Poniendo a punto el reloj de la Puerta del Sol |
Empezamos el año nuevo, por cierto con una rima horrenda, y parece momento también de hacer un recuento obligado de lo que hicimos durante el año y, como no, de nuestras lecturas. El mío es bastante sencillo: he leído mucho, pero no se acerca ni a la mitad de lo que me hubiera gustado leer y posiblemente he apuntado más libros para el próximo año que consumí en el transcurso de este y... me han gustado casi todos por algún motivo, el que sea, y los que no me han gustado.... bueno, esos procuro olvidarlos rápidamentente, por eso no los traigo a mi estantería virtual.
Todo esto se resumen en que el año entrante quiero seguir leyendo y descubriendo autores. Porque si algo me ha proporcionado esta ventana virtual es la posibilidad de descubrir autores que no se encuentran en las librerías con facilidad. Así que si estáis pensando en escribir un libro, adelante. O apuntaros a un curso: Verbalina por ejemplo da unos cursos estupendos on line para escritores (y con descuento si vas desde aquí dando el nombre de este blog). Una opción para aprender y aprovechar y ¡escribir! Sobre todo esto último es muy importante que no dejéis de hacerlo.
También están las personas que despegan, los primeros libros, como Mónica que nos sorprendía hace poco con su libro en Amazon. Cuéntame una noctalia dice, y, como no se lo que es una noctalia... pues uno que me apunto. En busca de un hogar, es el título de otra primera obra, la de Claudia, que conocemos muchos de aquí y ¿quién puede negarse a dar un hogar a una historia? yo, desde luego, no soy capaz.Y Luna María Soler nos daba la noticia hace apenas unos días de la salida en papel de La orden del sol, que podemos empezar a ver aquí, aunque hay que tener cuidado... engancha. Son proyectos, sueños, letras nuevas de personas en cuyo lugar nos podemos poner fácilmente. Por qué no decir dentro de unos años o meses: "recuerdo cuando estaba empezando, recuerdo sus comienzos"... por qué no compartir ese sueño con el que seguramente se lanzan a la aventura de publicar. La ilusión de ver su obra, su portada, su nombre escrito debajo y de saberse leídos. Sueño que ya comenzaron personas como Sonia, con La habitación de piedra y que espero que continúen con sus historias, porque las dos que tiene son maravillosas.
Porque para eso sirve el Año Nuevo, para soñar con proyectos y propósitos que no siempre se cumplen pero, al menos durante unas horas nos los permitimos cerrando los ojos y dejando volar la mente. Ese día se nos permite soñar a todos como mínimo hasta que se pierda el eco de la última campanada.
Tengo por costumbre en estas fechas, algunos lo sabéis, desear que los sueños se hagan realidad. Por qué no, puestos a desear ya se que la paz mundial queda mucho mejor, pero con cientos de aspirantes a miss todos los años diciéndolo de forma constante ante los jurados... prefiero quedarme en algo más personal y desear que aquello que se anhela y por lo que se trabaja, esté un poquito más cerca.
Al próximo año le pido que me espere, que espere a que un día como hoy, a punto de terminar el año, me pueda sentar a contaros historias de sueños, mientras miro de reojo Submundo para ver si lo termino mañana, porque hoy quiero terminar El diablo a todas horas que me queda muy poquito. Así, tal vez pueda comenzar el año con El país imaginado, un título que se me antoja perfecto para estas fechas y alternarlo con mi lectura más pausada, La broma infinita.Una lectura que haré además en grata compañía. Así espero que el año que viene, un día tal y como hoy, podré sentarme a contaros lo mismo, con otros títulos, con otros nombres, pero con la misma compañía. Dentro y fuera del blog, justo detrás de mí.
Y vosotros, ¿qué le pedís al próximo año?
Gracias, por todos y cada uno de los días. Os deseo un muy Feliz Año Nuevo.