jueves, 10 de mayo de 2018
La mujer singular y la ciudad. Vivian Gornick
"Leonard y yo estamos tomando café en un restaurante del Midtown.
- Bueno -empiezo-, ¿cómo va la vida últimamente?"
Leí Apegos feroces y me gustó, pero no me emocionó tanto como parecía que había conseguido con otros lectores. Pero me dejó con ganas de más, de volver a intentarlo. Por eso me alegré de la salida de este título y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La mujer singular y la ciudad.
Seguimos conociendo a Vivian, aunque nos advierte que no todo es tal y como lo explica y que fusiona personas, pero es Vivian la que nos cuenta su vida, como ya hiciera en Apegos feroces, pero esta vez nos habla de otras personas, de su amigo Leonard, de sus relaciones, de gente con la que se tropieza, y de las conversaciones que escucha allá donde vaya.
Digo que continúa de Apegos Feroces porque Gornick continúa contándonos su vida en ese cruce entre un monólogo y una anécdota divertida o curiosa de algo que le sucedió. Recuperamos a su madre y también a algún que otro personaje, y conocemos a Leonard, su amigo. Ese tipo de amigo que siempre está, incluso cuando no lo hace, al que se recurre como tabla y al que no se le necesita contar. Gornick sigue empeñada en no poner fecha a sus fragmentos de vida y deja asomarse también aquí a su madre, protagonista absoluta de su primera novela. Y nos relata las calles de su ciudad, con sus barrios bulliciosos y comportamientos extravagantes. Personas que parecen empeñadas en no interesarse por lo que les sucede a otros. Nos habla de sinceridad en las relaciones y se desnuda a la hora de contarnos lo que esperaba de la vida y del amor. Gornick parece empeñada en ser sincera pero sigue cojeando a la hora de representar un mundo sin apenas tecnología, incluso aunque lo intuyamos en fechas más cercanas. Y eso acaba siendo un velo entre la historia y el lector. Un velo que se persona, porque Gornick nos atrae con fragmentos y citas literarias. Van desfilando escritores, unos más conocidos que otros, que se suman a las reflexiones sobre las relaciones humanas. Apegos feroces fue su primer título y este bien hubiera podido ser apegos relativos. Y el apego del lector a Leonard, el amigo gay que se vuelve gruñón, casi áspero con los años y con el que tan bien se entiende nuestra protagonista. Un hombre que pasa la vida buscando sacarse la espina que lleva dentro y que, una vez lo consigue, espera hasta encontrar otra espina para tener un nuevo objetivo que tal vez sea el mismo. Y ella mientras tanto se pelea con la aventura de ser mujer y situar la importancia relativa o absoluta que tiene para ella el amor. Y no hace un recorrido del todo desacertado sobre la importancia que se le daba no hace tanto tiempo, aunque pueda chocar para la edad que tiene en nuestro país su situación como doble divorciada.
Al final, y con un ritmo de goteo constante, Gornick está dejando en su obra un retrato social a través de la autoficción y es que su vida, al final, no se aleja tanto de las de aquellos que la rodean. Cuenta por ejemplo que nadie se presenta voluntario para pagar el billete a un anciano, y vemos mientras tanto que ella tampoco lo hizo. No es buenista, no se separa, ella es una más. Amigos que van y vienen, bufidos a destiempo, risas, recuerdos de la infancia, guerrillas filiales con su madre y mucha, mucha nostalgia en este libro que se lee en apenas dos tardes y se digiere durante los días posteriores a su lectura. Descubrimos así que la autora y protagonista, nacida hace más de siete décadas, es una mujer fuerte, ejemplo para muchas sin lugar a dudas, a la que se intuye un deje de soledad en muchos momentos, pero ninguno de tristeza por el hecho de estar sola.
Me gusta Vivan Gornick, la admiro casi más por lo que relata que por lo que escribe, pero lo cierto es que me gusta. Y que la seguiré leyendo. De algún modo me recuerda a mujeres que tuve en mi familia y que lucharon desde su lugar por ser ellas mismas. En la forma que fuere. Eso es ser mujer.
Y vosotros, ¿habéis sucumbido ya a Vivian Gornick?
Gracias.
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12 comentarios:
Tengo ambas esperando desde el día del libro . Y van a caer muy prontito . Empezare por Apegos Feroces y espero sucumbir a la autora y disfrutarla tanto como os leo. Besos
Por lo que te leo esta novela sigue los pasos de "Apegos feroces". La verdad es que aunque me gustó no me dejó con deseos de seguir escudriñando la vida de Vivien y su intervencionista madre. Ahora por lo que veo deriva un poco hacia la relación de amistad con ese hombre gay. En fin, la apunto y si se tercia, pero sin ninguna prisa, la leeré.
Un beso
No sabía que continuaba con la historia de "Apegos feroces", así que debería empezar con el anterior. Me quedo con tu última frase: ¡eso es ser mujer!
Besitos
Me paso como a ti. Leí Apegos feroces para el club de lectura y visto la opinión de mis compañeros a mi no me gustó tanto ni de lejos, pero volveré a intentarlo. Besinos.
Apegos feroces me entusiasmó!! me apunto este
Pues no, no me he estrenado aún con esta autora. Y veo que voy a tener que ponerle remedio.
Besotes!!!
No he leído a esa autora , pero se ve interesante. Te mando un beso
Siento curiosidad por está autora pero a la vez no tengo claro que sean historias para mí. Anotadas me llevo las dos.
Besos
Como te comenté ayer, estoy con APegos feroces. Se me olvidó en casa en un viaje, comencé otro... ya sabes. Llevo poco para poder valorar libro y escritora. Por supuesto voy a leer también este, que para eso los compramos.
Besos.
Parece interesante este libro.Besicos
No he leído al final el anterior, pero me apetece bastante, con este tengo algunas dudas que he leído que es más flojo que el anterior
Besos
No, no he sucumbido, y no será porque no tengo a gente cercana pidiéndome que lo haga XD
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