lunes, 29 de abril de 2024

Sinsonte. Walter Tevis

 


     "Mientras recorre a pie la Quinta Avenida a medianoche, Spofforth arranca a silbar. Desconoce el título de la melodía y tampoco le interesa; es compleja, la silba a menudo cuando está solo. Lleva el torso desnudo y los pies descalzos, solo viste unos pantalones caquis; siente el pavimento viejo y deteriorado bajo los pies. Camina por el centro de la ancha avenida; hay parches de hierba y maleza alta a ambos costados, donde las aceras se agrietaron y luego se deshicieron hace ya mucho tiempo, y así continúan, a la espera de unas reparaciones que no llegarán nunca. En los parches de vegetación, Spofforth oye un variopinto coro de chasquidos y del roce de las alas de los insectos. El sonido lo inquieta, como siempre en esa época del año: la primavera. Hunde sus grandes manos en los bolsillos. De inmediato, incómodo, las vuelve a sacar y comienza un trote largo, ligero, atlético, en dirección a la enorme silueta del Empire State".

     También conocida como El pájaro burlón, hoy traigo a mie stantería virtual uno de esos títulos de los que uno oye hablar durante mucho tiempo y tarda tiempo en cruzárselo en su país. Se trata de Sinsonte.

    Viajamos al futuro para encontrarnos un mundo bastante deprimente. La gente ha perdido el interés en relacionarse, los programas que les empujaban a ello han funcionado y ahora Paul y Mary Lou son posiblemente los dos últimos niños que quedan. Atrás quedaron las familias, los hacinamientos, las responsabilidades personales y todas esas cosas que un día formaron parte de la sociedad y los robots realizan tareas para acomodar la vida de las personas. El problema es que las personas viven drogadas, y el mundo se cae a pedazos casi literalmente porque parece que todo en absoluto ha dejado de importar. Incluso los robots se suicidan, salvo Robert, que no puede hacerlo y parece querer crear una ilusión pasada de convivencia y hogar.  Y en este mundo Paul y Mari Lou se conocen en un zoo. Paul ve que Mary es muy inteligente, incluso demasiado para haber logrado seguir viva, pero ni siquiera sabe leer. Escapó y acabó viviendo con un hombre mayor y junto con el adoctrinamiento, ha perdido alguna que otra ventaja, y ahora él será el encargado de enseñarle, algo que no hace ninguna gracia al robot que no duda en denunciarles.
     El libro es por supuesto bastante más complicado ya que quien denuncia es quien precisamente busca a la única persona que parece saber leer, la lectura incluye los interludios del cine mudo (algo que confieso me pareció romántico como idea) y la forma y el carácter del robot son dignos de ser descubiertos poco a poco.
     Lo cierto es que Tevis realiza un bonito recorrido no solo por el cine mudo, también hay referencias literarias durante el tiempo de aprendizaje que no se refiere solamente a la enseñanza, ya que Paul aprende sobre sentimientos a lo largo de toda la novela. Situada en el lado contrario para decir lo mismo que títulos como Farenhait 451, Tevis considera la literatura un valor esencial en la educación e impulso hacia un pensamiento libre y, en lugar de quemar los libros, presenta un futuro con una población reducida a unos millones de personas que, en su inmensa mayoría, no saben leer y escribir y viven adormecidos una realidad que se cae a pedazos. La sensación de un mundo moribundo trasciende pese a que el lector no tiene contacto con la población a la que el autor alude, ya que se centra en este pequeño grupo para narrar su historia. Y lo que sabemos es que en el futuro, pese a que el ser humano solo busca vivir sin preocupaciones y que se lo den todo, se han perdido las ganas de vivir.

     Sinsonte es una novela que desarrolla muchos de los básicos de la ciencia ficción. Un libro entretenido que se ha convertido en un clásico para amantes del género pero ha pasado desapercibido para la población general. Y, si me preguntan a mi, es el guión perfecto para una buena película.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
 
     Gracias.

lunes, 22 de abril de 2024

Día del Libro

 


     Mañana es un día importante para todos los que tienen algún tipo de relación con el mundo literario. No voy a explicar qué día es ni de dónde viene y, aunque sé que el algoritmo de google adora las entradas que incluyen cosas como "los diez..." tampoco voy a recomendar títulos hoy. Hablamos de libros aquí o en las otras redes durante todo el año. Mañana simplemente dedicaos a disfrutar del día.

     ¡Feliz Día del Libro! 

      Y recordad: no solo de un día viven las librerías.


miércoles, 17 de abril de 2024

Saltonautas. Hao Jingfang

 


     "Los proyectiles explosivos agitaron las luces del bar".

     Tengo que decir que algunas de las lecturas que recuerdo como más divertidas e interesantes son sci-fi. Un género al que poco a poco parece que se le va perdiendo el miedo por parte de los lectores no habituales y que, con ayuda de plataformas y grandes producciones, se va abriendo hueco entre casi cualquier tipo de lector. Hoy traigo a mi estantería virtual, Saltonautas.

     Conocemos a Yun Fan, una arqueóloga que cree que hubo, y volverán, extraterrestre. De algún modo pide ayuda a un chico que se dedica a la criptomoneda y viene de buena familia. Y además se encuentra con su ex y acaba yendo con él y cn otro hombre a reunirse con ellos. Hay que decir, además, que en el momento en que se desarrolla la novela, hay una guerra.

     He puesto en último lugar el conflicto porque si empiezo diciendo que la novela parte de un mundo dividido en dos grandes potencias en conflicto y que hay un contacto con una especie alienígena, corría el riesgo de quedarme en la parte más superficial de la historia. Es cierto que es importante pero también que la autora muestra más interés en la historia, la política e incluso el clásico dos chicos se sienten atraídos por la misma chica que por ese punto en concreto del contexto de la novela. Con personajes trabajados y obligados a ser la vía y boca por la que la autora da muestras de sus intereses acaban resultando tanto o más interesantes que la propia parte de ciencia ficción y es que, si bien es cierto que tiene una parte que se asemeja más a una novela de aventuras, parece que uno de los puntos importantes de la historia es dejar clara la importancia de la colaboración en lugar del enfrentamiento. Jingfang parece construir en la novela un mundo dispuesto a ser reutilizado, algo que se deduce también del ritmo con una primera parte más tranquila y arquitectónica frente a una segunda más llena de acción en la que la novela crece para aprovechar todo su potencial. Es ahí donde conocemos mejor a los personajes y cuando la novela mira realmente al frente avanzando tras haber perdido esa necesidad de dar información para situar al lector tanto como para prepararlo para luego avanzar.

     De un tiempo a esta parte los libros ambientados en China o Japón están siendo traducidos y son evidentemente más leídos, desconozco si se pusieron de moda y empezaron a llegar o que su llegada provocara que se pusieran de moda, pero es interesante el uso que hace de la tradición china la novela de sci-fi logrando en este caso una mezcla entre pasado y futuro que funciona y que representa en cierto modo que las mezclas pueden sobrevivir unidas, otra base de las ideas de la historia. Y es que para el mundo que la autora nos presenta, los alienígenas son hostiles, aunque no todos piensen eso. De hecho tal vez han estado en contacto con nosotros tanto tiempo como para que tengamos costumbres firmemente arraigadas en puntos de partida que ni siquiera sospechamos.

     Sé que apenas he hablado de la parte más llamativa para algunos, los alienígenas. Pero es que entrar en ello directamente sería quedarme con lo clásico que todos esperamos de un título como este. Solo diré que hay alienígenas, que se entra en el concepto clásico de alienígenas antiguos y que, por supuesto, se realizan viajes espaciales, solo que esta parte la dejo para que la descubráis añadiendo que, si bien quedan hilos abiertos que se cerrarán más adelante, la novela se puede leer de forma autoconclusiva perfectamente. 

     Saltonautas es una novela que va claramente de menos a más que aporta una visión mucho más compleja que la de un simple contacto con una especie alienígena.

     Y vosotros, ¿sois lectores de sci-fi?

     Gracias.

     PD. Soy una superficial, me encanta la cubierta.

lunes, 15 de abril de 2024

Amarilla. R. F. Kuang

 


     "La noche que veo morir a Athena Liu, estamos celebrando su acuerdo televisivo con Netflix".

     No se juzga un libro por su cubierta pero este llama la atención por dentro y por fuera. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Amarilla.

     Conocemos a June Hayward, una aspirante a escritora que no superó su primera prueba al fracasar con su primera novela. Una historia como la de tantos que trabajan para llegar a las librerías, pelean con editoriales y escritores y, finalmente, fracasan. Para ahondar en su amargura, una de sus compañeras y amiga ocasional Athena-Liu, logra el éxito. Athena es hermosa, exótica y un genio literario. Y encima es amable con June, cualidades que por separado pueden hacer a alguien más o menos simpático pero, todas unidas, lo llegan a convertir en una persona odiosa para quien tiene el ego frágil. Y entonces, una noche, Athena invita a June a su casa tras tomar unas copas, siguen bebiendo, y Athena muere. Oh, vamos, ya sé lo que estáis pensando: es una novela negra y June la culpable y blablabla... Pero no. Athena muere de forma fortuita. Lo que pasa es que en su casa se encuentra el manuscrito que nadie conoce de su nueva novela y June lo roba... lo firma y lo publica en su lugar.

     June abraza el éxito de una epopeya bélica que narra el destino de los más de cien mil trabajadores chinos reclutados para la Gran Guerra, reescribiendo y trabajando la obra hasta fingir creer que es suya. Aunque en el fondo sabe que no lo es. Y rastrea las redes para encontrar lo que dicen de ella por miedo a ser descubierta. Y es que Amarilla habla de la literatura y enfrenta a la autora a las redes con sus seguidores, falsos admiradores que se acercan solo por lo que puedan conseguir y también los haters que se lanzan al cuello con mayor o menor fortuna en sus acusaciones inventadas. June es, nosotros lo sabemos, una impostora. Pero además es una impostora blanca que habla de la cultura china, por lo que se levanta la polémica sobre si su novela se nutre de una apropiación cultural que, además, blanquea. Y todo ello con una narradora brillante que, lejos de justificarse, relata lo que le ha sucedido sin intentar convencernos de que lo que hizo está bien.

      Una de las cosas que me llamaron la atención fue que la sátira de la novela se extendía hasta el título ya que alude a uno de los conflictos centrales del libro, aludiendo a ella de una forma irreverente, siendo esta voz el éxito de la novela por encima de una historia que ya ha sido contada como telón de fondo en otras ocasiones. No es la primera vez que leo a Kuang, tiene un estilo propio. En esta ocasión hace suyo el concepto del narrador poco fiable para llevar esa falta de fiabilidad al personaje que representa June, al que deja quedar al descubierto ante el lector en cada frase un poco elaborada que dice para justificar su situación. La crítica existe, sí. A la industria, al mundo literario, las redes, los medios y, también, a los propios escritores.

     Amarilla es una buena novela. Incluso brillante. Y esta sí ha sido escrita por Kuang.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

miércoles, 10 de abril de 2024

El sanatorio. Sarah Pears

 


     En la búsqueda de la novela entretenida hay baches y aciertos. Hoy traigo a mi estantería virtual, El sanatorio.

     Conocemos a Isaac que va a celebrar el compromiso con Laure en un hotel en los Alpes. Un precioso lugar que tiene detrás la historia de haber sido un sanatorio y en el que todo se complica cuando la prometida desaparece sin dejar rastro. A partir de ese momento todos son sospechosos y la que parece encargada de resolver el misterio es la hermana de Isaac, Elin Warner. Policía.

     Pertenezco y participo con más o menos asiduidad a varios clubes de lectura dentro y fuera de mi país. Este título sale del club de Reese, que me suele servir para encontrar títulos que pueden ser atractivos una vez se publican en castellano (ya sabéis, la incansable búsqueda del lector y todo eso que hacemos en las librerías mirando portadas y en el transporte público mirando lecturas ajenas). El caso es que me llevó a El sanatorio que partía de elementos bastante habituales para, quizás, darme una lectura con elementos góticos que fuera atractiva. La historia es un misterio típico de habitación cerrada que se ambienta en un hotel que ha mantenido elementos decorativos de su anterior actividad, por esto de atraer a gente con gustos macabros, algo que seguramente tendría éxito hoy en día, y que recuerda vagamente a otros tantos que protagonizan estas historias. En los Alpes por supuesto hay un alud, y un cadáver, que la desaparición no lo puede ser todo. Y ahí comienza el periplo de Elin con su novio un tanto pavisoso para descubrir qué es lo que ha pasado y quién es el asesino. Bien, no voy a avanzar más de la trama, si os fijáis ni siquiera he dicho la identidad del cuerpo, para que nadie pueda quejarse de que le he destripado la novela.

     El caso es que la lectura no ha funcionado conmigo. Me he encontrado con un escenario manido y una protagonista apática que arrastra, por supuesto, una cicatriz del pasado que la autora no siempre recuerda que debería de compartir con su hermano vivo. Sus deducciones son claramente pensadas para que el lector se sienta inteligente, pero a veces esto hace que la protagonista nos resulte un tanto... digamos poco hábil, y nos va distanciando poco a poco de toda la historia. La autora decide entonces adelantar el ritmo y poner todo de su parte, se acumulan las cosas, las personas, las carreras y los clichés en un intento de salvar una novela que a mi, personalmente, me ha aburrido.

     El sanatorio es una novela con intención de best seller que se acoge a muchas de sus normas y con la que yo, personalmente, no he conseguido conectar.

     Y vosotros, ¿sois de algún club de lectura?

     Gracias

lunes, 8 de abril de 2024

El espejismo. Camilla Läckberg y Henrik Fexeus

 


     "Niklas comía sin prisa, contemplando a su familia al otro lado de la mesa. Todavía estaban a 17 de diciembre y parecía un poco pronto para poner la decoración navideña, pero su hija había decidido empezar ya. Por eso había duendes de porcelana blanca sobre el mantel y el cálido resplandor de las luces de Navidad iluminaba el ambiente. Había pensado que un árbol difícilmente sobreviviría hasta la Nochebuena dentro del apartamento, y por esa razón había colgado de la lámpara una guía de luces, como iluminación principal".

     Tengo que decir que llevo años leyendo a Camilla Läckberg buscando el simple divertimento. Por eso la saga que escribe junto a Fexeus se ha convertido en presencia habitual y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El Espejismo.

     El Ministro de Justicia de Suecia es amenazado de muerte mediante una macabra cuenta atrás. Intenta ocultarlo, particularmente a su hija y a su exmujer Mina Dabiti con quien la manda a vivir. En ese momento Mina está investigando la aparición de un montón de huesos en el metro de Estocolmo, relacionándola con la desaparición de un conocido financiero. El caso le hace recurrir nuevamente al mentalista Vincent sin saber que el hombre está pasando por su propio infierno.

Y entonces aparece un segundo montón de huesos.

     La tercera entrega de la saga protagonizada por Mina y Fexeus es, sin duda, la más personal de todas. Sin desvelar nada de tramas anteriores, sobre todo referidas a los culpables, ya que en lo personal hay puntos que son imposibles de salvar, la autora dota de un protagonismo aún más acusado al entorno personal de su dúo principal. Por eso la familia de ambos es una presencia constante. Cathalie y su acercamiento a su madre, las amenazas cuya sombra se alarga hasta señalar directamente a las personas que quieren y, sobre todo, la presencia de las distintas obsesiones que han acompañado a la hasta ahora trilogía, y que bien puede acabar en esta entrega, serán vitales. Quizás por ello los autores se han encargado de que el lector conozca todos los entresijos del equipo policial, de ir atando las dudas que había dejado sembradas en los títulos predecesores y lograr, al ser presencias ya habituales, que haya una relación más directa entre uno y otro lado del libro.

Como me ha sucedido con otros, no voy a decir que sea maravilloso o que vaya a pasar a la historia de la literatura, porque no se trata de eso. Lo que si puedo afirmar es que la novela es entretenida, la mezcla entre lo criminal y lo personal hace que se tire de página para seguir leyendo y, tampoco voy a negar que ese toque mágico que Vincent suele encargarse de desmontar tiene su atractivo. Respecto a esto, esta es la trama más mundana y con menos trucos de la trilogía, teniendo incluso en cuenta los acertijos que se presentan al protagonista como parte de las pistas o de la tortura, dependiendo del enfoque que quieran los autores darle en cada momento.

     A grandes rasgos diré que me ha resultado una lectura muy rápida con la que me lo he pasado bien. Y tampoco le estaba pidiendo más, sabía el producto que compraba y lo que me ofrecía de antemano. He recogido los guiños y no han cambiado ni mis filias ni mis fobias con los distintos personajes, algo que agradezco ya que en este tipo de novelas vengo un poco cansada de esos giros increíbles que transforman a buenos en malos y viceversa.

     El espejismo es, en resumen, una novela entretenida en el más amplio sentido de la palabra. Algo que a la lectura puede resultar fácil pero estoy segura de que a la escritura es un trabajo harto complicado. A fin de cuentas, se compite con opciones mucho más rápidas, llamativas y visuales.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.