"Al ascender por el sinuoso sendero que conduce a las cuevas del Monte Carmelo en el Israel de hoy, se puede percibir el majestuoso paisaje que debió de rodear este lugar en la prehistoria. El clima mediterráneo debía de ser agradable durante todo el año, con variaciones moderadas de temperatura. El arroyo que discurre por las montañas en el verde valle contiguo debió de ser una fuente de agua potable. Los bosques junto a la cordillera debieron de ser propicios para cazar ciervos, gacelas, rinocerontes y jabalíes, y en las tierras salvajes, en las áreas abiertas junto a la llanura costera y las montañas de Samaria debieron de crecer variedades prehistóricas de cereales y árboles frutales".
Desde Sapiens se ha disparado el interés por este tipo de libros así que yo, que no soy fan de Sapiens, también he decidido darle una oportunidad al tema. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El viaje de la humanidad.
En este ensayo el objetivo es explicar el desarrollo del ser humano desde la aparición del Homo Sapiens hasta nuestros días. Se hace especial hincapié, además, en el hecho de que, si bien el hombre lleva miles de años sobre la faz de la tierra, han sido los dos últimos siglos los que han puesto una mayor revolución y un avance más marcado. Y se busca el motivo de todo ello.
Oder Galor es economista y, sin embargo, esto no es un tratado de economía. Desarrolla en su libro el hecho de que el ser humano se ha pasado la mayor parte de su existencia en una suerte de pobreza de vida, de tal manera que un aumento de la producción que llegaba gracias a algún tipo de mejora, generaba un aumento del nivel de vida, de la población, que automáticamente suponía una mayor demanda y una vuelta al estado inicial de carencias. Un estancamiento al final en el nivel de vida al que se podía aspirar. Pero esto, nos dice el autor, cambia con la Revolución Industrial. Y es que es a partir de ese momento cuando se observa una mayor evolución del hombre. Ahora no se trataba de vivir mejor y tener más hijos, de repente, era muy importante que tuvieran una formación adecuada para realizar trabajos más especializados, y eso hacía que el dinero se consumiera también en educación y no solo en alimentos y familias mayores. La población crece menos y no se come las ganancias, su esperanza de vida mejora al tener una mejor vida y, además, salen mejor preparados.
Bien, explicado el punto de inflexión, Galor retrocede hasta los comienzos del ser humano para explicar, con una profusión de ejemplos y curiosidades que amenizan la lectura, cómo ha sido realmente la evolución social y económica y la firme unión que hay entre ambas partes. Me ha sorprendido por ejemplo, cuando explica que la división de tareas por sexos que tanto afectaría a la organización social, empezó con la agricultura, que iba marcando los esfuerzos necesarios y la fisionomía de quienes los tenían que realizar. Como añade el autor, las innovaciones tecnológicas son uno de los factores más importantes para el desarrollo económico-social ya que marcan no solo la inteligencia o agudeza, también la capacidad para mejorar las condiciones de vida, aumentar la producción o incluso el grado en el que las políticas se implican y la importancia que tiene esto como impulso.
También explica los principales problemas que arrastran al mundo en el que vivimos a una desigualdad global que, evidentemente, existe: y habla de geografía, migraciones, política, cultura y, por supuesto, enfermedades. Intenta dar respuesta a estos problemas y también a por qué fue Europa y no Asia el lugar elegido para la mejora exponencial que hizo que se tomara la delantera a otros continentes, marcando una sociedad actual en la que aún podemos ver las marcas de la desigualdad, y es que, del Renacimiento a la Revolución Industrial o las primeras grandes rutas comerciales, está claro el camino que el autor nos marca para que veamos el mundo que nos rodea ya que hay pruebas de que incluso antes de dicha revolución ya se estaban produciendo microrrevoluciones a lo largo y ancho del continente.
Galor lo tiene claro, entender el pasado sirve para mejorar el futuro. Si hoy somos capaces de analizar lo sucedido y a dónde nos ha llevado, también seremos capaces de utilizar esos conocimientos para que nuestro futuro avance a la misma velocidad. La natalidad controlada que en el pasado ayudó a quela sociedad mantuviera su bienestar por un exceso de producción, ahora además reducirá el impacto ambiental de nuestra existencia y dará aún más tiempo para la formación de especialistas que estarán mejor capacitados para nuevos descubrimientos. Una suerte de bucle infinito de progreso.
El viaje de la humanidad es una revisión optimista de la historia del ser humano cuya lectura viene amenizada tanto por el lenguaje como por los ejemplos. Un recorrido amable que me ha dado un puñado de datos que no sabía y una forma diferente de ver tanto el pasado, como el futuro.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.
3 comentarios:
¡Holaaaa!
Pues a mi también me gustó mucho Sapiens y no me importaría nada leer algo más de este estilo. Este título no lo conocía pero lo tendré en cuenta para el futuro :)
¡besotes!
No sé yo si le daré una oportunidad, como tú. No me atrae nada …
BEsos
En esta ocasion no lo voy a apuntar. Este libro no me llama la atencion. Esta semana sigo con La señora Potter no es exactamente Santa Claus.
Saludos
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