"Al principio parece un juego. Alguien ha encerrado al niño en un lugar oscuro y él tiene que intentar salir de allí por sus propios medios. Lo primero sería encontrar el interruptor de la luz, pero el niño no lo busca porque piensa que la puerta se va a abrir en cualquier momento.
La puerta no se abre".
Tras el libro perfecto para este verano me he dado grandes batacazos lectores en estas últimas semanas, pero sigo intentándolo. Hoy traigo a mi estantería virtual, La novia gitana.
Conocemos a Elena Blanco, inspectora y jefa de brigada del BAC, una brigada especial que es casi más una leyenda que una realidad incluso para los policías. A sus manos llega el asesinato de Susana Macaya, una niña mitad gitana mitad paya que estaba a punto de casarse. El asesinato ha sido llevado a cabo de una forma atroz y extremadamente peculiar, así que tendrán que investigar quién es el posible culpable de semejante suceso. No tardan en descubrir que Susana no ha sido la única mujer de la familia en correr esa suerte.
La novia gitana es el último libro de moda que está empezando a correr de boca en boca entre los lectores. viene además firmado por una tal Carmen Mola que no es otra cosa que un seudónimo, así que poco podremos saber sobre si se trata de una primera obra o no, y cualquier cosa que alguien dijera al respecto no pasaría de ser una mera superstición.
La novela intercala una historia presente y otra en el pasado, en cursiva, que tiene muchísimas menos páginas en el libro pero cuya importancia será vital para descubrir lo que está pasando en la actualidad. Una actualidad que la autora pone de manifiesto en las primeras páginas, costumbre cada vez más frecuente entre las novelas del género. Y partir de ahí, apoyándose en el presente, la novela avanza sin descanso procurando que el lector se involucre tanto en la investigación, como en el juicio personal hacia cada uno de los personajes principales.
Siguiendo las normas no establecidas en este tipo de novela, tenemos un inspector jefe, en este caso mujer, cuyas excentricidades casi rivalizan con su pericia, como si la autora hubiera querido jugar al cliché y otorgarle en su versión femenina las mismas virtudes y defectos que estamos acostumbrados a ver en los hombres habituales que suelen protagonizar este tipo de historias. De hecho evita, y juraría que premeditadamente, dejar cualquier asomo de sentimentalismo directo en la historia en una novela que es a ratos dura, casi cruda pero que no llega a herir la sensibilidad del lector. Y si eso sucede con el personaje principal, marcado por un pasado y una afición a la bebida, se extiende también al resto de personajes femeninos de la historia, a los que ha dotado de mucha más personalidad que a los masculinos, convirtiéndolos en personas fuertes, independientes y liberadas de esas cargas habituales que suelen otorgárseles solo por ser mujeres. Tanto da si es por su temperamento o por la dureza venida por los años y vivencias, incluso si es por las vidas elegidas por las propias víctimas, la novela se escribe y se firma con nombre de mujer. Y sumemos a todo lo dicho las etnias, Carmen Mola no solo pone el foco de atención en los gitanos al elegir una víctima que lo sea, además no le tiembla la mano a la hora de escribir la palabra racismo y señalar situaciones en las que se ha podido actuar de modo diferente solo por el miedo a esa palabra.
En cuanto a la trama hay que decir que está bien urdida, juega con el lector pero no para despistarle, algo que es de agradecer, y le lleva a conclusiones más o menos certeras que cierra en las últimas páginas aprovechando para dejar claro que Elena Blanco no se va a quedar en este título, es más que posible que asistamos a sucesivas entregas protagonizadas por la BAC. Ambienta además la historia en Madrid, buscando pasearse por zonas conocidas pero señalando lugares concretos demostrando un conocimiento de las calles que seguro agradará a quienes residente en la ciudad.
Carmen Mola, escudo de un nombre aún por conocer, nos ha dejado una novela (dudo mucho sea la primera) con una clara influencia del Lemaitre más negro tanto por la fuerza como por lo visual de muchas de las escenas, pero que bebe de otros nombres ya conocidos de la novela negra como la recientemente premiada Fred Vargas.
La novia gitana es un libro más que recomendable con una historia y personajes sólidos que he disfrutado leyendo. No sé si se convertirá en la novela que este verano veamos en todas las piscinas, pero, desde luego, merece la pena pasar unas cuantas horas entre sus páginas.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
22 comentarios:
Esta vez me resulta muy interesante la propuesta.
Un beso :)
Hola! no dejo de ver esta novela por todas partes y siempre tiene buenas criticas, me animaré a leerla seguro.
Yo comienzo mi semana leyendo Cuentos de Terramar de Úrsula K. Leguin.
Un beso!
Lo he visto rondando por las estanterías y tiendas de ebooks y después de leer tu reseña creo que le voy a poner en mi lista de pendientes.
Ya tenía fichada esta lectura y la verdad es que me apetece muchísimo, aunque creo que la dejaré para más adelante, que llevo muchas expectativas y me puedo pegar el batacazo
Un beso!
¡Hola!
Pues no tiene mala pinta el libro, no. Estaré atenta a ver si lo veo :D
¡Un beso!
La tengo anotada en mi lista de pendientes, ya que al margen que está en todos lados actualmente, me gusta esta clase de lecturas y además me quedo con tus buenas impresiones. Besos
Totalmente de acuerdo contigo, la leí la semana pasada y me gustó bastente, esperemos una segunda novela.
Besos
Hola! Leí el otro día una reseña y me llamó la atención. En cuanto pueda tengo que leerlo.
Esta semana estoy con Sigo siendo yo y Donde desaparecen las estrellas.
Besos!
A mí me atrae como la miel a las abejas, pero quería quitar pendientes antes de lanzarme. Me gusta especialmente ese toque feminista y que sean las mujeres quienes lleven la voz cantante. Y por supuesto, que tenga un cierto estilo similar a Lemaitre. Acabo cayendo seguro ;)
Besitos
Pues lo tendré en cuenta, aunque suelo huir de los libros piscineros hasta que se ha pasado la fiebre. Jajajaja. Yo acabo de empezar "El caso Bonapelch" de un autor uruguayo, Hugo Burel. Besotes!!!
La verdad es que sí oigo hablar mucho últimamente de esta novela y veo que te ha gustado, así que anotada queda
Besos
Ya había oído hablar de esta novela, de hecho la tengo en mente para una lectura próxima y veo que te ha gustado
Besos
Pues no era un libro que me llamase mucho, pero al final me has picado la curiosidad.
Besotes!!!
La verdad es que este no me llama mucho, lo dejo pasar.
Besotes
Yo ya la tengo preparada arrollada por la fiebre lectora. Espero disfrutarla un montón parece que apunta maneras.
Besos
No tiene mala pinta, me lo apunto. Esta semana la empiezo con Una corte de alas y ruina y Silverville.
Saludos
No es mi tipo del libro, te mando un beso
He de serte sincera, no me había llamado la atención cuando la vi. Pero me vais convenciendo poco a poco
Besos
A mí la campaña de márketing me ha echado totalmente para atrás. Me ha recordado a El guardián invisible que aun no había vendido ni un solo libro y ya era un bestseller indiscutible.
Y a eso le añadimos lo poco que me ha gustado el como han usado el anonimato de la autora (si es que es una mujer) para promocionar la novela.
Me suena todo a thriller veraniego (La verdad sobre el caso Harry Quebert, La sustancia del mal) que la editorial parece tener siempre prevarado para cuando empieza el calor.
Por otro lado yo me he pegado unos cuantos batacazos con autores supuestamente consolidados del género negro (la última Fred Vargas que también está hasta en la sopa últimamente)
También tengo curiosidad, aunque lo veo tanto últimanente y tan en los altares que temo luego las consecuencias en mi lectura. Un beso.
Hola! Lo he leído y lo recomiendo ! Final inesperado (prohibido leer las 2 últimas hojas o alguna línea de estas) ;) Saludos!
No ho sé, no ho sé, tiene cosas positivas, pero el argumento y el caso en sí no me terminan de llamar la atención...
Publicar un comentario