"Estos dos señores tan viejos son el padre y la madre del señor Bucket. Se llaman abuelo Joe y abuela Josephine.
Y estos dos señores tan viejos son el padre y la madre de la señora Bucket. Se llaman abuelo George y abuela Georgina."
De vez en cuando me gusta leer cuentos. Sobre todo últimamente que el cine se ha empeñado en sacar versiones negras de clásicos. Y, de entre todos los cuentos, hay autores que me fascinan, como el que hoy acerco. Hoy traigo a mi estantería virtual, Charlie y la fábrica de chocolate.
Conocemos a Charlie Bucket un niño pobre, muy pobre, cuya mayor alegría es el chocolate que recibe por su cumpleaños. Marca Wonka, como no. Este año, el propietario de la fábrica de chocolate, Willy Wonka, ha escondido cinco láminas doradas que otorgarán a quienes las encuentren el derecho a visitar una fábrica que siempre ha sido un misterio. Charlie encuentra una y entrará así en la más extraña y fascinante fábrica que hubiera podido imaginar junto con cuatro niños que tampoco son demasiado corrientes.
Si algo hay que destacar de este libro es su creatividad. La fábrica es un mundo fantástico y disparatado creado por el autor y que la sitúa en el mundo real haciendo casi una caricatura de determinados tipos de familia, como por ejemplo aquella que tiene a sus hijos consentidos. ¿Y los niños? muchas veces vemos en ellos a pequeños monstruos caprichosos que desobedecen encontrando escalofriantes castigos que provocan la risa, cuando no la carcajada del lector. Porque es un libro absurdo en el que acompañamos a Charlie a una fábrica imposible con un propietario extravagante que guarda muchos secretos, incluso hay una raza de hombrecillos viviendo en el interior de su fábrica. Asistimos a descripciones de ríos de chocolate, salas en las que inventan caramelos que duran para siempre o chicles que reemplazarían una comida; tentaciones irresistibles para los visitantes que van desapareciendo mientras Charlie asiste fascinado a la visita acompañado por su abuelo.
Me gusta mucho Dahl. Me gustaba de niña y me sigue gustando de adulta. Sus libros derrochan ritmo e imaginación, se salen de lo normal y eso es un tesoro hoy en día. De vez en cuando aparecen nombres que nos demuestran que no está todo inventado y creo que este hombre hizo justamente eso con sus historias. Historias que incluso hoy me hacen reír, porque veo la segunda parte en sus palabras, esa que queda oculta durante la infancia. Y es precisamente por eso por lo que no puedo dejar de recomendaros al autor. Porque se disfruta, porque es divertido y, sobre todo, porque sus libros son casi "una curiosidad".
Este libro además tiene una versión cinematográfica que, pese a faltar algunos pasajes, se mantiene muy fiel a la historia. Dirigida por Tim Burton, nos encontramos en ella justamente la fábrica que todos imaginamos al conocer la historia. No dejéis de verla, yo os pongo el tráiler para ir abriendo boca:
Y vosotros, ¿cuál es vuestro cuento favorito?
Gracias