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Palabra humana, sílaba, cadera
de larga luz y dura platería,
hereditaria copa que recibe
las comunicaciones de la sangre:
he aquí que el silencio fue integrado
por el total de la Palabra humana
y no hablar es morir entre los seres:
se hace lenguaje hasta la cabellera,
habla la boca sin mover los labios:
los ojos de repente son palabras.
Yo tomo la palabra y la recorro
como si fuera solo forma humana
me embelesan sus líneas y navego
en cada resonancia del idioma:
pronuncio y soy y sin hablar me acerca
al fin de las palabras
al silencio.
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Creo que este es el primer poema de amor que pongo. Me cuesta acercarme a ellos y, ya que iba a ser el primero, tenía que ser especial. Qué mejor para ello que Pablo Neruda. Por eso hoy, a mi estantería virtual ha llegado un fragmento suyo. Por amor a
La palabra.
Me gusta cuando callas, decía en otro poema el mismo autor. Y sin embargo aquí le vemos amando las letras y las sílabas y concediéndoles su justa importancia. La que le daría un virtuoso del juego de la lírica como él lo fue. La palabra escrita, la suya; la pronunciada, la de todos; la callada, de algunos. Todas son importantes en un mundo en el que todo se torna palabra porque con todo decimos algo. Un mundo real como el que nos rodea y en el que el silencio aisla.
Pues a mí, señor Neruda, me gusta este poema. Empezaba comentando que era un poema de amor, tal vez porque me gusta la literatura y de algún modo considero un tesoro a casi cualquier texto escrito. O porque llevo más de un año intentando expresar mi amor por las letras, y porque la única forma de expresarlo que encuentro es leer. Pero me gusta leerlo y pensar que la palabra se hereda en el lenguaje que nos enseñan en casa y en la sangre nuestros dichos aprendidos junto al fogón de la abuela. Me gusta pensar que el último silencio es la muerte y que, hasta ese momento, nos movemos en un mundo lleno de palabras tal vez dichas con los ojos, o en el mejor de los casos con la boca, aunque no emitamos sonidos innecesarios para que su significado nos llegue a voces. Hablar sin palabras... casi conduce a otro tipo de poesía.
Hoy he decidido acercar un poema que habla de comunicarse, nada mejor para un lugar que está lleno de libros. Amor por las letras, amor por la palabra.
Y ahora que os he dicho que no estoy muy curtida en poemas de amor, ¿me podéis recomendar alguno? Me gustaría incluir algo de amor en mi libreta.
Gracias