Supongo que son fechas en las que leer terror se entiende como algo natural. Es como ver una peli de miedo en viernes 13, incluso la propia peli, o ver la susodicha en martes porque aquí no barajamos el mismo día de la semana. El caso es que son fechas para el terror en el años, quizás, más terrorífico que nos ha tocado vivir. Por eso he pensado que mejor un recopilatorio de terror al que todo el mundo pueda añadir su título favorito.
En primer lugar, si vamos a hablar de terror, hablaremos de Poe. Sus personajes, sus narradores a los que era capaz de poner voz de ultratumba por escrito, las obsesiones que se acercan a la locura, la fragilidad de la mente, el gato negro... Todo eso es Poe, y unas cuantas cosas más que hay que descubrir a través de su pluma.
Voy a meter aquí uno de los libros más perturbadores que he leído en los últimos años: La casa de hojas, de Danielewski. Pocas veces me he encontrado con un libro en el que las formas sean cómplices de lo que se dice y lleguen a provocarme un agobio tan real como el que padecí en este maldito libro. Solo me hubiera faltado encontrármelo en un bookcrossing en lugar de comprarlo para que mi locura hubiera sido completa, y conste que escribo estas palabras mientras no pierdo ojo al árbol que veo desde mi ventana.
Por volver al clásico incluiré en esta lista a Drácula, a Frankenstein y al anticristo engendrado en La semilla del diablo. No hay terror sin una casa con una secta y un buen carnero, un vampiro chupasangres y un renacido de trozos con impulso eléctrico. De hecho de todos ellos me quedo con Drácula, salvo que recuerde la serie de Netflix en cuyo caso, Frankie, soy toda tuya.
De Stephen King podemos elegir lo que queramos. Son libros que leímos un día y cuyo poso nos ha quedado hasta tal punto, que no hace mucho y tras pasar por un hotel enfundado recordaba a Jack Torrance mientras miraba divertida al guardés improvisado que le habían puesto. Y es que King, seamos sinceros, nos ha jodido bien. La niebla, las maldiciones, los parques de atracciones, los payasos, los globos, la lluvia, los maizales y, si me apuras, hasta los cerdos pueden dar miedo. No ha dejado títere con cabeza para encoger corazones adolescentes.
También están Matheson & Jackson, que como agentes inmobiliarios no tenían precio a la hora de proporcionarnos casas terroríficas, otro clásico del terror que el cine se ha empeñado en cubrir de sangre cuando realmente nunca hizo falta.
Sirvan estos ejemplos como recomendaciones terroríficas para estas fechas. Os animo a leer sobre otros mundos, otros seres y pesadillas de otras personas. A decir que libros son los que más miedo os han dado y os dejo, de paso, una pequeña confesión. Y es que a mi, los libros que me dan miedo, esos que me hacen sudar y los miro para evitarlos sin haberlos abierto, son los libros de autoayuda. Lo mismo me da Coelho, que la sopa de pollo para el alma (por Dios, quién da de comer al alma, ¿un alma qué come?) e incluso, si me apuras, algunos títulos de Albert Espinosa.
Y vosotros, ¿cuál es vuestra historia de terror favorita?
Gracias.
PD. No me he olvidado de leyendas, niñeras, sirenas ni lagos. Es solo que algo tengo que dejar para los demás.