sábado, 29 de septiembre de 2012
Entrevista a Luz Gabás
Luz Gabás nace en Huesca. Estudió Filolofía Inglesa en Zaragoza obtendría su plaza como profesora titular. La docencia ha estado compaginada durante años con la traducción, el periodismo, la investigación cultura y la participación en tantos proyectos como se la requería. Hace unos meses nos sorprendió te tremendo éxito de su novela Palmeras en la nieve. Hoy conocemos un poco más a su autora.
- Tras años de estar vinculada profesionalmente al mundo de las letras, finalmente se lanza a escribir su propia novela, ¿cómo es el proceso, cómo empieza a escribir?
- He escrito cosas desde jovencita, ensayos en la universidad y algún guión para cortos, pero nada que yo considerase un producto completo y digno de publicación como sucedió con Palmeras. Sí es cierto que desde siempre me había rondado la idea de dedicarme a escribir, porque se me da bien y tengo muchas ideas, pero no encontraba el tiempo.
- ¿De dónde surge Palmeras en la nieve, el germen de la historia?
- Con mi padre bromeaba con frecuencia sobre la idea de sentarnos y escribir una historia basada en sus experiencias como capataz en las plantaciones de cacao de Fernando Poo habiendo nacido en un pequeño pueblo del Pirineo, pero no terminaba de cuajar. Yo veía que allí había un diamante en bruto, un relato cargado de exotismo, aventura, reflexión y pasión. Cuando el falleció me di cuenta de que otros tantos como él que vivieron esos momentos de nuestro pasado colonial estaban desapareciendo y que pronto no habría quien pudiese contar a mis hijos, por ejemplo, esas historias de palmeras y cacao como él había hecho con sus tres hijas. Hay tantas historias que caen en el olvido... Para eso están los escritores, para rescatarlas y acercarlas al lector.
- Escribes la historia, llega a una editorial y luego a Planeta, ¿Cómo fue exactamente?
- Una vez terminado el primer manuscrito me lancé a la búsqueda de editor. Envié decenas de cartas, fragmentos, resúmenes, pero no parecía interesar a nadie porque o no me respondían o si lo hacían no estaban interesados. A algunas editoriales en cuyo perfil yo creía que encajaban mis Palmeras mandé también el manuscrito (no a todas porque era un dineral). Un año después me llamó una pequeña editorial de Lleida cuyo editor era un enamorado de temas africanos y después de la alegría nos pusimos a trabajar en la edición, que, todo hay que decirlo, le asustaba un poco por la extensión del novelón. Cuando estaba a punto de salir al mercado, suena el teléfono y la misma Raquel Gisbert, la editora de El tiempo entre costuras me dice que están interesados en publicar mi novela. Casi me da algo... Total, que la editorial Temas de Hoy compró los derechos a la editorial Milenio y nos pusimos de nuevo a trabajar para ser editada por la editorial del Grupo Planeta.
- Y se posiciona en el número uno de listas de ventas, ¿cómo vive este éxito?
- La verdad que con mucha tranquilidad emocional, que no física, porque voy de aquí para allá. Me siento muy orgullosa de la novela, de ver el fruto de muchas horas de trabajo. Nunca olvidaré el día que tuve el libro entre mis manos, me dio por llorar y llorar. El éxito para mí es la culminación de un trabajo intenso realizado. El otro éxito, el de las presentaciones y entrevistas, es cansado pero ilusionante porque la gente es muy cariñosa y percibo que se apasionan con la novela tanto como yo a la hora de escribirla. Me han comprendido. Eso es muy bonito.
- La novela tiene muchos puntos en los que se nota un tono especial, ¿Qué hay de ti en ella?
- Mucho. La forma de comprender el mundo; la necesidad de reflexionar sobre situaciones y personas; la percepción y relación con el entorno; la búsqueda permanente; la manera de recuperar el pasado y comprenderlo; las cuestiones esenciales de la vida, la familia, el amor, la pasión, la amistad... Ese tono especial que mencionas creo que ha servido para que unas historias de personas de carne y hueso hayan podido trascender su mundo local y convertirse en universales.
- ¿Es, en cierto modo, un tributo a las historias que te contaba tu padre?
- Es más que eso; es un recuerdo a modo de homenaje para todos aquellos que vivieron en una situación tan especial y compleja como fue la colonización y descolonización, en este caso de Guinea por parte de España, ya fueran parte del elemento colonizador como del colonizado. No te puedes imaginar la cantidad de testimonios que están saliendo a la luz por la novela. Es como si ahora muchos pudieran contar sus experiencias porque tienen quien les escuche.
- Has elegido un lugar y momento sobre los que quedan mucho por contar, ¿Cuánto tardas en documentarte?
- El proceso total, desde que decidí hacerlo hasta que salió la novela, ha durado 5 años. Los dos primeros los dediqué a documentación, reflexiones y anotaciones. Luego dibujé la trama argumental y diseñé los personajes. Escribí sin parar durante un año; otro para buscar editor y el último año para la revisión final. Ha sido una novela difícil de escribir por la información tan compleja que debía ser disuelta entre la acción y los personajes de modo que se pudiera leer de forma sencilla y eso es más complicado de lo que parece en una novela que es sobre todo una historia de amor.
- ¿Es cierto que veremos la historia en la pantalla?
- Los derechos están vendidos y creo que el guión está terminado y comenzarán a filmar en 2013. Me hace mucha ilusión. Puede salir una película muy bonita.
- Alcaldesa y escritora… ¿es compaginable?
- Es difícil pero de momento, sí. Hay muchas personas que escriben al margen de su jornada laboral. Es pronto para saber si algún día podré dedicarme sólo a la escritura. Una novela que gusta mucho no significa que tenga la vida como escritora resuelta. Hacen falta muchos más folios. De todos modos, yo veo la alcaldía como un paréntesis en mi vida en el que he decidido trabajar por mi pueblo y mi comunidad. Es mucho más duro de lo que parece. Probablemente si la novela hubiera sido publicada antes no hubiera liderado la lista para la alcadía, pero para mí era impensable entonces que Palmeras en la nieve tuviera el éxito que está teniendo. Por cierto, Federico Moccia también es alcalde de su pueblo en Italia, y él se presentó y ganó ¡después de ser un bestseller! En respuesta a tu pregunta de si es compaginable, te diré que trabajo de lunes a domingo todas las horas del día y eso es demasiado con dos niños pequeños, pero ahora es lo que hay. Me mueve la ilusión.
- ¿Estas trabajando en otro libro?
- Sí. Me pasa como con Palmeras. Estoy en la fase de leer y leer y diseñar una trama que va cogiendo forma en mi mente y en mi corazón. No me sentaré a escribirla hasta que me palpite como lo hizo Palmeras. Calculo que antes de dos años no habrá nada porque además nunca se me ocurren historias fáciles.
- Y, por último, no puedo dejar de preguntarte qué estas leyendo ahora.
- Suelo tener cuatro o cinco libros en danza a la vez. Muchas lecturas son rápidas porque me interesa más la estructura y no tengo mucho tiempo, sólo puedo leer por la noche. Acabo de terminar La leyenda del ladrón, La isla de los malditos y una historia de mi tierra. Y tengo abiertos varios de documentación para la siguiente novela que intercalo con la lectura de Los ojos amarillos de los cocodrilos, La sombra del viento y La curandera de Atenas. Soy caótica, sí, y leo muy deprisa, la costumbre... Y entre col y col reviso algún clásico de la época universitaria que si no se me olvidan. Los últimos, Steinbeck y Delibes.
Quería dar las gracias a Luz por su extrema amabilidad y, ya sabéis, a todos vosotros por seguir viniendo a esta nuestra estantería virtual.
Gracias
viernes, 28 de septiembre de 2012
Palmeras en la nieve. Luz Gabás
"Esta noche os amaréis con desesperación porque sabéis que va a ser la última noche que pasaréis juntos. Nunca más volveréis a veros.
Nunca.
No sera posible.
Os acariciaréis y os besaréis tan intensamente como sólo lo pueden hacer dos personas angustiadas, intentando impregnarse mediante el sabor y el tacto de la esencia del otro."
No me había recuperado de los últimos éxitos importados cuando descubrí esta novela. Una primera obra avalada por la opinión de una autora cuyo mayor éxito en ese momento era su primera obra.... no dejaba de ser tentador preguntarse si podía ser el indicativo de que esta nueva autora iba a convertirse también en un fenómeno de ventas. Así fue como llevé a mi casa el libro que hoy traigo a mi estantería virtual. Se trata de Palmeras en la nieve.
Conocemos a Killian cuando abandona la nieve de sus montañas junto a su hermano Jacobo para dirigirse a la isla de Fernando Poo. Allí la espera su padre, en una colonia dedicada al cacao que contrasta con la visión de España que ellos llevan arraigada. En el cultivo del cacao conocerán la vida de la colonia y se adaptarán a la vida sociocultural que les recibe. El amor hace acto de presencia y viviremos la relación entre los hermanos con esas tierras de mano de Clarence, hija y sobrina de ellos que investiga sus orígenes.
Estamos ante un libro de reconocido éxito. Una saga familiar que nos cuenta dos historias separadas en el tiempo e indivisibles a la vez. La historia de Clarence junto a la de sus tíos, nos va cautivando entre hermosas descripciones. Todo nos interesa, sus sentimientos, sus descubrimientos, las relaciones familiares que vamos intentando descubrir entre las letras pulcramente escritas de manos de Luz Gabás. Hay aventura, amor e historia desconocida. No se si el colonialismo fue tal y como nos lo presenta la autora pero tampoco me importó demasiado mientras estaba sumergida entre sus páginas porque la historia está lo suficientemente bien estructurada como para que no me lo preguntase. Eso ya es un gran punto a su favor.
Y es que, la realidad sociocultural que nos presenta la autora es tan cautivadora como las historias personales que refleja en ella.
Abres el libro entre cartas inconclusas y pronto intuyes la estructura de la novela, no vas buscando el final porque está llena de incertidumbres que se van resolviendo con ritmo aparentemente pausado. Porque esta vez no es la autora la que imprime el ritmo al libro, sino el lector que busca avanzar con prisa en uno de esos debuts de autor que se hacen un hueco en los corazones de los lectores. El final además, pese aparecer que no va a otorgarnos grandes sorpresas, si que nos pilla emotivamente descubiertos, lo cual es toda una sorpresa ( o lo fue al menos para mí, pillándome casi a traición). Y vuelvo a insistir, dos historias, Clarence actual y sus antepasados, inexorablemente unidos a ella. Todos atractivos, sin decantarme por una u otra, cosa difícil en historias duales. Y pese a todo, si algo resalto de este libro, es la ambientación. No por las extensas descripciones como puede ser habitual en este tipo de libros, sino por la nitidez.
Reconozco que hacía mucho que no me sumergía en una saga familiar, y vosotros, ¿os gusta leer sobre sagas familiares y antepasados o sois más de vidas anónimas que se convierten en familiares vecinos de letras?
Gracias
PD. Hoy sí, booktrailer
jueves, 27 de septiembre de 2012
Mil soles espléndidos. Khaled Hosseini
"Es mejor ser herido por una verdad que consolado con una mentira (...) Parece casi increíble que la vida de todos los afganos esté marcada por la muerte y un sufrimiento inimaginable. Y, sin embargo, también veo que la gente encuentra el modo de sobrevivir y seguir adelante."
Confieso que tardé en leer Cometas en el cielo. De hecho leí primero este segundo título. Cuando vi el éxito tremendo que tuvo nada más salir por ser "la segunda obra del autor de Cometas en el cielo", en lugar de pensar en comprar su primera obra, decidí que empezaba por el último. Así sabría si su primera obra fue suerte. Porque la suerte se tiene una vez, pero no dos. Hoy traigo a mi estantería virtual, Mil soles espléndidos.
Conocemos a Mariam, una mujer criada con su madre en una vivienda a las afueras de Herat hasta los quince años, momento en que su padre la envía a Kabul a casarse con un zapatero que la supera en treinta años. Veinte años después, el zapatero encuentra en las calles de la ciudad a Laila, una jovencísima madre de quince años a la que invita a su casa, propiciando así la fuerte relación que se establece entre ambas mujeres.
Es un libro que acerca la situación vivida en Afganistán, mucho más que su anterior obra Cometas en el cielo. Vivimos muchas veces en una especie de sopor consciente que hace que nos lleguen noticias de conflictos y situaciones vividas como a través de una neblina que nos va inmunizando. Entonces llegan autores como Hosseini y nos cuentan historias dulces y conmovedoras, duras y tremendamente injustas que hablan de la guerra en Afganistán y de la religión y la situación de la mujer. Y hacen con sus historias que recapacitemos, sonriamos, y nos emocionemos avisando a la gente de la dureza de sus palabras. No hay escuela para la niña, hay burka, y no se enseñan los pies... desde las primeras páginas sabemos que es una historia que va a revolvernos. Y más aquí, con niñas.
Esa es la fuerza narrativa del autor, no necesita descripciones interminables ni diálogos en que los personajes se cuenten sus intimidades para saber cómo se sienten. Porque nosotros lo percibimos porque los conocemos, por sus gestos, sus actos... y porque nos podemos poner en su situación, las dulces y las amargas, que la vida tiene de todo. Y muchas veces, el sabor de la vida que te toca viene determinado por el sitio en que naces.
Hoy traigo un libro emotivo, de esos que se escriben para tocar la fibra sensible del lector y una vez la encuentran la estrujan. Pero ni así dejamos de leer, o quizás cuando nos tropezamos un libro que hace precisamente esto es cuando lo leemos con más velocidad, no lo sé. Y vosotros, ¿cuál es la última historia que os conmovió?
Gracias
miércoles, 26 de septiembre de 2012
Paradero desconocido. Kressmann Taylor
"Querido Martin:
¡De vuelta en Alemania!¡Cómo te envidio! Aunque no la he visto desde que era un niño de escuela, escribir Unter den Linden todavía me conmueve... La amplitud de horizontes de la libertad intelectual, las discusiones, la música, el desenfado de la camaradería. Y ahora el viejo espíritu aristócrata, la arrogancia prusiana y el militarismo han desaparecido. Llegas a una Alemania democrática, a una tierra profundamente culta, donde la preciosa libertad política está en sus comienzos. Será una vida maravillosa. Tu nueva dirección no puede ser más sugestiva. Me alegro de que la travesía haya sido tan agradable para Elysa y los pequeños."
Durante varios meses tuve a una persona recomendándome este libro. yo bastante despistada para los títulos, y no es lo mismo verlo en una pantalla o revista que suelo tener papel a mano a que me lo digan de viva voz; normalmente cuando quiero llegar a un lugar en que lo puedo apuntar ya he olvidado el título. Sinceramente... me puedo pasar semanas así y comprar libros (me ha pasado hace apenas unos días) con títulos similares totalmente convencida o incluso extrañada al leer la contraportada, que luego resultan no ser el que buscaba. Finalmente lo compré y tengo que reconocer que lo abrí ese mismo día por su primera página... y lo cerré también ese mismo día al pasar la última. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Paradero desconocido.
Martin y Max son amigos y socios en California hasta que Martin decide regresar a Alemania con su familia. Max en cambio se queda en América, así que la amistad pasa por una serie de cartas que se envían contándose con la misma confianza que tenían sus vidas.
Dicho así, parece que el libro tiene poco que aportar, además epistolar, con cartas, que puede parecer tedioso o, cuando menos lento. Sin embargo si lo situamos empieza a ser interesante. Se publica en el año 1938, y en él a través de las cartas, vamos viendo el cambio que se produce en Martin al volver a Alemania. Anticipándose en cierto modo a lo que estaba por venir, vamos viendo la influencia que tiene en una persona la situación que vive. De un intercambio de cartas entre dos amigos, con cariño y camaradería vamos pasando a una situación casi angustiosa que refleja en lo que nos podemos convertir.
En unas ochenta páginas encontramos un puñado de cartas escritas de forma sencilla que bien se pueden leer en apenas un rato. De hecho el libro lo pide, la lectura sin interrupción. Ya que consigue convertirnos durante unos momentos en Max, ese hombre que pensaba conocer a su amigo y que lo ve como poco a poco se va convenciendo de fanatismos. Un libro que va cargando la atmósfera de sentimientos, incredulidad, rabia, frustración, venganza... van desfilando delante de los ojos del lector y agarrándolo hasta sacudirlo con un final que hace que cerremos el libro y recapacitemos un rato sobre lo que nos acaban de contar.
Hay veces que nos recomiendan un libro y lo dejamos pasar, luego nos lo tropezamos y descubrimos que la mayor pega que tiene es no haberlo leído antes. Este es uno de esos libros, de los que te atrapan entre sus páginas hasta haberlo terminado y compras más de una vez para regalar esperando que te comenten que han tenido las mismas sensaciones que tú. Pertenece tal vez a esos imprescindibles que no se conocen más que a pie de calle porque los lectores nos los vamos intercambiando pero que no llegan a aparecer jamás en ningún cartel de escaparate.
Y a vosotros, ¿cuál es la última recomendación que os han hecho y al leerlo encontrasteis un tesoro?
Gracias
martes, 25 de septiembre de 2012
El invierno del mundo. Ken Follet
"Carla sabía que sus padres estaban a punto de enfrascarse en una discusión. En cuanto entró en la cocina percibió la hostilidad, como el viento gélido que barría las calles de Berlín en febrero antes de una ventisca. Estuvo a punto de darse la vuelta y salir de la cocina.
No era habitual en ellos que discutieran. Por lo general eran muy afectuosos, incluso demasiado. Carla sentía vergüenza ajena cuando se besaban delante de otra gente. Sus amigas creían que era algo raro ya que sus padres no demostraban ese cariño en público."
Hoy traigo uno de esos libros que se hacen esperar. Cuando finalmente anuncian la fecha lo primero que piensas es, "no tengo tantas ganas, que cuando salga significará que ha terminado el verano". Pero aún así no puedes resistirte a la tentación de desearlo. Hoy traigo a mi estantería virtual una de las apuestas fuertes de este otoño, se trata de El invierno del mundo.
Retomamos la historia de La caída de los gigantes, ha pasado una década y la nueva generación empieza a tomar el relevo aunque aún seguiremos viendo a los padres. Las familias, son las mismas: los Fitzherbert, potentados e influyentes; los Peshkov, hermanos rusos de la Unión Soviética; los Williams, una familia obrera de Gales; los Dewar, estadounidenses de clase media alta; y los von Ulrich, una familia alemana venida a menos.
Dedica este libro a sus abuelos cuando es el propio autor el que dice que esta historia es la de los nuestros, la de cualquier persona que haya vivido en esa época. Sólo con abrir el libro, que comienza con una discusión por un artículo escrito en Berlín y sus posibles consecuencias con un nazismo en ascenso, nos damos cuenta de que vamos a caer rendidos a los pies del autor. Es muy difícil conseguir eso en un libro que supera las novecientas páginas pero Follet lo consigue. La mezcla de nacionalidades, familias y estratos sociales dinamizan mucho la lectura consiguiendo, al menos en mi caso, que un primer vistazo se convirtiera en una lectura de más de 3 horas.
Por si eso fuera poco nos da un paseo histórico y geográfico por algunos de los momentos más relevantes de la historia contemporánea. vivimos el ascenso del nazismo, La Segunda Guerra Mundial, Pearl Harbor La ONU... incluso pasamos por España, Belchite concretamente. Salpicada de una cruda historia, este segundo volumen de la trilogía The Century, también nos cuenta los entresijjos personales de las familias que ya conocimos en la primera parte. Personajes conmovedores como esa niña testigo de una situación adulta por el simple hecho de tener a su cuidadora con varicela. Descubrimos así que los hijos de los von Ulrich, tienen ideas dispares sobre el nazismo, debido al ambiente en que se mueven pese a ser unos niños mientras sus padres luchan por una Alemania mejor alejada de este concepto. Los Williams viajan a su vez a Berlin para documentarse por el tema y se verán sorprendidos por el horror reinante, y así Follet comienza a entretejer historias. Aunque yo me quedo con los Peshkov esta vez. De hecho, para cuando llegué a ellos ya estaba irremediablemente perdida en esta historia de personajes que nos atraen y nos conmueven formando parte del lector. algo, en un libro como este, difícil de conseguir. No por la temática sino porque al abrirlo y toparnos con un listado propio de Guerra y Paz nos frenamos, pensamos que os vamos a perder, y en las veinte primeras páginas quitamos ese miedo.
No hace falta haber leído el primero para comenzar El invierno del mundo, aunque si que me parece recomendable hacerlo. Sin embargo se agradece que el autor nos de la opción. Me gustó además, tal vez por el marco tan complejo en que lo sitúa, más ligero que el primero, mas rápido y entretenido. Mejor historia.
Si os fiáis de mí os recomiendo su lectura sin mirar el número de páginas. Son muchas, eso os lo digo yo, casi mil. Pero, ¿os echa atrás el número de páginas a la hora de elegir un libro?
Gracias
lunes, 24 de septiembre de 2012
Oh Capitán, mi capitán. Walt Whitman
Oh capitán, mi capitán
Oh Capitán, mi Capitán:
nuestro azaroso viaje ha terminado.
Al fin venció la nave y el premio fue ganado.
Ya el puerto se halla próximo,
ya se oye la campana
y ver se puede el pueblo entre vítores, con la mirada sigue la nao soberana.
Mas ¿no ves, corazón, oh corazón,
como los hilos rojos van rodando
sobre el puente en el cual mi Capitán
permanece extendido, helado y muerto?
Oh Capitán, mi Capitán:
levántate aguerrido y escucha cual te llaman
tropeles de campanas.
Por ti se izan banderas y los clarines claman.
Son para ti los ramos, las coronas, las cintas.
Por ti la multitud se arremolina,
por ti llora, por ti su alma llamea
y la mirada ansiosa, con verte, se recrea.
Oh Capitán, ¡mi Padre amado!
Voy mi brazo a poner sobre tu cuello.
Es sólo una ilusión que en este puente
te encuentres extendido, helado y muerto.
Mi padre no responde.
Sus labios no se mueven.
Está pálido, pálido. Casi sin pulso, inerte.
No puede ya animarle mi ansioso brazo fuerte.
Anclada está la nave: su ruta ha concluido.
Feliz entra en el puerto de vuelta de su viaje.
La nave ya ha vencido la furia del oleaje.
Oh playas, alegraos; sonad, claras campanas
en tanto que camino con paso triste, incierto,
por el puente do está mi Capitán
para siempre extendido, helado y muerto.
Con el comienzo de este poema recordamos a un profesor cinematográfico, en la maravillosa película El club de los poetas muertos. Cualquier medio es bueno para descubrirnos un libro, un texto, un poema... y muchos somos los que recordamos el famoso Oh Capitán, mi Capitán que se recitó en este filme. De hecho, así descubrí el poema.
Pertenece a Walt Whitman, llamado padre del verso libre y cuya obra magna Hojas de hierba, es un imprescindible para los amantes de la lírica. En este volumen precisamente nos encontramos el poema que hoy traigo. Autor controvertido que tocaba el realismo desde la reflexión, se le acusó de obsceno en alguna de sus letras. Criticó los extremismos, sobre todo entre esclavistas y abolicionistas, pese a estar en contra de la esclavitud criticaba a ambos, celoso de su vida privada y perfeccionista, dedicó su vida a perfeccionar, ampliar y corregir la obra antes citada.
El poema que hoy os traigo lo escribió como homenaje a Abraham Lincoln tras su asesinato y, según mi modesta opinión, es de los mejores del autor. Es un poema sencillo, escrito al finalizar la travesía de la vida, en el que nos habla de respeto y afecto, y nos insta a reflexionar sobre la trascendencia de nuestra vida y nuestras reacciones. El viaje termina, las cosas mejoran, el capitán se ha cuidado de volver a puerto para que todo sea mejor y la gente lo celebra con clarines. Sin embargo, el capitán ha perecido en el camino y la alegría se torna amarga sin perder la sonoridad positiva que hace que me guste tanto.
No suelo traer poesía, porque la interpreto a mi manera, poco me importa el autor mientras las palabras me llenen. Es difícil además hablar de un libro de poesía completo porque cada página suele esconder un sentimiento. Sin embargo, tengo una curiosidad, ¿tenéis algún poema o poeta favorito? Me encantaría conocerlos.
Gracias
PD. Aquí lo descubrí
sábado, 22 de septiembre de 2012
Entrevista a Óscar López. Página 2
Comentaba hace apenas unos días la escasez de programas de divulgación literaria que existen en la oferta televisiva. Si hace un tiempo nos dirigimos a los medios escritos es imposible pasar por alto el programa que más tiempo lleva emitiendo acercando libros a su audiencia. Se trata, evidentemente de Página 2. Todos los domingos a partir de las 21.00 y por un espacio de media hora encontramos temas de actualidad literaria y editorial incluyendo novedades y entrevistas. No sólo eso sino que acercando la literatura y el cine, encontramos una sección de clásicos llevados a la gran pantalla. Un programa, en definitiva, imprescindible para casi todos los amantes de la literatura. dirigido y presentado por Óscar López nos hemos acercado a ellos con nuestras dudas.
- ¿Cómo se siente al ser el único que resiste en la parrilla televisiva?
- No creo que seamos los únicos que resistimos aunque es cierto que, en general, los programas culturales notan rápidamente el efecto de la crisis, y no solo en la televisión. Sin embargo hay que reconocer que la 2 de TVE está haciendo un gran esfuerzo por mantener programas culturales como el nuestro. Como puedes suponer, estamos encantados de seguir vivos tras cinco intensos años en antena. Y esperamos seguir muchos más.
- ¿Cuál es el secreto de Página 2?
- Yo no hablaría de secreto. Creo que Página 2 ha mostrado una manera novedosa de hablar de libros en televisión. Ha apostado por una fórmula televisiva más cercana al magazine y lo cierto es que el público nos ha apoyado desde el principio. Desde un inicio tuvimos claro que nuestra intención era hablar de libros para un público lo más amplio posible, donde tuvieran cabida los lectores voraces y los más ocasionales. Y para ello diseñamos un espacio donde, teniendo presente que lo principal es el contenido, debíamos cuidar de una manera muy especial el formato. Es cierto que hablamos de libros, pero no es menos cierto que hacemos televisión, y ésta tiene un componente de espectáculo que hay que potenciar.
- Hay miles de libros que ven la luz en el mercado editorial cada mes, ¿cómo se elige el contenido del programa ante tanta oferta y, supuestamente, tan escasa demanda?
- Es cierto que es una locura tanta oferta y como es lógico no podemos controlarla toda. Funcionamos a partir de nuestras lecturas, y las lecturas de personas cercanas a nosotros cuya opinión valoramos. También mantenemos una estrecha relación con los editores y agentes literarios que suelen darnos su opinión respecto a los libros que publican, y en función de todo eso, al final hacemos una selección definitiva. No te puedes imaginar la cantidad de horas que dedicamos a la lectura, y siempre con la sensación de que seguro que se nos escapa algún libro magnífico. Pero es lo que hay.
- ¿Se lee poco en España?
- Se lee mucho más que antes, y eso hay que destacarlo, pero se lee menos que en otros países europeos donde tienen una tradición lectora muy fuerte. No nos podemos comparar con Francia, Alemania o los países nórdicos pero sí con muchos otros. Sin embargo, es evidente que debemos hacer lo máximo posible para conseguir aumentar el índice de lecturas de nuestro país. Y ahí los medios de comunicación tenemos una gran responsabilidad. Por eso Página 2 nació también con una clara vocación por fomentar la lectura. Ojalá que estemos ayudando de alguna manera a conseguirlo.
- Qué opina de los nuevos formatos digitales que facilitan el acceso a los autores al mercado, ¿realmente les ayudan tanto como parece o es sólo un espejismo?
- Yo creo que ayuda, pero todavía falta mucho camino por recorrer. La edición digital, el libro electrónico, las revistas digitales, en fin, todo lo relacionado con internet está haciendo una gran labor en la difusión de la literatura y está ofreciendo la posibilidad a jóvenes autores para que vean sus textos publicados. Y eso ya es muy importante.
- ¿Cuál es la entrevista que le gustaría realizar?
- Una que no podré hacer probablemente nunca, Gabriel García Márquez. Pero también me encantaría entrevistar a Murakami, aunque odia la TV, Philip Roth, Cormac McCarthy o John Le Carré.
- Editoriales, autores... ¿cuánta gente puede llamar a su puerta para intentar hacerse un hueco en el programa?
- Los autores no suelen llamar, pero los editores si, o bien sus jefes de prensa. Es lógico que lo hagan y nosotros mantenemos con ellos una relación muy fluída. Es muy importante esa relación porque te permite tener un conocimiento bastante amplio de lo que se publica en España.
- Víctor del Árbol, María Dueñas... ¿podemos confiar en los nuevos nombres de las letras españolas?
- Sin duda. Has citado dos autores que han pasado por el programa, pero hay muchos más. Apuestas que han demostrado, cada uno en su género, tener algo que decir. Ahí están Pablo Gutiérrez, Manuel Vilas, Juan Gabriel Vásquez y muchos más. En Página 2 nos encanta dar cabida a esos autores más desconocidos que demuestran tener algo que contar.
- En el panorama literario internacional parece que siempre suenan los mismos nombres; Murakami, Pynchon, Roth, Houellebecq, Auster... todos suenan cuando hay quinielas como si fueran los próximos grandes nombres de la literatura, ¿cuál es su apuesta?
- Si la pregunta tiene que ver con el próximo Nobel, alguno de los citados son firmes candidatos, pero también añadiría a Amos Oz y McCarthy. Pero me voy a mojar, yo diría que Haruki Murakami y Philip Roth tienen muchos números.
- Me gustaría que me recomendase tres libros y el motivo, siempre hago caso de las recomendaciones motivadas más allá de un A mí me gustó.
- No se si tienen que ser de mucha actualidad o no, pero si nos centramos en los últimos meses, me gustó Los enamoramientos de Javier Marías por como retrata el mundo de las falsas apariencias y lo poliédricas que pueden ser las relaciones amorosas. También Diario de Invierno, de Paul Auster, por la capacidad que demuestra de autorretratarse de forma valiente, lúcida y extremadamente poética. Y por último, Nada es crucial, de Pablo Gutierrez, un joven autor al que hay que seguir, que muestra tener una voz narrativa muy original a la vez que lírica. Tres libros muy potentes.
-Y por último me gustaría saber qué está leyendo ahora.
Estoy leyendo la nueva novela de Ken Follet (aquí), El invierno del mundo, a quien voy a entrevistar próximamente, Y he leído también la nueva novela de Ricardo Menéndez Salmón, Medusa, donde de nuevo retrata el mal a partir de un testigo privilegiado del siglo XX.
Quería dar las gracias al programa y a Óscar por su amabilidad y cercanía, han resuelto alguna de mis dudas, pero es evidente que tengo demasiadas como para ponerme a airearlas. Y, como no, gracias a todos los que pasáis por esta, vuestra casa.
Gracias
viernes, 21 de septiembre de 2012
El manuscrito 1. El secreto. Blanca Miosi
"Cuando el monje extendió las manos ofreciéndole el cofre, se encontraba al borde del acantilado. Por un momento tuvo miedo de que fuese una trampa. Antes de entregárselo lo retuvo un instante como arrepintiéndose. Temblaba tanto que pudo sentir sus movimientos convulsivos. Luego el monje hizo un ademán brusco, soltó el cofre y se lanzó al vacío."
Conocía a Blanca Miosi por referencias, ejemplo para muchos que están comenzando su salto en ventas en el mundo digital hizo que una editorial se decidiera por ella. Son autores que llegan al papel por méritos propios, por lecturas realizadas de su obra... por el "boca a boca". No diré que eso sea garantía de calidad, pero aquí no podemos echar la culpa a una campaña tremenda de publicidad que nos cuente si el libro es una maravilla, porque son únicamente las cifras de una persona que parte en igualdad de condiciones. Así que tenía que conocerla y lo hice mediante dos títulos. Hoy traigo a mi estantería virtual, El manuscrito 1. El secreto.
Conocemos a Nicholas, un autor sin ideas, excolaborador de un conocido periódico de Nueva York. Poseedor de manías de autor tiene una rutina que lo lleva por un camino determinado en el que se encuentra un día con un curioso hombre que lo entrega un manuscrito. Cuando lo comienza a leer, le gusta la historia, podría ser incluso suya... pero al cerrarlo, desaparece consiguiendo desesperarlo. En un intento de encontrar pistas sobre la historia descubre que todo lo que ha leído es real, así que decide participar de los hechos convirtiéndose así en un personaje activo de la historia que tanto le gustaba.
Sería muy sencillo limitarme a decir que es metaliteratura, que lo es. Hay un personaje que es autor, recibe un manuscrito, pasa a ser personaje y además de ello, piensa en escribir la historia. Una historia de la que ha sido lector y partícipe, contruyéndose así una especie de bucle. Por otro lado tenemos al protagonista de la historia del manuscrito, Claudio, quien tiene que recibir la noticia de su papel en una obra, además de en su cambiante vida. Porque el argumento del manuscrito que comienza a leer Nicholas lo sitúa justo ante la muerte de su acaudalado tío y la lectura del testamento. Descubre además que hay un secreto que ha marcado la vida del difunto y la de quienes lo rodean y que ahora le afecta a él de forma más directa que nunca. Así que tiene que descubrirlo. Y lo intentará con ayuda de ese curioso americano que sabe tanto sobre todos ellos.
Contado así puede parecer un libro complejo, pero la forma de narrar de Blanca, hace que se nos antoje un juego de niños seguir la experiencia de sus protagonistas. No ponemos en duda las explicaciones que nos da. Es una novela que engancha desde el comienzo y cuando la autora traslada el misterio del manuscrito a la búsqueda que da lugar al título casi ni nos damos cuenta tan absortos como estamos en la historia.
Resaltar finalmente que es autoconclusiva. No se si este manuscrito verá la luz en otras ubicaciones dando lugar a nuevas historias, tal vez sobre Julio Cesar o sobre cangrejos en la playa, pero en este caso sigue esa máxima que tanto me gusta: "finalizado un libro, finalizada su historia", una historia entretenida de poco más de trescientas páginas que hace que las horas vuelen una tarde cualquiera.
¿Qué os parece a vosotros esta forma de elegir autores basándose en las ventas en plataformas digitales?
Gracias
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Blanca Miosi,
El manuscrito.1. El secreto
jueves, 20 de septiembre de 2012
Cafés literarios
Ya he comentado, creo, que esta semana la entrevista será al director y presentador de un conocido espacio de divulgación cultural televisivo. Al hilo de esta entrevista me estuve fijando en la parrilla televisiva, algo que no suelo hacer, y he descubierto que hay una enorme variedad de tertulias (normalmente sobre "el corazón") ocupando enormes franjas horarias. En estos programas la gente se sienta en sofás más o menos incómodos y, con sus mejores galas, se dan gritos sobre lo que mi abuela hubiera denominado, asuntos privados. Pero las tertulias, no han sido siempre así; hubo un tiempo en que había tertulias en los bares y cafés, algunas de ellas famosas hoy en día y otras no tanto. Me estoy refiriendo a las tertulias literarias.
Quien no sabe de la existencia de estos lugares en los que nacieron grandes temas y mejores obras, y quien no ha jugado a sentarse en el Café Gijón soñando con llegar a ser un día un gran autor... bueno, con vivir de la literatura nos conformamos. Algunos incluso lo consiguen o están en el buen camino, como una persona que me comentaba este pequeño placer hace no mucho tiempo. Hoy, traigo a mi estantería virtual una suerte de guía a golpe de pintas, copas y, también en algún caso, cafés. Os invito a recorrer conmigo las salas de los cafés literarios, en los que se establecían improvisados puntos de encuentro entre autores y generaciones que hoy hacen historia. En España en el ya nombrado Café Gijón se alternaban sillas con el Lyon. Conocidas eran las conversaciones de autores y actores a la salida del teatro, en las que no se medían las fuerzas o las famas sino la validez de los argumentos. A golpe de horchata y zarzaparrilla sus tertulianos bien aposentados entre mesas de mármol se dejaban ver mientras escuchaban a Ramón y Cajal o Pérez Galdós. Incluso tuvieron su propia musa, una mujer a quien llamaron madame Pimentón. Poco a poco ha ido perdiendo lustre, pero a muchos nos sigue gustando pasar por él y aspirar el tenue olor a bohemia que impregna sus paredes.
Ahora nos vamos a Dublin, allí está el Pub Davy Byrne lugar visitado por James Joyce hasta el punto de incluirlo en sus obras. No sólo en Ulises, obra en la que Bloom entra a por queso gorgonzola y borgoña, sino también en Dublineses. Está claro que algo tiene ese lugar que quien pasa lo recuerda, nos lo encontramos también en El hombre tranquilo. Qué no habrán visto esas mesas.... lo sé, horchata es lo que no han visto casi con seguridad.
Y ya que estamos por estas tierras os invito a que conozcáis el Eagle and Child, un pub inglés que se encuentra en Oxford y cuya enseña es justo lo que promete el nombre. Se trata de un lugar largo y estrecho en el que se gestaron los denominados Inklings. Venid conmigo que os invito: es martes, y nos vemos antes de comer, en una sala privada, al fondo, rodeados de pintas. La sala se llama The Rabbit Room, no tiene pérdida. Allí, si decides entrar te encuentras con C. S. Lewis, Charles Williams y J. R. R. Tolkien. No creo que pueda haber un plan mejor que dejarse caer por allí... y así lo debió de pensar mucha gente, puesto que tuvieron que cambiar su lugar de reunión a otro pub de la misma calle; pero me reservo el nombre, así los curiosos seguirán buscando al conejo. Confieso, eso sí, que hubiera escuchado tras la puerta sin pudor atesorando cada una de sus palabras.
Y por último, que entre parada y parada ya vamos "bien servidos de copas", os propongo acompañar a Hemingway, buen conocedor de las ciudades, sus fiestas y sus bares. Este hombre era muy capaz de irse al Harry's New York Bar a departir con Humphrey Bogart o a buscar el sitio en que Ian Fleming nos contaba que James Bond ocupó cuando aún contaba la tierna edad de dieciséis añitos. Estamos en París, todo es posible. Aunque no sólo en París, tenemos en Cuba la Floridita, según nos enseña Hemingway, lugar por donde pasó, pasa y pasará un tremendo cartel de gente conocida. Se sentaba allí Tennesse Williams y Jean Paul-Sartre, compartiendo placer con Graham Greene sin saberlo ya que no pudieron coincidir ni una sola vez. Hemingway de hecho, se mantiene en una esquina de la barra, inmortalizado en su postura favorita, discutiendo a saber de qué, codo apoyado y aire distendido. Como no hacerlo, si incluso en Madrid era asíduo del Ritz, con la misma pose relajada y las mismas ganas de vida.
Quedan muchos más, el Iruña en Bilbao, el Gran Café en Barcelona, el Novelty, el Pombo... todos ellos legendarios, con poca actividad ya en muchos de los casos y más como homenajes a lo que fueron que somo símbolos de lo que son. La buena noticia es que abren librerías que también son cafés, se renuevan los conceptos y nos adaptamos. Y, asistamos a ellos o no, a todos nos gusta el olor de un libro y el aroma de un buen café. Los que no leemos, también opinamos y leemos muchas veces fuera de casa, encontrando rincones insospechados de placer. El mío está en una terraza con sillones muy bajos y una mesa empeñada en golpearme la espinilla cada vez que me levanto aún pensando en las últimas letras leídas antes de cerrar el libro.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
Aire de Dylan. Enrique Vila-Matas
"Algunos entran muy tarde en el teatro de la vida, pero cuando lo hacen parece que entren sin brida y directos ya hasta el final de la obra. Ése fue mi caso. Y hoy puedo afirmarlo con toda seguridad. La representación empezó la mañana en la que mi mujer me entregó una carta que acababa de llegar de Suiza, una invitación a participar en un congreso literario sobre el fracaso."
En este tiempo que la literatura se funde con la tecnología se ha puesto de moda leer sobre libros, librerías, bibliotecas... En este tiempo en que los críticos y los bloggers dan sus opiniones al aire o a páginas, hay autores que hablan de ello en voz alta, como lo hizo hace no mucho Vila-Matas. Y es en este tiempo en que aparece el autor fracasado como protagonista, sin miedo a ser fracasado y conferenciando incluso sobre el tema. Partiendo de esta base, y preguntándome si Vila-Matas intentaba una vez más dejar un mensaje en su nueva obra me acerqué a este libro cuyo tema es casi tabú. Hoy traigo a mi estantería virtual su última obra, cuyo título me cautivó desde el primer momento. Se trata de Aire de Dylan.
A través de un escritor fracasado sin nombre, conocemos a Vilnius, un joven que parece querer fracasar y cuyos dos rasgos más sobresalientes son su físico parecido a Dylan y tener un progenitor ya fallecido, un autor de nombre Lancastre, cuya autobiografía quiere inventar ya que fue destruída a manos de su madre.Completa el cuadro la amante de Vilnius, Débora.
El tema literario es recurrente en este autor, y sus narradores siempre objeto de elucubraciones sobre si se trata de alter ego del mismo. Dice el propio autor
"Creo personajes (los diferentes narradores de mis historias, por ejemplo) que son variantes de mi mismo, sin ser jamás yo."
Y deja así zanjado el tema.
En esta obra, a golpe de ritmo teatral, nos presenta las obsesiones literarias del autor, una de ellas el objetivo final de la vida. Y lo hace dando un giro enseñándonos un personaje diferente, el fracasado, el hombre sin aspiraciones que no busca ningún objetivo ni persigue un fin en la vida. Tenemos así a Vilnius y su archivo sobre el fracaso y la curiosa vida que le lleva a representar el papel de un moderno Hamlet con su padre muerto y sus villanos adecuados. Tenemos el arte, el esfuerzo el autor muerto que se reinventó y que tal vez bocetó una autobiografía magnífica que quedó destruída por el camino; y en la otra cara de la misma moneda el no hacer nada. Volvemos al Hamlet moderno descubriendo el papel que jugaba Débora en vida del fallecido autor y nos sorprendemos con los contrastes entre padre e hijo y sus puntos de convergencia con nombre de mujer.
No hace falta leer mucho para descubrir las formas que tanto me gustan de Vila-Matas pero, si no lo conoces, tendrás que avanzar un poco más para caer en esta maraña a ritmo de teatro, llena de referencias culturales cruzadas. Una tela casi familiar en torno a las desaparecidas memorias que hay que reinventar y las personas que tuvieron cerca. Padre, madre, hijo y amantes respectivos nos van atrapando poco a poco, casi sin darnos cuenta, mientras disfrutamos de cada palabra. Tengo que reconocer que no es Dublinesca, y que este autor me ha dado un par de obras que no han conseguido cautivarme, pero últimamente me he reconciliado con él y su literatura, la que escribe y aquella de la que habla.
Hoy traigo un libro sobre autores, cine, generaciones, Hamlet... una historia condensada en poco más de doscientas páginas que merecen la pena ser descubiertas. Un libro que rescata al aún vago Oblómov de las olvidadas páginas de la literatura rusa para mostrarnos su cara más actual y que lo hace con una profunda vena cómica.
A fin de cuentas... Oblómov es un personaje supérfluo que no es capaz de esforzarse por nada ni mover un dedo por nadie, que esquiva sus obligaciones en la medida que le resulta posible. Y... si soy sincera... creo que conozco gente así, ¿vosotros no?
Gracias
martes, 18 de septiembre de 2012
Agua Sucia. Antonio Rodríguez del Castillo
"Metrónomo: Máquina a manera de reloj para medir el tiempo e indicar el compás de las composiciones musicales.
Aquel aparato me obsesionaba y en realidad no era un metrónomo, yo lo llamaba así porque al presionar el interruptor de la luz, saltaba el resorte del temporizador provocando un sonido similar al del artilugio musical, tic, tac, tic, tac..."
Esta vez era fácil elegir el libro, se trata de una lectura conjunta. Aunque he participado en alguna, es la primera vez que me apunto a través del blog, guiada un poco por la curiosidad de ver opiniones diferentes sobre una obra y dar la mía propia. Es por eso que hoy traigo a mi estantería virtual, Agua sucia.
Conocemos a Jacinto, un hombre que sobrevive insatisfecho una vida que no es la que le hubiera gustado. No deja de mirar atrás a ratos y su jefe le dará la oportunidad de encontrarse con su pasado de frente al enviarlo a su ciudad natal a investigar el choque de dos buques. Porque no lo he dicho, pero Jacinto es perito, y su gran cuenta pendiente con el pasado es su primer amor, Alicia.
En un primer momento me resultó difícil situarme. Jacinto vive su vida pensando en el pasado y por eso lo alterna entre sus reflexiones. No puede ni quiere evitar mirar atrás, cuando en otro tiempo conoció y compartió su vida con Alicia a la que responsabiliza de la vida que lleva hoy en día, de su trabajo y su, a ratos, complejo de tímido, o de fracasado, o su inseguridad...
El libro, narrado en primera persona se estructura en párrafos cortos a modo de reflexiones que se entremezclan como lo harían en la cabeza del cualquiera otorgando verosimilitud a un tono, por otra parte, bastante coloquial. Acompañamos al protagonista en su trabajo como perito en la ciudad de Jerez, un trabajo que puede parecernos gris pero que pronto nos demostrará que no es lo que parece. Como casi nada en la narración. Una novela que comienza de forma pausada entre viajes en tren y que, poco a poco, acelera buscando el interés del lector en resolver el misterio, mostrando amor, envidias, muertes y obsesiones a partes iguales para garantizar la lectura. Si bien el final se me antojó un tanto brusco, la novela me pareció una lectura muy entretenida, destacando principalmente su protagonista. Un hombre por el que el autor no realiza esfuerzos para granjearse nuestra simpatía; algo muy de agradecer ya que bien hubiera podido colocarlo con un carácter más romántico y facilón en algunos momentos, pero no. Consigue que nos resulte incluso molesto pese a ser quien nos cuenta una historia que, a fin de cuentas, es su historia.
En conjunto mi experiencia ha sido positiva, tanto en la lectura conjunta organizada por Caminando entre libros, como en la lectura de un libro que seguramente me hubiera pasado desapercibido. Y es que, quizás sea en estos títulos en los que más útiles son estas iniciativas, en los títulos menos conocidos y publicitados que, de este modo, vemos expuestos desde diferentes ángulos. ¿O preferís que sean de los Best Sellers de turno de los que se vean opiniones de forma mayoritaria?
Gracias
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Antonio Rodríquez del Castillo
lunes, 17 de septiembre de 2012
Doctor Zhivago. Borís Pasternak
"La mujer que armaba todo aquel alboroto vestía un abrigo de astracán, desabrochado, bajo el cual oscilaban como capas de gelatina, la doble papada, el pecho abundante y el vientre cubierto por un traje de seda. Comprendíase que en otros tiempos debió de haber sido considerada una belleza entre los comerciantes de tercer orden y sus dependientes. Las fisuras de sus ojos porcinos, con los párpados hinchados, apenas se abrían. En tiempos inmemoriales, una rival le había arrojado vitriolo a la cara, pero ella pudo esquivarlo y solamente dos o tres gotas de ácido le señalaron la mejilla izquierda y la comisura de los labios, dejando unas pequeñas huellas que ella consideraba que realzaban su encanto."
Siempre digo que me quedo en lo anecdótico y hoy traigo una novela que puede encajar perfectamente en este término por todo lo que ha sucedido a su alrededor. Aunque decir eso de uno de los títulos más controvertidos e importantes de la literatura es quedarse corto. Incluso en el cine dio mucho de qué hablar, todos conocemos el Tema de Lara, sepamos o no que pertenece a esta adaptación. Hoy traigo a mi estantería virtual, Doctor Zhivago.
Conocemos a Yuri Zhivago y a la que será su futura esposa, Tonia Gromeko. Ya casados y ante la revolución sus vidas sufrirán cambios inevitables. De hecho Yuri acaba trabajando en Siberia, donde conocerá a una enfermera, Larissa, que busca a su marido. Zhivago se enamora de ella mientras le rodean los conflictos derivados de la guerra hasta el punto de ser detenido por una patrulla de comunistas justo cuando pensaba confesarle este amor a su esposa.
Para dimensionar esta novela hay que hablar antes de su autor. Pasternak no participó en la Primera Guerra Mundial debido a una lesión en una pierna; al finalizar la guerra era bibliotecario y escribía siguiendo de forma escrupulosa las directrices de la revolución. Sin embargo, con el paso del tiempo se desengañó con el régimen y empezó a escribir más libremente hasta que, finalmente, fue prohibido. Desde ese momento se dedicaría a traducir dejando su publicación para países extranjeros. Su obra Doctor Zhivago fue vetada en Rusia y tuvo que esperar hasta 1.958 para verse publicada en Italia, momento en que se le concedería el Premio Nóbel de Literatura. Sin embargo, la Unión Soviética, golpeada por la concesión del galardón, ejercería presión para que su vetado autor rechazara el premio. No quedaría ahí la postura de su patria, sino que ese mismo año se vería expulsado de la Unión de Escritores Soviéticos, y siguió sufriendo por su publicación hasta que falleciera en 1960.
Nos encontramos así a un autor convertido en mártir por su obra, si bien tuvo la suerte de poder escapar del Gulag, su vida se vio marcada por las reacciones a su obra hasta el último momento. Doctor Zhivago no se publicaría hasta el año 1.988 en Rusia. Y la pregunta a este tipo de sucesos es clara, ¿Qué contiene el título?, ¿es realmente tan reivindicativo, tan subversivo como pudiéramos pensar?
La historia es un novelón clásico de amores, caballeros y una dama. Esta mujer, Lara, irá de uno a otro mientras busca su sitio. El problema real será la época elegida para estas azarosas aventuras. La Revolución y La gran Guerra son el escenario elegido por Pasternak para su historia, una historia que, en otro caso hubiera quedado como una más... o no, pero que se verá marcada por el momento que la sitúa. El Ejército Rojo se torna un elemento principal en la obra y nos lleva a través de sus páginas a una Guerra Civil de manos de un escéptico de la Revolución. La ambientación es, pues impecable. Como también la construcción de la novela estructurada a partir de recuerdos, apoyada en unos poemas que encontramos al final del libro escritos por el propio protagonista de nuestra historia. Un melodrama de los que quedan pocos con unos personajes sólidos. La evolución de nuestro doctor se nos torna inevitable a medida que avanzamos y, aún así, igualmente emotiva. Lara, se hace nuestra amiga, le perdonamos todo mientras la vamos acompañando. Y, mi favorito, Kumarovski, un personaje del que no os diré nada porque prefiero dejar que lo descubráis como yo lo hice.
No seré yo quien discuta a Nabokov las durísimas críticas lanzadas contra este título, sin embargo y, desde el respeto, señor Nabokov... opino que es una novela para el recuerdo. Tal vez con momentos casuales que bien servían de oportunidad para la acción que nos presentaba, ¿pero acaso no usó usted esas casualidades jamás en su obra?. Permítame que discrepe, pero no me parece una novela cualquiera, si acaso un novelón. En cualquiera de sus acepciones.
Y vosotros, ¿conocéis el Tema de Lara? Yo por si acaso os lo dejo, por refrescaros la memoria.
Gracias
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