"Apreté un botón del mando a distancia que había al lado de la cama y encendí la luz para jugar a Zenon, el país secreto.
Normalmente ese videojuego me ayudaba a dormir después de los conciertos. Pero esa noche el subidón era demasiado fuerte, así que después de pasar un rato en el nivel 63, le di a la pausa y llamé a la habitación de Jane, que quedaba al lado. Igual hablar con ella me tranquilizaba, si no, al menos me podía dar una de sus pastillas de Zolpidem."
Todavía el mundo tiene la capacidad de sorprenderme. De hecho, cada vez que veo la evolución de uno de esos niños prodigio me sorprendo. Aunque la mayoría lo hagan del mismo modo, me sigo sorprendiendo. Cada vez. Por eso tenía ganas de leer este libro y por eso hoy traigo a mi estantería virtual La canción de amor de Jonny Valentine.
Conocemos a Jonny Valentine, un niño/producto de once años con una carrera musical comenzada en youtube y un ascenso meteórico a la fama tutelado, casi tiranizado, por su madre. Y conocemos también a Jonathan Valentino, un niño de once años que apenas sobrevive mientras empieza a despertar a la preadolescencia en un entorno que lo empuja a actuar como si fuera un adulto. Evidentemente, estoy hablando del mismo niño.
Hace unos años cuando se hablaba de un niño prodigio apenas había un puñado de nombres en nuestras cabezas. Hoy la tecnología ha provocado que se agolpen nombres, los programas de televisión, los realitys, la Voz, Disney Channel, youtube... de hecho en este momento hay unas cuantas madres enseñando a un vecino lo bien que canta su hijo y sopesando colgar ese vídeo en la red. Por orgullo, sin ánimo de lucro. Pero, ¿y qué pasa cuando ese niño se convierte en una estrella del pop?
En este libro el autor se pone en la piel de un niño de casi doce años para contarnos su experiencia. Es cierto que automáticamente se le identifica con Justin Bieber, pese a que nos presenta un universo de ficción salpicado por algunos nombres conocidos, sin embargo, podría valernos para cualquier pop star juvenil. Sin pretender redimirlo ni hacerle pagar por sus pecados, nos detalla la vida de este niño que ha sido arrancado de su colegio y su entorno, y puesto sobre la mesa del competitivo mundo adulto como si de un sacrificio ritual se tratara. Y aquí es la propia madre quien ofrece este sacrificio llevando la carrera de su hijo con mano de hierro, instándolo a mejorar, a dejar de ser el número dos, cambiando canciones infantiles por mantras sobre el sobrepeso y buscando su propia riqueza. Hay que resaltar que la credibilidad del personaje protagonista es tremenda, el retrato que percibimos es de confusión, de hormonas que empiezan a burbujear y de soledad. A falta de un entorno estable, el niño sólo recibe personas que le quieren sacar un rendimiento y así es como lo conocemos, con sus errores y sus intentos de progresar como cree que quieren los demás. La evolución... esa la vamos viendo a medida que avanzamos en esta historia que tiene espacio para algún momento divertido, pero que nos hace una radiografía de lo que se esconde detrás de las caras que vemos en los programas de éxito.
Este libro no es una biografía de una estrella del pop. Este libro de hecho podría enfadar a los fans de algunas estrellas del pop. Es más, tras leer esta historia Justin Bieber sigue sin gustarme.
Y vosotros, ¿qué opináis de estos fenómenos pseudoadolescentes que llegan a las listas de ventas?
Gracias
PD. Os dejo el book trailer