"Para cuando pudo pensar me ha pasado... a mí, ya era demasiado tarde.
Había comenzado de un modo tan inesperado. Casi, pensaría Alyce después, como si lo hubiera hecho otra persona. Ella se había quedado mirando perpleja a corta distancia.
No fue que estuviera borracha. Solo tan emocionada, tan exultante, tan... eufórica.
Que él incluso se había fijado en ella".
Como un espectro.
Dicen mucho de Stephen King, pero poco se habla de lo prolífica que es Oates. Hoy traigo a mi estantería virtual, Dos novelas de misterio.
Conocemos a Mía, una joven preadolescente a la que todo parece salirle mal Desde el hecho de que su padre se haya marchado y ahora tenga un padrastro que parece se muda a su casa, pasando por unos compañeros de colegio que la importunan y la tocan burlándose. Así las cosas, donde mejor está es en un lugar abandonado lleno de gatos. Y allí, está Miao Dao, su gato favorito que, para ella, asumirá el papel que nadie parece querer asumir en su vida.
También conocemos a Alyce, una estudiante brillante que tiene una relación con un chico que no quiere de ella mucho más allá del sexo si le apetece. Alyce se queda embarazada y decide llevar su embarazo en secreto, pero entonces aparece un profesor visitante, poeta, que se fija en ella convirtiéndola en su ayudante. Algo que, inicialmente, sería con lo que sentirse halagada, ya que lo admira. Pero no es en realidad como ella pensaba, así que Alyce se encuentra con dos hombres nada adecuados y un secreto.
Sí, he hablado de las historias en el orden contrario al que vienen publicadas. El lector decide y yo he optado por ponerlas en base a lo que me han gustado. Y tampoco voy a ponerme a soltar el rollo sobre si son góticas o terroríficas.
Y si comenzaba diciendo que Oates es prolífica, Siruela ha dividido Cardiff, by the Sea. Four Novellas by Suspense, en dos títulos, el que hoy os traigo y El legado de Maude Donegal. El hijo superviviente, que se publicó a principios de año, algo que dado el número de páginas de cada una, no veo necesario pero tampoco voy a ponerme a discutir. Lo que tenemos aquí es, por tanto, una recopilación de dos novelas de misterio. Firmadas por Oates, a la que sabemos se le dan bien los ambientes opresivos y las caracterizaciones de personajes que sufren algún tipo de tormento, y temas como el abuso, el poder y la misoginia, no podían dejar de estar presentes. Un ejemplo es Mía, que se siente ignorada por su madre mientras que los hombres, o niños, que la rodean, la colocan en una situación terrible o la incomodan o molestan y acaba buscando refugio en la colonia de gatos. En este título aparecen casi todos los elementos recurrentes de Oates, incluida su capacidad para ponerme los pelos de punta ante las situaciones ante las que coloca a sus protagonistas (mayormente femeninos). El acoso que sufre es escolar y también sexual; su padrastro no es bueno, pero eso no significa que su padre lo fuera o que su madre vaya a mover un dedo para ayudarla, y Oates sitúa al lector en esa incómoda posición de espectador que se retuerce en la silla esperando que, al fin, la autora decida dejar de hacer sufrir a su protagonista. Oates no es sutil y tampoco lo necesita, prefiere ser juez y verdugo sin piedad y eso hace que el lector muchas veces ya vea venir lo que va a suceder con sus personajes. Es decir, si un personaje es femenino, pues lo ubicamos y si es masculino... también sabemos el papel que va a representar. Aún así sus finales son adecuados y, volviendo a Mía, se sienten como naturales en la historia, sin necesidad de retorcerla para dejar boquiabierto al lector. De hecho Mía es un personaje típico de los últimos años de Oates y me ha recordado a otras protagonistas de novelas más largas; jóvenes que crecen y son capaces de ir poniéndose en pie pese a las circunstancias adversas que enfrentan.
Hablo de una protagonista, pero bien podría hablar de la otra, porque los patrones se repiten en este dúo en el que, una vez más, los hombres son los verdaderos monstruos. Y es que Dos novelas de misterio condensa precisamente esa parte de Oates que sus lectores ya conocemos. No diré que es su mejor obra, pero es Oates, y eso ya es garantía de que está por encima de una gran mayoría.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.