Tenía muchas ganas de leer este libro ya que me gusta como Shimazaki se adentra en la psicología de sus personajes. Hoy traigo a mi estantería virtual, Suisen, el gato de Gorô.
Estamos ante la tercera entrega de una serie que, al contrario de lo que viene siendo habitual, no se trata de la continuidad lineal de un hilo argumental. Aquí el protagonista es Gorô, hasta ahora secundario. Es un hombre de mediana edad, con un buen cargo y una familia formada por su esposa y dos hijos. Su principal preocupación es la imagen que proyecta, el éxito en todos los sentidos que incluye el hecho de tener dos amantes además de una red de contactos.
Lo primero que me ha sorprendido es la animadversión directa que sentí con Gorô desde las primeras páginas. Un hombre misógino, egocéntrico y terrible cuyas gafas nos ponemos de mano de la autora que, fiel a su costumbre, sintetiza todo lo posible aquello que quiere expresar. Esta tarea no ha tenido que ser fácil ya que no solo muestra lo que Gorô pretende ser y es en su vida, también muestra las partes ocultas que ni él mismo quiere mirar. Sin pretender justificarlo nos enseña su infancia en la que fue permanentemente comparado con su hermana, sus miedos a la soledad e incluso a la soledad del silencio que hace que uno se quede consigo mismo arriesgándose a mirar dentr, ver los complejos propios proyectados en el comportamiento y, por lo tanto, arriesgarse a reconocer los defectos. Esta es la parte principal de la novela, que va decapando al protagonista tras quitarle todo lo que le daba seguridad en un ejercicio obligado de quedarse consigo mismo sabiendo ya en este momento el lector, que lo pondrá ante su mayor infierno.
A partir de un hombre aborrecible la autora juega con el lector al hacer que se ponga bajo la piel del protagonista, y no para absolverlo, si no simplemente para comprender su forma de actuar. Cuando esto sucede y se trata de un personaje al que uno odiaba al comienzo, el libro se puede considerar un éxito ya que, si de algo trata la literatura, es de trasladar al lector a otros lugares y otras pieles. Y todo ello lo hace de una forma sencilla, basada en detalles, en lo cotidiano. No es la primera novela que leo de Shimazaki, de hecho es la tercera entrega de una pentalogía que, ya os aseguro, voy a completar.
Suisen es una historia que sorprende y que, os aseguro, no deja a nadie indiferente.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
PD: Disfrute usted del gato, señor Gorô.
4 comentarios:
¡Hola! Me encanta la pluma de Aki Shimazaki y la sensibilidad de sus obras. La literatura japonesa siempre será una de mis favoritas, por lo que me la llevo apuntada. Gracias por la reseña. ¡Besos!
Ni conocía al autor. Voy a probar suerte en la biblio, que me dejas con curiosidad.
Besotes!!!
¿Y qué tiene que ver el gato?
Una Laura curiosa.
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