lunes, 6 de agosto de 2018
Necesitamos nombres nuevos. Noviolet Bulawayo
"Vamos de camino a Budapest: Bastardo, Chipo, Sabediós, Sbho, Stina y yo. Y nos vamos a pesar de que tenemos prohibido cruzar la carretera de Mzilikazi, a pesar de que bastardo tendría que estar cuidando de Fracción, su hermana pequeña, y a pesar de que mi madre me mataría si se enterase. Nos vamos y ya está. Porque en Budapest hay guayabas que robar, y ahora mismo estoy que me muero por unas guayabas. Esta mañana no hemos comido nada, y me siento como si alguien me hubiera vaciado el estómago a paladas".
Recuerdo que hace muchos años me gustaba ir comprando títulos de una colección de narrativa de otra culturas. Con el tiempo dejé de hacerlo y hoy no se siquiera si dicha colección se sigue editando, pero es cierto que me siguen interesando este tipo de libros. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Necesitamos nombres nuevos.
Conocemos a Darling cuando, con diez años, deambula con su pandilla de amigos las calles de Paradise, un barrio de chabolas de Zimbabwe. Junto a su historia conoceremos las de sus amigos y, por extensión, la de la sociedad pobre de su país que sueña con una vida mejor, en este caso, en Estados Unidos. Finalmente Darling cumple su sueño de ir a Estados Unidos, un lugar lejano y extraño.
Podría decirse, por la edad de la protagonista, que Necesitamos nombres nuevos es una novela de crecimiento. Sin embargo lo importante aquí es la vida que los ojos de Darling ven pasar. Por eso la división de la novela en dos partes es tan diferenciada. Por un lado tenemos la vida en Zimbabwe y por otro, en Estados Unidos.
En Zimbabwe Noviolet nos presenta un panorama desolador que no es desconocido para nadie con un poco de interés en las noticias. Una pandilla de amigos que van a un barrio caro a robar fruta y observan allí las diferencias con su propio barrio. Hombres blancos y negros en enormes casas y con ropas y aspecto cuidados que contrastan con su entorno habitual. Y Paraíso, cuyo nombre da muestra del humor presente en la novela, un suburbio, un lugar en el que el SIDA es algo casi normal, un grupo de amigos cuyos nombres dan cuenta de cómo comenzó su existencia, una niña embarazada de un abuelo... y una frescura y alguna travesura para aligerar el tono dramático que hubiera podido adquirir la novela y que Noviolet lucha por evitar. Aunque no pueda evitar volver a contar desgracias, se nota que no quiere a un lector que sufre con ellas. Las normaliza en la vida de unas personas que parecen no sorprenderse con sus propias vivencias. Y le da un sueño a Darling: Estados Unidos.
La segunda parte, esa en la que Estados Unidos es una realidad, sigue la estela de la primera. Quizás un poco menos evidente y menos terrible, pero Noviolet vuelve a caer en relatarnos tópicos o hechos ya sabidos por todos de la vida en ese país: desde la mujer que se obsesiona con su peso pensando que es lo que salva y mantiene su matrimonio hasta el obeso adolescente que vive enganchado a los videojuegos. Y en este mundo sitúa a una Darling que comprende que quizás había idealizado la vida en ese lugar. Esta parte, supongo que por ser más conocida para nosotros, tiene menos fuerza que la primera aunque sigue manteniendo el interés en el lector.
Lo más destacable de la novela de Bulawayo está en las formas, en la propia narrativa desprovista de artificios y figuras retóricas, pero que consigue una armonía durante la lectura muy agradable de leer. Cuida las formas y alterna partes teñidas con sentido del humor, con otras casi entrañables que harán sonreír al lector y lo completa con alguna descripción en la que parece buscar casi poesía, aunque no de esas hermosas que se recitan una y otra vez. Y todo ello sin perder un realismo que aparece metido casi a presión, como si quisiera enseñar al mundo todo lo que no se ve que sucede en esos países y le faltara tiempo para ello.
Necesitamos nombres nuevos es una novela entretenida que uno termina con la sensación de oportunidad perdida porque podría haber sido una muy buena novela. Pero le ha faltado empuje. Y eso hace que el lector salga indiferente a lo que la autora nos relata.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
Etiquetas:
books,
libros,
Mientrasleo,
Necesitamos nombres nuevos,
Noviolet Bulawayo,
Salamandra Editorial
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
16 comentarios:
Sigo con "La librera y el hereje" y de momento, lo recomiendo. Un beso
Me acabas de descubrir el libro pero no creo que sea para mí, eso de que el lector salga indiferente me asusta jeje Yo esta semana sigo con la segunda parte de Poldark.
Besos =)
Aunque te ha dejado fría, me ha llamado la atención, voy a curiosear por ahí otro poco.
Yo estoy con "El imperio final" de B. Sanderson.
Besos.
hola! bastante curiosa la novela que compartes, no la conociamos tampoco! estamos leyendo la casa entre los cactus y esta muy entretenida, a leiste ya? abrazosbuhos
Pena que le falte empuje. La historia me estaba llamando la atención. Yo estoy con "Alguien te vigila". Ideal para estos días de verano. Jajajaja. Besotes!!!
Esta vez no me la llevo, no me llama la atención especialmente =)
Besotes
Esta vez no termina de convencerme y entre tanto pendiente, prefiero dejarlo pasar. Esta semana me pillas con Una habitación propia de Woolf y Las siete iglesias de Urban.
Besotes!!!
Joeerrr, pues vaya chafón, ¿no?
Con la ilusión con la que los compramos. Se nos hubiese dado mejor esta feria si hubieramos bebido más gintonic y menos libros. Nos hemos llevado chascos, pschhh.
No lo he leído, estoy retomando El coloso de NY.
Besos.
¡Vaya! El último párrafo es un jarro de agua fría. Me había dado la sensación de que te había gustado, pero llegas al final y... ¡ZASCA! jajaja.
Lo dejaré pasar, pero me reconozco que me estabas tentando mucho...
Besos!
¡Hola, hola!
Qué libro.
Es la primera vez que leo una reseña de él y lamento que le haya faltado algo. No he leído nada de la autora y la verdad por el momento no me animo ♡
Gracias por el post,
Un abrazo.
Por un lado me gusta la historia en sí, y por otro me quedo un poco fría con lo de que no llega a emocionar. Aún así no me importaría nada leerlo.
Besitos
No creo que este libro sea para mi, lo dejo pasar.
Saludos
No creo que la lea, por el momento. Te mando un beso y buena semana
Esta vez lo voy a dejar pasar, la verdad es que no termina de llamarme...
Besos
Este libro no es para mí. Empiezo la semana acabando de rematar Cómo llegamos a la final de Wembley, de JL Carr, que es un libro maravilloso.
Besos
Aunque el tema me parece interesante, entre la indiferencia y que es demasiado de personajes, la voy a dejar pasar.
Publicar un comentario