiene que ver en realidad es con la reconciliación de los seres humanos con el hecho de tener ese cuerpo."
Tenía muchas ganas de que llegase a las librerías este título. Con un afán casi coleccionista, lo reconozco, voy cogiendo títulos que me lleven a tener todo lo publicado por el autor. Hoy traigo a mi estantería virtual, El tenis como experiencia religiosa.
David Foster Wallace se quitó la vida el 12 de septiembre de 2008. Desde entonces, su leyenda como escritor ha ido creciendo en la misma media que lo hicieron durante los días siguientes a su muerte las muestras de pesar de los internautas. Es algo inevitable cuando se trata de una figura como la de David Foster Wallace, como también lo es que vayan apareciendo recopilaciones de relatos y ensayos, entrevistas y opiniones a lo largo del tiempo. Ese es justo el caso de hoy, un librito de apenas cien páginas presentado por Literatura Random House que iría inicialmente dirigido a los incondicionales del escritor. En él, y separados por diez años, se recogen dos relatos escritos por Wallace sobre el deporte.
Wallace fue tenista. Su pasión por el deporte ya se había visto reflejada anteriormente en sus letras (no hay más que mirar en La broma infinita para tener una conciencia clara de lo que el escritor pensaba y sentía por el tenis), así que no nos pilla de nuevas. De hecho lo practicó con bastante éxito hasta que, la cercanía de lo profesional, la importancia de su juego, provocaron que perdiera ese interés al convertirlo en algo demasiado importante. Sin embargo no hay más que leer este libro para palpar la pasión que seguía sintiendo por él. Wallace, ese cuya imagen todos conocemos con su camiseta y pañuelo y pinta entre genio y nerd, lo más alejado posible a la concepción clásica del atleta norteamericano; entra en el mundo del tenis para demostrarnos en un primer título que, si bien los animales hermosos están en la pista, el verdadero zoológico, el merchantising y las luces de oropel se encuentran en las gradas. Es capaz de dibujar con la misma naturalidad la belleza del juego, que el contraste ruidoso mezclado con las marcas deportivas que se exhibe entre el público, esa suerte de extravagancia que se pavonea en muchos de estos eventos incluso a día de hoy. La vigencia en la mayor parte de los casos está más que asegurada. Incluso los nombres de tenistas no se nos antojan lejanos y conocemos a todos los nombrados recordando algunos de sus momentos estelares.
El segundo título es un duelo. Un enfrentamiento que revestido de toda la admiración de quien no quiere perderse nada. Descubrimos aquí a un Wallace apasionado, presa de ese enamoramiento no romántico que sólo se tiene ante quien se admira profundamente, que bebe con los ojos cada movimiento, cada gesto, cada detalle... Ese torrente de emoción contagiosa que se desata ante los movimientos de quien no duda en describir como el mejor tenista, increíble, imposible, único. Federer. Federer como punto de mira, como centro de atención; Agassi a cámara lenta, Nadal dando saltos cual boxeador entrando en calor, tiempo parado, emoción lenta... y Federer sobresaliente. Eso es lo que nos regala Wallace en su segundo título, el retrato de una pasión declarada sin necesidad de poner la rodilla en el suelo y sacar un anillo.
Y entre uno y otro, del US Open a Federer, el lector se contagia dejándose llevar por un deporte que tal vez hasta ese momento le había pasado inadvertido. O tal vez no, tal vez, simplemente disfruta de la posibilidad de ver este deporte a través de otros ojos, de otra vida. ¿En mi caso? En mi caso es fácil, partía con la ventaja de saber que iba a leer a Wallace.
Poco a poco me voy haciendo con todos los libros firmados por David Foster Wallace, a sabiendas incluso de que algún relato puede repetirse. Hay algo de coleccionista que atesora en el lector, y se deja llevar por las letras de un género o persona. Uno de los míos es David Foster Wallace. Y vosotros, ¿sois incondicionales de algún escritor?
Gracias
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29 comentarios:
Creo que no tengo un autor concreto del que quiera todas sus novelas, aunque no me importaría hacerme con las de Tolkien. Gracias por la reseña.
Besos!
Yo soy incondicional de García Marquez y Saramago. Esta novela no me llama nada.
Jajaja incondicional de algún escritor? No te lo digo porque ya lo sabes XD XD
No he leído nada de este autor, un pendiente en mi lista...
Besos!
Este título no me llama mucho, pero creo que voy a curiosear en la producción literaria de este autor.Alguno me llamará, seguro.
Un beso
No he leído nada de este autor y este libro no me llama demasiado
Besos
Hola, qué gracia me ha hecho tu post, creía que era la única a la que le sucedía, jajaja. Durante un tiempo, de joven, me dio por Marguerite Duras, perseguí como una loca todo lo que pude. Ahora, de forma más sosegada (será la edad) me ocurre con Pérez-Reverte.
Gracias por compartir estas cosas.
Un beso
No he leído nada de este autor. Lo tendré en cuenta. A veces si he buscado toda la obra de autores que me han gustado, pero por el camino me entra el desánimo cuando me tropiezo con un libro que no me gusta. Un saludo
Desde ya, odio el tenis, así que no hay oportunidad de que me enganche con este libro.
Y soy incondicional a King.
Saludos.
Este autor me da miedo porque lo adoran varias personas con quienes no tengo ningún parecido en cuanto a gustos literarios. Estoy convencido de que no me gustaría, aunque parezca absurdo afirmarlo sin siquiera haber abierto un libro suyo... En fin, prejuicios que tiene uno.
Un besito.
Hola de nuevo, antes hice un comentario, pero quería saber si ustedes (no sé si es una persona o varias), suelen visitar y comentar también otros blogs. Un saludo.
Hoy no me lo llevo. No me llama mucho. Un beso ;)
Yo creo que soy incondicional de Stephen King, aunque no he leído todos sus libros porque escribe más rápido de lo que yo leo y si quiero seguirle la pista no podría leer a nadie más. Jajajaja. Besotes!!!
Ya lo creo que tengo varios y que no han cambiado a lo largo de los años, uno de ellos es Tony De Mello.Besicos
No he leído nada del autor, pero veo que tendré que ponerme con él pronto.
Besos!
García Márquez, Delibes... De este autor no he leído nada. No me importaría nada leer éste.
Besotes!!!
No me llama mucho este titulo que nos traes, un beso
Pues creo que de los unicos autores que puedo decir que he coleccionado conscientemente hasta el sudor... son Tolkien, Pratchett y Gaiman. Cierto que tambien tengo la obra completa de otros autores, pero fueron menos prolíficos que estos (veanse Jane Austen o las Brontë). No sé, va por épocas: como cuando en Barcelona compré cinco libros de los cuales dos eran de Ali Smith que vienen a sumarse a los otros dos que tenía en casa, pero me queda mucho para decir que es una colección... no sé. A mi me va por épocas.
Pero intuyo que me vas a hacer comprar este libro para que coleccione a Foster Wallace, ¿a que sí?
Hubo un tiempo....si
Cariños
Hola! Este libro no me llama mucho, así que lo dejo pasar. Yo soy incondicional a muchos autores, sobre todo a Ken Follet.
Besos!
Como fan del tennis y adoradora particular de Federer lo tengo que leer xD
Soy muy fan de DFW, sobre todo en su no ficción, así que lo devoraré este fin de semana, aunque tengo la sensación de que ya he leído los textos por separado.
Uy este si no creo , que lo lea no me gusta el tenis aunque parece que tu adoras al autor asi que no lo dejo de lado . Te mando un beso
Hola Preciosa.
Tengo comprado Esto es agua que me lo lleve anotado de tu reseña no hace mucho. Quiero empezar por el para tener una toma de contacto con el autor, espero que me apasione como a tí.
Me lo llevo anotado.
Un beso
No soy incondicional de nadie... pero el tenis me resulta bastante frustrante. :P
Nos leemos^^
Tomo nota.
Me gustan muchos autores pero José Luis Sampedro y Miguel Delibes siempre han sido de mis favoritos.
Un beso.
No sabía que había sido tenista. "Esto es agua" me ha encantado, indagaré " La broma infinita" a ver de qué va.
Excelente reseña, como siempre.
BEsos
El título no me llama, echaré un vistazo a algún otro
Besos
Este no me lo llevo... =)
Besotes
Emmanuel Carrere. Sin duda uno de los mejores escritores contemporáneos. Entre sus libros mas destacados, por ejemplo, El adversario
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