"En 1988, George H. W. Bush acababa de ganar las elecciones presidenciales por invitar a todo el mundo a que leyera sus labios y proclamar que no habría nuevos impuestos, mientras Michael Dukakis las perdía por montarse en un tanque. El doctor Huxtable (Bill Cosby) era el padre de América, Kate & Allie eran las madres, Las Chicas de Oro, las abuelas, McDonald’s había anunciado que estaba a punto de abrir su primer restaurante en la Unión Soviética, todo el mundo se compró el libro Historia del tiempo de Stephen Hawking pero no lo leyó, El fantasma de la Ópera se estrenó en Broadway y Patricia Campbell se preparó para morir".
Confieso que compré este libro porque vi Club de Lectura y no seguí leyendo el título. No obstante, me gusta el terror, así que no me supuso un problema el tema vampírico. Hoy traigo a mi estantería virtual, Guía del club de lectura para matar vampiros.
Conocemos a Patricia Campbell en 1988. Es una mujer que dejó su trabajo como enfermera para dedicarse en cuerpo y alma a ser la novia, esposa y madre perfecta, y ahora vive en una pequeña localidad de Carolina del Sur junto a su marido y sus hijos (niña y niño como corresponde) en una bonita casa en la que se aburre como una ostra. No es que le sobre el tiempo, entre la casa, los recados, las clases de los niños y las extraescolares, ocupa la mayor parte de su tiempo, pero se aburre. Así que se apunta a un club de lectura aburrido y, porteriormente, a una escisión de dicho club en el que unas cuantas vecinas leen libros sobre asesinatos y los comentan con un poco de vino. Ese grupo de mujeres serán sus amigas y confidentes y también quienes la animen cuando una vecina anciana la muerda la oreja arrancándole el lóbulo. Porque ese fue el comienzo de todo: la anciana Ann Savage y su sobrino James que se muda al vecindario para cuidarla y decide permanecer en él una vez la anciana ha fallecido. No tardan en comenzar extraños sucesos en un barrio pobre de la periferia relacionados con niños que desaparecen o se suicidan y Patricia relaciona rápidamente los sucesos con James, que se ha ido convirtiendo en un miembro aceptado por el vecindario y por su propia familia. Se embarca entonces en una cruzada para desenmascarar lo que James oculta en la que no siempre recibirá el apoyo que necesita, pero la vida de quienes aprecia se ve amenazada y Patricia parece ser la única que se da cuenta.
Estamos ante una novela de terror que, personalmente, no me ha dado ni pizca de miedo pese a la sangre, las ratas y los extraños sucesos, ya que el autor opta por un tono casi jocoso más cercano a las novelas de instituto que a Stephen King. Eso fue precisamente, el tono, lo que me hizo leer la novela con la seriedad que se le supone y es que no pude librarme de esa sensación de ligereza y percibir tensión en ningún momento, algo que sinceramente, me ha lastrado un poco la lectura. Sin embargo no sería justa si no destacara la crítica feroz que mantiene a lo largo de toda la historia hacia el poco valor que se da a las amas de casa. Y es que el autor no duda en representar a quienes acompañan a estas mujeres como hombres que suponen que se pasan el día sentadas cuidando de su casa y sus uñas sin mayores preocupaciones. Incluso alguna de ellas parece sentir que esa es su función en la vida, una función poco valorada y menos apreciada ante esposos que se permiten incluso juzgar de fantasías unas sospechas más que fundadas porque recaen en un hombre que ha logrado penetrar en el club masculino de amigoteo local. Ya sorprende en la primera página encontrar la definición de ama de casa de no hace tantos años en un conocido diccionario, pero, a medida que avanzamos, veremos que es solo la punta del íceberg en una sociedad contemporánea de matrimonios perfectos de cara a la vecindad en la que los convivientes apenas se conocen y las mujeres parecen vivir protegidas no, tuteladas, y en lugar de independizarse optan por compararse con sus propias madres. Como veréis es un punto interesante que hace que la lectura tome un cariz diferente al de los vampiros de melocotones que insinúa la cubierta.
La novela de Hendrix sorprende, en primer lugar, porque el autor es un hombre y logra dar a su protagonista femenina una personalidad compleja propia de una mujer, algo no tan frecuente como parece, ya que muchos hombres tratan a sus protagonistas femeninas "como un hombre cree que pensaría una mujer" y hay una gran diferencia entre eso y el pensamiento femenino real (seguro que vosotras entendéis a qué me refiero). Además, y aunque el tema de los vampiros está presente, el autor evita limpiamente casi cualquier tipo de cliché sobre los mismos (el sexual que yo recuerde es el único que mantiene) y logra contemporaneizar una figura arcaica que, brillantinas a un lado, no ha cambiado mucho durante los últimos años. Si sumamos estos puntos a la facilidad de lectura obtenemos una novela entretenida para pasar el rato, que ya es bastante.
Y nos queda entonces la gran duda, ¿es suficiente esto para el lector? Bien, aquí como en tantas otras cosas la opinión es individual y personal, pero a mi no me ha bastado. La falta de tensión que comentaba, motivada por el estilo desenfadado de la narración, ha provocado que me importara bastante poco la conclusión del misterio hasta el punto de sentirme tentada a terminar la lectura en diagonal, algo que a estas alturas me da bastante rabia en una novela. Pero, como digo, eso es solo una impresión de lectura y los puntos positivos de la novela están ahí y por eso los he señalado.
Guía del club de lectura para matar vampiros me ha parecido una curiosidad. Y nada más.
Y vosotros, ¿qué libro tenéis en la mano este puenta?
Gracias.
5 comentarios:
Podría haber sido una novela muy entretenida, pero por lo que cuentas parece que se queda a medias. Una pena, porque la trama me llamaba bastante.
Besos!
Veo este libro mucho ultimamente y no termino de decidir si leerlo o no y viendo lo que te ha parecido me entran todavia mas dudas.
Saludos
Me lo anoto, no lo conocía ^^
Yo lo tengo anotado en la lista de pendientes. Espero que me guste más que a ti.
Este puente he estado (y sigo) con "Contar es escuchar" :-)
Un beso.
A mí sí que me ha gustado, pero, claro, a mí no me gusta la literatura de terror, así que, ahora que te leo, entiendo bien lo que dices sobre la falta de tensión en la resolución. Me he quedado con esas mujeres sureñas que lo dan todo por sus familias y se quedan muy poco para sí mismas. El autor dice que es un homenaje a su madre y se nota que sabe de qué está hablando. Eso sí, a mí me dio más miedo que el marido desautorizase a la esposa delante de los hijos (mamá está loca, no hagais caso de nada de lo que os diga) que no la trama del vampiro. Besos.
Publicar un comentario