Conocí al autor con "Una temporada para silbar" una novela que disfruté muchísimo, así que cuando me tropecé por casualidad con este título no pude, ni quise, resistirme. Hoy traigo a mi estantería virtual, Verano en English Creek.
Conocemos a Jick McCaskill entrado ya en años cuando decide echar la vista atrás para contarnos el verano de 1939, en el que era un adolescente que iba a disfrutar de bailes y rodeos en Montana. Sin embargo, ese es el verano en el que su hermano Alex decide no ir a la universidad, algo que debería de ser su sueño y por lo que sus padres han trabajado duro y en lo que él mismo había proyectado su futuro. Lo que iba a ser un verano tranquilo aparece marcado por la ansiedad que genera este acontecimiento, que se mezcla con chicas, presencias extrañas e incendios forestales que llegan a ser realmente peligrosos y en lo que su padre tiene que participar en las labores de extinción.
Con este libro el autor abre la Trilogía de Montana, pese a que hay quien lo lee en segundo lugar ya que va seguido de una precuela. Como ya sucede con otros títulos del autor, la importancia de la voz narrativa es vital y, en este caso, será un hombre entrado en años quien hable del paso a la edad adulta salpicando además la narración de sus propias reflexiones y dejando un retrato de esta imaginaria zona rural gracias a la tremenda habilidad descriptiva del autor. Esto hace que el lector sea capaz de sumergirse totalmente en el ambiente, ver los paisajes, las gentes y, sobre todo, sea partícipe del sentimiento de comunidad que se genera entre los habitantes de la zona, que es más sano que el que suele venir reflejado en las pequeñas poblaciones contemporáneas. En este ambiente, con largos caminos a caballo y un 4 de julio que se siente más genuino que en la mayor parte de las películas que he visto, el protagonista empieza a desplegar sus alas hacia la vida adulta mientras observa la grieta que se abre en su familia ante la decisión de su hermano. Un momento de cambios en un tiempo vital en el que buscará modelos masculinos de una forma inconsciente que le guíen para convertirse en el hombre que ni siquiera sabe que quiere ser. Un momento que, si el lector se fija, coincide con otro punto importante en la historia de Estados Unidos, y mundial, ya que ese verano en el que Jick cumple 15 años es el que señala el fin de la Gran Depresión y el comienzo de la IIGM, aunque, como digo, no serán estos los puntos importantes que marcarán la novela.
Tengo que decir que, si bien no me he enamorado del lugar, si que lo hice de los McCaskill. Estructurada en 4 partes comenzaremos siguiendo al protagonista por el bosque del que su padre como guarda forestal es responsable mientras comienza la introducción de los personajes y el lugar, pasaremos por la ya mencionada festividad, de vital importancia para los lugareños, seguiremos con el tío del protagonista llegando hasta el incendio y, al final, avanzaremos en la historia para saber cómo han seguido las cosas. De este modo seremos testigos de su inferioridad ante su hermano, su falta de comprensión, su primera borrachera, el trabajo con el rebaño y un montón de momentos que convierten esta novela en un placer que se paladea despacio y deja con ganas de seguir buceando en la historia de los lugareños.
Verano en English Creek es un libro que he disfrutado mucho y que hace entender la importancia de encontrarse algo bien escrito ya que hace que cualquier historia, hasta la más simple, se convierta en una grata experiencia.
Y vosotros, ¿sois de trilogías y series o preferís libros independientes?
Gracias.