"Los números flotaban alrededor de mi cabeza como estrellas. 823. Eran la llave que me abrirían la puerta de una nueva vida. 822. Constelaciones de esperanza. 841. Por la noche, en mi dormitorio; por la mañana, cuando salía a comprar croissants... Ante mis ojos desfilaba una serie tras otra, 810, 840, 890... Esos números representaban la libertad, el futuro. Además de los números, me había estudiado la historia de las bibliotecas desde el siglo XVI".
Ya lo he comentado más veces pero lo haré una vez más. Un lector es un ser que presume de sus vicios, los disfruta, los muestra. Es una persona exhibicionista a la que además le gusta leer sobre su vicio favorito. Hoy traigo a mi estantería virtual, La Biblioteca de Paris.
Conocemos a Odile, una joven que tiene todo lo que hubiera podido desear y que ve como la guerra trastoca profundamente su vida. Su trabajo en la Biblioteca Americana de París se convierte en un punto vital en el que, no solo puede ver peligrar sus amados libros, si no que también sirve como zona de refugiados, de hecho su hermano llega a ponerse en peligro por las actividades relacionadas con la biblioteca que realiza. Odile además se enfrenta a sus propias ideas que le hacen cuestionarse a algunas de sus personas más cercanas. Años más tarde Odile vive en una zona rural de Montana y aunque no es la mujer con más relaciones del mundo, la enfermedad de una vecina provoca un acercamiento a su hija adolescente, Lily, durante el cual rememorará su historia.
Supongo que un resumen más rápido diría que La biblioteca de París cuenta la historia de los bibliotecarios en esa ciudad durante la Segunda Guerra Mundial y, bueno, luego está el hilo de los 80, que no me ha entusiasmado precisamente. Es cierto que la doble línea temporal es habitual y que en este caso Lily es importante porque es la vecina de Odile con la que va descubriendo puntos en común y un misterio . El primero es qué pinta esa mujer en la otra punta del mundo y por qué la vemos tan sola.
Resulta curioso cuando en una novela narrada a dos tiempos el lector descubre la pasión del autor. En este caso está claro que es París y la Bilbioteca. Hay un entramado de pequeños personajes e historias secundarias, de detalles que son accesorios a la trama principal pero que la complementan dándole interés, aportando al lector ese suelo de credibilidad que tanto disfruta en este tipo de novelas de ficción histórica. Cuando eso sucede y uno aterriza en el otro hilo, sucede que... bueno, Lily a veces es graciosa. Y ya. Por eso lucha contra la tentación de leer en diagonal pero se da cuenta de que son los momentos en los que interrumpe la lectura. La novela carece de equilibrio entre pasado y presente salvo en los momentos en los que el presente lo toma la voz que relata el pasado, porque eso indica cambio. La historia de Odile se llena de pasión por los libros, de soldados, personajes fascinantes que se esconden o que ayudan a esconder, la Gestapo... A Lily... bueno, a Lily le gusta un chico. Es cierto que la joven también tiene que afrontar la vida en un momento dado y que eso debería de haber empujado a la novela, pero realmente no consigue arrancar en ese punto porque una parte de la historia ya se ha comido a la otra. Además poco a poco Charles conduce al lector a un final que no parece corresponderse con el resto de la novela o con la actitud de la Odile que ya conocemos, por lo que se antoja precipitado y sin demasiado sentido. Aunque, como siempre digo en estos casos, hablo de mi percepción, posiblemente hay un montón de lectores que lo han disfrutado y les ha parecido perfecto.
La biblioteca de París es una novela sobre el amor a los libros y su importancia, una forma de ver la Segunda Guerra Mundial desde la mirada de una amante de los libros que parece concebida para sus iguales. Aun así a mi se me ha antojado una novela coja con partes sobrantes.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
3 comentarios:
Este libro estoy entre que sí entre que no... A ver cuándo me decido jejejeje
En breve empezaré "Brazales de duelo", de Sanderson.
Un beso y feliz semana.
Es un libro que me apetece, pero por lo que cuentas, mejor voy con las expectativas bajas.
Besotes!!!
Me suele pasar si leo una novela con dos hilos temporales que el del pasado siempre me resulta más interesante. Una lástima.
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